Un par de semanas habían pasado después del incidente en aquella fiesta y a pesar de lo extraño que había sido su comportamiento, sus amigos no habían tocado el tema u hostigado al respecto, lo cual agradeció. El resto de las vacaciones de verano habían transcurrido en reuniones casuales con sus amigos para pasar el tiempo. Jimin se dividía el día entre el trabajo de medio tiempo y tiempo recreativo con sus amigos. Cuando las vacaciones llegaron a su fin era hora de volver a la universidad y a pesar del par de meses que había descansado del estrés de las aulas no se encontraba preparado para volver.
Caminó con su mochila al hombro por los pasillos llenos de alumnos, con el murmullo de todas las conversaciones que se llevaban a cabo por el lugar. Se detuvo en su taquilla para meter algunas de sus pertenencias llevando consigo sólo una libreta y un bolígrafo en mano, inició su camino hacia la que sería su primera clase tomándose su tiempo ya que quedaban quince minutos para que ésta iniciara.
—¡Oye! —Escuchó a sus espaldas pero al desconocer aquella voz continuó con su camino. Lo alcanzó con un ligero trote y lo tomó de la muñeca provocando que se detuviera. Jimin dirigió su mirada a su mano y luego al rostro de la chica quien le regaló una ligera sonrisa— Eres tú, sabía que te había visto aquí— Kim Yang Mi lo soltó de su agarre y el se giró ligeramente para mirarla de frente.
—Sí, yo soy yo— se encogió de hombros haciendo lo posible por no dejar entre ver la burla detrás de su respuesta. Deseando que ella eligiera mejor sus palabras.
—Te busqué en la fiesta para agradecer lo que hiciste por detener la pelea, y discúlpame si me atreví a pensar que también fue por defenderme— la sinceridad de su intención se reflejaba en su mirada.
—No es particularmente de mi agrado que traten de esa manera a las mujeres, aun que debiste tomar tu distancia— Jimin asintió a manera de despedida y la rodeo para seguir su camino, la chica volvió a tomar su muñeca. Él se detuvo una vez más y volvió su mirada a la chica, una interrogante en su rostro que ella pareció comprender.
—¿Puedo compensarlo? —Jimin no se preocupó por esconder su gesto de sorpresa a lo que ella liberó una ligera risa—¿Invitarte un café sería mucho pedir?
—Está bien— Le regaló una amplia sonrisa, la cual la chica correspondió. Al recordar que estaba lejos de su aula y no sabía cuanto tiempo había pasado, levanto su mano izquierda con la que sostenía su libreta para ver su reloj. Faltaban sólo un par de minutos. ¿Cómo es que una platica tan corta se llevaba tanto tiempo? —Tengo que irme —la cortó antes de que dijera cualquier cosa y salió corriendo por el pasillo, giró su mirada al pasillo a su costado para cerciorarse de que no chocaría con nadie.
De pronto el tiempo pareció ralentizarse. Reconocería ese andar en cualquier lugar a kilómetros de distancia. Su cabello castaño cubriendo su frente de manera descuidada cayendo sobre sus orejas. Jimin resbaló al detenerse y la pared cubrió al chico de su visión así que retrocedió un par de pasos muy cerca de la orilla en aquella esquina. El chico lo vio, algo como reconocimiento se reflejó en sus ojos y Jimin apenas apreció el ligero tirón en la comisura de su labio, lo más parecido a una sonrisa que se dispuso a regalarle. Lo vio darle la espalda en dirección al lugar en el que Jimin había sido detenido por Yang Mi, quien seguía en su lugar. Observando todo como una especie de espectáculo, Jimin llevo una de sus manos a su rostro golpeándolo de manera ligera, pensando que no había manera de que pudiera ser aún más obvio.
En cuanto llegó a su clase, el profesor levantó la mirada de su escritorio fulminándolo, Jimin susurró una disculpa y camino hasta el fondo del aula para sentarse al lado de Tae Hyung, lo saludó con una sonrisa la cual fue correspondida con un gesto similar. Jimin cubrió su rostro con sus manos apoyándolas en la mesa frente a él, escondiéndose del profesor y deseando ser invisible para todos.
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I'll play your game [Kookmin]
Fanfiction(+18) Jimin es un chico común y corriente, con un grupo de amigos común y corriente y una familia común y corriente. Su vida se ve vuelta patas arriba cuando cupido hace acto de presencia y se ve dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir su o...