5.La melodramática

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Mi hermana había comenzado una pelea por algo tan absurdo como siempre. Me agradaba que se preocuparan por mí, pero quería hacer cosas por mí misma.

-¡Mamá!- Gritó Layla.

Escuché como alguien venía corriendo.

-Largo de aquí ladrón- dijo mi madre moviendo un bat de un lado a otro.

Me le quedé viendo.

-¿Por qué llevas un bat?

-Escuché gritos y pensé que un ladrón había entrado a la casa.

Comencé a reírme.

-¡Mamá!- Dijo Layla.

-¿Qué pasa cariño?

Dejé de reírme. Puse una sonrisa de oreja a oreja.

-Ningún ladrón entró a la casa.

-Menos mal.

-Grité porque Mia no dejaba de molestarme.

-¿Yo? Pero si eres quien comenzó toda esta discusión sin sentido.

Mi madre enojada vio a Layla.

-¡Layla Carter! Discúlpate o estarás castigada todo un mes.

-¡Por favor Camila! Yo sé que no harías eso.

-¡No me retes!

-¿De verdad me castigarías?

-Sí.

-No te creo.

-¡Suficiente jovencita! Estás castigada.

-Por favor no.

-Ya dije.

-Esta semana se hace una pasarela cerca en la que quedé con las chicas de ir.

-Que lástima.

Layla se tiró al piso a llorar. Para mi hermana un castigo era que no le den dinero para maquillaje o ropa nueva. Mi madre siempre era muy orgullosa, por lo que, le daba dinero a mi padre para que se lo diera a Layla sin que le diga que fue ella. Que la castigaran era como si a mí me quitaran el diario por lo que comprendía su dolor. Layla se le hincó a mi madre.

-Por favor no me castigues- dijo llorando.

-Tu chantaje no sirve conmigo.

Layla se tiró al suelo. Se hizo bolita. Comenzó a dar vueltas en el piso. Mi madre se hartó y se fue. Layla seguía llorando.

-El hecho de que llores no cambia que te quiten tu castigo- dije.

-Lo dices porque nunca te han castigado.

Mi vida, mi diario (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora