Well played

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Le había tomado un par de horas apartarse de esa puerta, y otro par más que sus extremidades dejaran de temblar cual potro recién nacido. No sabía como había sido capaz de llegar de vuelta a su habitación, pero era consciente del vago recuerdo de lo difícil que le había sido caminar hasta ahí. Cuando se dejó caer en la cama boca abajo se dio cuenta del aroma ajeno impregnado en sus sabanas. Hundió su rostro en estas y aspiró el aroma de manera profunda. 

Tenía que haber una muy buena razón para que Jungkook hubiera hecho lo que hizo, dicho lo que dijo. Y deseó con todas sus fuerzas que no lo estuviera usando, que no fuera solamente un juego ya que su estúpido, estúpido corazón ya estaba perdido, no había marcha atrás, este ya había hecho su elección y estaba lo suficientemente clara como para dudar de ella. Ahora ni siquiera le importaba lo que Tae pensara, si eso le daba una oportunidad por más pequeña que fuera de estar con Jungkook. Sabía que se había prometido a sí mismo detener todos estos sentimientos, lo había hecho y se sentía tan culpable por fallarse, pero era imposible detener ese sentimiento, había quemado todas las barreras que había intentado torpemente construir. Se dio cuenta entonces, que no había sentido algo así por nadie más a pesar de que había tenido algunos amantes en el pasado y aun que sus encuentros habían sido lo suficiente pasionales, ninguno había llegado tan profundo hasta tal punto de aturdirlo de esta manera y hacerlo dudar de su propia existencia, de su propio juicio. Fue entonces que apartó la cabeza de las sabanas. ¿Había sido todo esto un sueño? ¿Realmente había besado su frente? ¿De verdad había estado con él en su habitación? Tan cerca que había podido sentir su aliento chocar contra su rostro. 

 Dioses, por favor. Que no sea un sueño.

***

El siguiente día se había levantado un poco tarde, sus padres seguían durmiendo ya que suponía que habían llegado a las cinco de la madrugada, así que los dejaría dormir el resto de la mañana y un poco después del medio día para que descansaran lo suficiente. Se había escondido en su habitación para que no pudieran ver los moretones nuevos que se había ganado. Había supuesto un gran problema inventar una historia para decir cuando vieron las heridas anteriores. Luego de que hubieran partido de vuelta a su trabajo, sus amigos llegaron con comida chatarra y bebidas alcohólicas para continuar con la partida de juegos del día anterior ya que ninguno de los equipos había ganado al otro. Y ya que Tae no había aparecido, Jimin haría equipo con HoSeok. Fue un encuentro realmente reñido pero tuvo que admitir que al final les patearon el trasero, gracias a que Jimin había estado tan distraído que dejó pasar muchas oportunidades buenas para asesinar a Yoongi o a Nam. Cosa que HoSeok no dudo en recriminar haciendo una rabieta que a todos hizo reír. Jimin con su rostro aún adolorido hizo lo posible por no esforzar sus músculos, pero con alguien tan gracioso como su compañero de partida, había sido imposible. A pesar de que le dolía como el infierno, gracias a la bolsa de carne congelada se veía mucho mejor de lo que se sentía y agradecía aquello, ya que al terminar el fin de semana apenas se verían los moretones. 

Se marcharon. Estaba solo de nuevo. No podía dejar que las cosas con Tae quedaran de esa manera pero no sabía que le diría cuando fuera el momento de hablar, de explicar. No sabía lo que Tae había sacado de esa situación, no sabía siquiera como aquello se vería desde ojos ajenos, no sabía si parecería que él era quien buscaba a Jungkook o al contrario. Fue entonces que recordó lo que el castaño había dicho a su amigo cuando había abierto la puerta, dando a entender que estaban en medio de algo y habían sido interrumpidos. ¿Qué debería hacer? ¿Qué debería decir? ¿Tendría que pedir consejo a Jungkook? No. Esa era definitivamente una pésima idea. 

***

Y así de rápido había pasado el fin de semana, Jimin ni siquiera se atrevió a asomar la cabeza fuera de la puerta, hasta ahora que era estrictamente necesario. Tuvo que ayudarse con un poco de maquillaje para cubrir el resto de marcas que quedaba. Salió de casa esperando que el día no fuera tan mierda como lo habían sido los de la primera semana de clases. 

I'll play your game [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora