Sabía que tendría moretones por todo el cuerpo, pero no había tenido oportunidad de revisarlos, ya se ocuparía de eso después.
Escuchó que algunos docentes habían llegado al comedor e intentaron detener a algunos de los alumnos para descubrir quienes habían sido protagonistas de esa riña. Nadie había hablado, todos fingieron que no conocían a las personas dentro de ese circulo y lo agradecía infinitamente. Había ido a su auto para poder ponerse un suéter y sacudir lo mejor que pudo su pantalón. Luego de eso volvió a su aula y dio gracias a los dioses no haber recibido ningún golpe en el rostro, algo de lo que no podía jactarse su contrincante. Le había dado una paliza siendo guiado por su rabia y desespero. Cuando entró a su aula encontró a un Tae con un cubre-boca escondiendo el golpe que había recibido, no se dignó siquiera a mirarlo cuando se sentó a su lado, a Jimin se le quebró el corazón un poco más, casi pudo escucharlo.
Cuando las clases terminaron y salió de la universidad, encontró a sus amigos en donde siempre solían esperarlo, todos lo miraron con curiosidad y preocupación. Fue entonces que se percató de que Jungkook estaba con ellos, parado justo al lado de Yang Mi. Jimin respiró profundo recaudando valor de cada milímetro de su cuerpo y se acercó con la mirada baja.
Yang Mi se acercó a él observándolo con atención, buscando cualquier herida que hubiera quedado en el chico que era menor que ella, los demás se quedaron en silencio mientras ella lo inspeccionaba.
—¿Estás bien?¿Qué pasó?— la chica levantó las mangas del suéter ajeno hasta la altura de sus codos, encontrando varios moretones en sus brazos, ella liberó un jadeo ante la vista de estos.
—No es nada, sólo moretones— la apartó de manera gentil y no pudo evitar sentir la mirada atenta de Jungkook sobre sí, por encima de las otras que no le provocaban tanto como aquella.
—Ese tipo yo lo conozco, lo he visto antes— dijo HoSeok rompiendo el silencio que se había generado.
—Eso es porque es el tipo al que Jimin le dejó caer el café en la cabeza— comentó Yoongi con una mirada que remarcaba tal obviedad—. Sucedió ayer Seok, no es algo fácil de olvidar.
—Oh...— fue lo único que respondió el chico de pómulos prominentes.
—¡Y con un demonio! ¿Qué fue todo eso? ¿Estás poseído?— cuestionó el rubio de piel pálida que lo miraba como si fuera el ser más extraño en el planeta.
—¿Te abducieron los alienigenas hermanos de Tae y regresaron a un Jimin diferente?— se unió Namjoon reteniendo una carcajada, él encontraba divertido todo este asunto por alguna razón.
—Me debía una— respondió Jimin evitando la mirada que Jungkook tenía fija en su rostro, mordió su labio inferior mostrando su nerviosismo.
—Eso es muy extraño, tú nunca te metes en problemas. Después de esa fiesta en la que te metiste en la pelea de Jungkook parece que te enamoraste de que te pateen el trasero— comentó HoSeok a lo que Namjoon rió de manera tonta.
—Es cierto, nunca te vi pelear con nadie. Nunca destacaste por eso— dijo la única chica en el grupo. Si lo veía desde otro punto, el que ella estuviera en un grupo repleto de chicos era algo extraño, pero parecía no tener más amigos.
—Jimin nunca destacó por nada— soltó Yoongi sin pelos en la lengua, recibiendo una mirada fulminante por el nombrado, pero a los demás pareció hacerles gracia.
—Gracias amigo, también te quiero— respondió el afectado, de la manera más sarcástica que le fue posible. El rubio sólo se encogió de hombros.
Jungkook era una tumba, no hablaba y hubiera pensado que era una estatua de no ser porque parpadeaba. Tenía tantas ganas de darle una bonita patada entre las piernas, pero tal vez podría esperar a que no hubieran testigos.
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I'll play your game [Kookmin]
Fanfiction(+18) Jimin es un chico común y corriente, con un grupo de amigos común y corriente y una familia común y corriente. Su vida se ve vuelta patas arriba cuando cupido hace acto de presencia y se ve dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir su o...