Cuando llegó a casa sus padres ya se encontraban ahí, su horario era realmente cambiante, a veces cubrían a sus compañeros pero definitivamente ellos nunca faltaban a trabajar, ya sea porque amaban tanto su trabajo como a sus propios hijos -a Jimin al menos- o porque preferían pasar tiempo en ese hospital.
A veces preferían trabajar el día de descanso, decían que trabajaban tanto para mantenerlos bien y era su manera de demostrar amor -aún que por una parte lo entendía ya que también prefería ganarse su propio dinero, lo llenaba de satisfacción y gloria por así decirlo-. Tal vez en el pasado el peli-rosa hubiera preferido que pasaran más tiempo con él en lugar de en el trabajo, pero al transcurrir los años se había acostumbrado a una familia distante. Los dos hermanos lo habían hecho, y era por eso que sólo se hablaban en las fechas importantes.
Y ahí estaban, los platos llenos de comida acomodados en la gran mesa del comedor, el embriagante aroma de cada platillo inundó sus fosas nasales y se dejó guiar por su sentido del olfato hasta una de las sillas, ni siquiera se había deshecho de su mochila. La dejó en el suelo para luego sentarse enfrente de su madre, ya que su padre se encontraba a la cabeza de la mesa. Una sonrisa se escapó de sus labios. Podría haber sido un día de mierda, pero el compartir aun que fuera una comida con su familia, casi completa, llenaba su pecho de un sentimiento cálido.
—¿Cómo estuvo tu día?— preguntó su madre con una amplia sonrisa al tiempo que servía un poco de cada comida en el plato de su padre, quien lo miraba de manera atenta y le regaló una ligera sonrisa que llegaba también a sus ojos. Jimin sonrió contagiado por ambos a pesar de que realmente hubiera sido una porquería de día.
—Bien, no hay mucho que contar— Sólo que mis amigos me mandaron a la mierda, mi mejor amigo decidió que no existo más y estoy muerto por un tipo que está detrás del culo de una pervertida que provocó que todos ellos me odiaran, o eso parece, todo muy normal. Alargó una de sus manos para alcanzar la cuchara de uno de los platillos y así comenzar a servirse un poco de lo que fuera. Había estado tan devastado que no se había dado cuenta que su estómago se había vuelto un agujero negro.
—Me alegra saber que lo llevas bien— Comentó su padre mientras comenzaba a comer y ahora su madre se servía de cada platillo.
—¿Qué tal va lo de tu amiga la modelo? ¿Lograste algo ya?— cuestionó su madre picando la yaga. Jimin evitó que sus ojos rodaran por si mismos ante la pregunta.
—Bueno, resulta que ella no es lo que podría decirse una persona de modales respetables— era exactamente lo que quería decir, de hecho estaba completamente lejos de perra abusiva, pero sería algo que mantendría a su madre sin meterla en la conversación por lo menos hasta que lo olvidara. Las cejas de ambos se elevaron con sorpresa pero siguieron a lo suyo sin pensarlo demasiado.
—Mañana será mi descanso, se que tiene más de un mes que no tomo uno así que espero que estés listo para una tarde de pesca con tu padre— Comentó su padre animdamente, Jimin asintió con una amplia sonrisa y antes de hablar tragó su comida.
—¡Claro! Estaba esperando que me confirmaras el día de tu descanso— respondió, reacomodandose en su silla para inclinarse un poco más cerca de la mesa, con el ánimo mucho mejor de lo que había llegado.
—Ya que es una tarde de chicos tendré que buscar qué hacer. Mañana trabajo temprano y tendré la tarde libre, tal vez doble el turno— Dijo su madre mas para sí que para que ellos lo supieran.
Tenían el suficiente dinero como para vivir bien, como para darse lujos cada que les diera la gana, no sabía por qué sus padres seguían trabajando como locos, tal vez eran adictos al trabajo.
Cuando la comida había terminado Jimin se refugió en su habitación, hizo una pequeña maleta para la tarde del día siguiente con todo lo que necesitara, no sabía una mierda de pesca y su padre estaba muy lejos de ser un experto, pero en nada le haría daño pasar una tarde solo con él, con lo mucho que lo echaba de menos.
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I'll play your game [Kookmin]
Fanfiction(+18) Jimin es un chico común y corriente, con un grupo de amigos común y corriente y una familia común y corriente. Su vida se ve vuelta patas arriba cuando cupido hace acto de presencia y se ve dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir su o...