Brad y yo ya habíamos desayunado. Le puse curitas a Brad. Mis padres habían preguntado porque las tenía y yo les dije que fue un accidente. Ya era de tarde. Brad se puso a ver televisión en la sala. Caminé hasta donde estaba.
-¿Y ahora qué haces?- Pregunté.
-¿No es obvio? Viendo la televisión.
Volteé los ojos. Me senté en el sillón.
¶Carson¶
Mis padres estaban muy apurados haciendo las maletas. Mis hermanos no dejaban de molestar por cual juguete llevarse. Íbamos a vivir con el viejo amigo de mi padre. Me acuerdo que de pequeño me encantaba verlos. Jugaba con todos (aunque había una que era muy fresa, demasiado para mi gusto). Los mayores tenían mi misma edad. La chica con la que me llevaba tenía pelo café castaño y puntas como amarillas (lo sé, es extraño) y unos ojos color verde claro.-Cariño, deja eso y alista tus cosas para irnos, no queremos llegar tarde- dijo mi madre.
Volteé los ojos. Comencé a meter mi ropa en mi maleta.
~Flashback~
-¿Quieres decir que mi hermano está teniendo sexo con Trisha?- Preguntó Mia.
Volteamos a verla abriendo los ojos de par en par.
-Nunca pensé que viviría para escucharte hablar así. Pues.... Sí, está haciéndolo con Trisha- respondió Jackson.
-Pues que aproveche porque ya después no podrá verla.
Abrí mi boca completamente.
¿De verdad dijo eso?
¿Ésto no es un sueño?-¿Quién diría que puedes hablar así?- Preguntó Evan.
La apuesta será realmente interesante.
Mia sonrió de oreja a oreja.
Nena.
Ni siquiera te imaginas lo que te haré.-Por eso me gustas aún más.
Mia se sonrojó.
~Fin flashback~
-En vez de fantasear mejor alístate que podemos dejarte- dijo Max.
-No molestes Max.
Metí las demás cosas en mi maleta. Max puso su mano en mi hombro.
-Admítelo viejo. Jamás ganarás la apuesta.
Levanté la ceja.
-Ganaré esa apuesta y no hay nada que me lo impida.
Max quitó su mano de mi hombro.
-No es tan fácil. Es de Mia Carter de quien estamos hablando.
-Aún siendo ella, ganaré la apuesta y te callaré de una buena vez.
-Brad te romperá la cara si destrozas el corazón de su linda hermana.
-Ya nos peleamos. No es como si le tuviera miedo. Yo hago lo que quiero.
-Bueno. Después no digas que no te lo advertí.
Bufé molesto.
¿A él que le importa?
Él le ha lastimado el corazón a más chicas como para ponerse a pensar en Mia.(•••)
Ya tenía todas mis cosas listas. Mi cuarto estaba vacío (salvo mi cama, cajas y mi maleta). Fui hasta la sala.
-Ya era hora de que llegaras- dijo Max.
-Max, no le hables así a tu hermano... -Dijo mi madre y volteó a verme- cariño, vámonos que se nos hace tarde.
Asentí con la cabeza. Caminamos hasta la camioneta. Mi padre había comprado una camioneta Jeep negra. Puse mi maleta en la cajuela. Nos subimos.
-¡Yupi!- Dijo Maya emocionada.
Maya era mi hermana menor (tenía cinco años). Mi familia se subió sin decir más. Me subí en la camioneta. Mi padre conducía. El camino fue un poco largo. Mi hermano menor y Maya jugaban en el carro. Max escuchaba música.
-¿Cuántos viven en la casa?- Pregunté rompiendo el silencio.
Mi padre sonrió.
-Ocho. Aunque antes eran más.
-¿A qué te refieres?
-Carson ve. Esa nube parece un pony- dijo Maya.
Volteé a ver a donde me decía.
-Sí, es muy linda, pero sabes que es de mala educación interrumpir.
-Lo siento hermano.
Le alborote su pelo (aunque sabía que odiaba eso). Quitó mi mano. Me sacó la lengua. Volvió a jugar con Ethan (mi hermano de 7 años). Al ver que no me iba a responder me crucé de brazos.
(•••)
Por fin habíamos llegado. Mis padres fueron los primeros en bajarse. Mi madre le abrió la puerta a mis hermanos menores. Ethan salió rápido.
-¡Maya! ¿No podrías comer menos? Eres una ballena. Casi me aplastas todo el cuerpo.
Maya le sacó la lengua.
-Por favor niños, no se peleen, estamos con los Carter, ¿no podrían comportarse un poco?- Dijo mi madre.
Maya y Ethan asintieron con la cabeza.
¿Qué estamos con quién?
-Bien. No perdamos el tiempo y entremos. Que de seguro ya están esperándonos- dijo mi padre.
Mi madre tocó la puerta. La abrieron a los pocos segundos.
¡Wow!
Aquí si es muy bien bienvenido mi padre.Un señor conocido abrió la puerta.
-Daniel, qué gusto verte -dijo el señor abrazando a mi padre-, pasen por favor.
Entramos a la casa. Crucé los dedos para que no fuera la casa de Mia. Vi a dos niños que venían corriendo hacia mí. Abrazaron mis piernas.
-¡Mitchi! Te extrañé- dijo Makayla.
-Y yo a ti. Cosiie.
De pronto escuché como alguien tiraba algo al suelo. Levanté la mirada.
¡No puede ser!
¡Esto tiene que ser una broma!Parpadee varias veces tratando de comprender lo que pasaba.
-Voy por las maletas hijo- dijo mi padre poniendo su mano en mi hombro.
Asentí con la cabeza. No entendía absolutamente nada de lo que pasaba.
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Mi vida, mi diario (Completa)
Teen FictionNo sabía qué hacer. Lo único que conocía eran esas historias que escribía en mi diario, el cual, llevaba a todos lados, era algo así como friki que ni siquiera se llevaba con los nerds. Mi vida estaba dedicada a la escuela y lo que escribía en mi di...