8.De ésta no te libras

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Ya había arreglado todas las cosas que tenía. Agarré ropa limpia, una toalla y desodorante. Me dirigí al baño. Cerré la puerta con seguro una vez que estaba adentro. Me empecé a quitar la ropa. La puse en el piso en una esquina. Abrí la puerta donde estaba la regadera. La cerré. Abrí la regadera. Agarré la esponja, la mojé y le puse jabón. Se escuchó mi canción favorita.

-Era lo bonito del mar cuando estás a mi lado no hay otro lugar, era lo bonito de ser un par de enamorados, era lo bonito de ti, tú nunca te rendiste hasta verme feliz- comencé a cantar.

Escuché que tocaban la puerta como si fuera un maniático.

-En vez de estar cantando, apúrate que me quiero bañar, deja eso- dijo Layla.

-Espera tu turno.

-Pero no te tardes.

Pasé la esponja con jabón sobre mi cuerpo.

-Si me molestas tardaré más.

Por unos segundos no dijo nada.

¿Se habrá ido?

-Bueno, dejando eso de lado, iremos a la fiesta a las ocho, Abigail vendrá por nosotras.

Creo que no.
Espera...
¿dijo que iríamos a esa fiesta?
¿Pero cómo?
Mi madre dijo que estaba castigada, a menos, que le hayan levantado el castigo.
No, no creo, ¿entonces?

-¿Aby vendrá por nosotras aún cuando estás castigada?

-Le dije a Camila que irías conmigo a una fiesta y me quitó el castigo, además, me castigan sólo con dinero.

-¡No pienso ser tu conejillo de indias!

-Pues lo serás.

Me quité el jabón con el agua de la regadera. Cerré la llave. Me puse el shampoo en el pelo. Abrí la regadera. Me acerqué para que el shampoo hiciera espuma. Cerré la regadera. La canción seguía sonando, pero, ya no tenía ganas de cantar. Cuando terminé de bañarme agarré la toalla. Me sequé. Puse la toalla rodeando mi cuerpo. Cepillé mi pelo. Me cambié a mi ropa limpia. Agarré mi ropa sucia y la hice bolita (puse en medio el desodorante). Me dirigí hasta la puerta. La abrí.

-El baño es todo tuyo.

-¡Por fin!

Layla entró al baño sin preguntárselo dos veces.

-¿Por qué siempre te peleas con Layla?- Preguntó Brad.

-Es ella. A mí ni siquiera me gusta discutir.

-Se nota que son hermanas.

-Layla es de una forma y yo de otra. Es tonto pensar que tenemos la misma personalidad.

-¿Y quién habló de eso?

-¡Ash!

Brad sonrió de oreja a oreja.

-Por cierto, ¿irás a la fiesta de Max, cierto?

-Sí, ¿por qué?

Brad sonrió aun más como si tramara algo.

-Entonces es la oportunidad perfecta para que Carson te hable.

-¡No voy por él!

-Eso lo sé, pero para él, ésta es una oportunidad para hablarte, claro, dejando a un lado que si no le hablas estarás sola.

-Pero iré con Layla.

-¿Crees que estará contigo toda la fiesta?

Layla es la más traicionera.
¿Qué no recuerdas esa vez que te abandonó en su bienvenida?
Y supuestamente llegaste con ella.

Negué con la cabeza.

-Bueno, pero tal vez esté conmigo un rato.

-¿Y después qué?

Hice una mueca.

Pues ya qué, tendré que hablar con Carson, ¿qué opción me queda?

Mi vida, mi diario (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora