Mis muebles eran de un tono bajo como me gustaba, incluso tenía un futón, de todas las habitaciones que había tenido, ésta me gustaba más. Todos mis hermanos incluidos mis padres estaban en su habitación. De pronto se escuchó un grito. Me di cuenta muy rápido que quien había gritado era Makayla. Me fui corriendo hasta donde estaba.
-¿Por qué ese grito?- Preguntó Nevaeh.
-Por ésto- respondió Makayla emocionada señalando a todas direcciones.
Comencé a ver el cuarto de Makayla.
¡Por Dios!
Su cuarto estaba repleto de peluches, muñecas Barbie y muchos otros juguetes. En su cama estaba un peluche de unicornio.
Creo que mis padres exageraron con la habitación de Makayla.
Makayla comenzó a correr en círculos por toda su habitación.
-Maky no grites- dijo Zachary.
Zachary no sabía hablar muy bien, por lo que decía era realmente corto. Le decía Maky por un apodo que le había puesto, por no saber cómo pronunciar su nombre.
-Cariño, ¿de qué color quieres la habitación?- Dijo Camila.
Makayla dejó de correr. Se puso en frente de mi madre. Sus ojos tenían un brillo sin igual.
-¡Rosa!- Dijo Makayla.
-¡Que novedad!- Dijo Layla.
-Pues entonces será rosa- dijo Camila.
-¡Siii!
Su habitación me daba realmente terror. Todo rosa, lleno de juguetes sonriendo, peluches que hablan y se mueven, Makayla con sus vestidos de princesa... Era algo que me aterraba. Y, por si fuera poco, también su televisión y DVD tenían estampas de princesas.
-¿Ya me puedo ir?- Preguntó Brad.
-Sí- respondió Camila.
Cuando me di vuelta ni Nevaeh ni Zachary estaban.
Nadie ganará mi título de ser la sombra.
-Yo ya me voy, no quiero seguir viendo princesas que sonríen todo el tiempo y que están en toda la habitación- dijo Layla.
-Como gustes cariño.
Me fui de la habitación tan pronto como pude.
Eso me hará un trauma.
Me dirigí a mi habitación. Vi cuando llegué que las cajas estaban cerradas. Abrí la caja que tenía los diarios. Los acomodé en el buró (claro que en la parte de abajo). Empecé a abrir las cajas y acomodar las cosas. Abrí mi maleta y puse la ropa en el armario. Era uno grande y parecía de roble color canela. El olor me llegó rápido (igual que cuando compras algo nuevo). No eran muchas cosas, por lo que, terminé rápido.
ESTÁS LEYENDO
Mi vida, mi diario (Completa)
Teen FictionNo sabía qué hacer. Lo único que conocía eran esas historias que escribía en mi diario, el cual, llevaba a todos lados, era algo así como friki que ni siquiera se llevaba con los nerds. Mi vida estaba dedicada a la escuela y lo que escribía en mi di...