Estaba deseando que Makayla no alcanzara a Nevaeh porque si lo hacía ella sería su muñeca. Si, su muñeca, lo que significa que la vestiría, maquilaría y jugaría al té. A Nevaeh nunca le gustaron las muñecas ni los comic's. Lo que le gustaba era cuidar perros, sí, cuidar perros, ella los cuidaba desde muy pequeña, pero jamás le dejaron tener uno. Seguía buscando ropa para la fiesta de Max. Escuché que alguien se acercaba.
-No encontrarás ropa para ir a una fiesta si buscas entre tus cosas, mejor yo te presto algo- dijo Layla.
-Gracias, pero no quiero usar vestido.
-¿Quién habló de un vestido?
-Si lo pones así, supongo que puedo usar tu ropa.
-Quiero algo a cambio.
Ya se me hacía muy bondadoso de su parte.
-¿De qué se trata?
Layla sonrió como Chesire de Alicia en el país de las maravillas.
-Vas a usar la ropa que yo elija.
-Pero vestidos no.
-Sí, eso ya lo entendí.
-Aun así no.
-Pues entonces irás con la blusa amarilla.
-Esa menos.
La blusa amarilla era una que tenía estampados por todos lados de gatos y decía "I ❤ my mom" en el centro. Solía usarla cuando dormía porque es bastante larga.
-Entonces yo elijo tu ropa.
Di un pequeño suspiro.
-Vamos a tu cuarto entonces.
-No te arrepentirás.
-Ya lo estoy haciendo.
-Ven conmigo.
Antes de que pudiera decir algo más, me llevó corriendo hasta su habitación.
¿Qué todos son iguales?
No tardamos mucho en llegar.
>>Usarás éste.
-¿Ya tenías pensado que iba a usar, cierto?
Layla sonrió.
-Sólo pruebátelo y verás que bien te queda.
Hice una mueca. Agarré la ropa. Me fui al baño. Me quité la ropa. Me puse la ropa que me dijo Layla. Salí del baño. Caminé hasta su habitación. Cuando me vio sus ojos brillaron.
>>Te ves preciosa.
-Creo que por lo menos estaré cómoda.
-No tan rápido Mia Carter, aún falta peinarte y maquillarte.
-¡Ash!
Layla se empezó a reír.
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Mi vida, mi diario (Completa)
Teen FictionNo sabía qué hacer. Lo único que conocía eran esas historias que escribía en mi diario, el cual, llevaba a todos lados, era algo así como friki que ni siquiera se llevaba con los nerds. Mi vida estaba dedicada a la escuela y lo que escribía en mi di...