I'm not gonna hurt you

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Había dormido como un muerto y al parecer su alarma optó por sonar con un volumen más bajo que el silencio. Apenas se había bañado y había salido corriendo con el cabello mojado, así que decidió que la siempre confiable gorra le salvara la "apariencia". Decir que no era vanidoso sería mentir.
Se metió con agilidad dentro de su suéter deportivo mientras corría al auto. 

Una vez en la universidad no se dio el tiempo para detenerse en su taquilla, por lo cual pasó con rapidez en dirección a su segunda clase, a la cual estaba a punto de llegar tarde. En el umbral de la puerta jadeó sin aliento y continuó su camino a su mesa, siempre al lado de la de Tae. 
Un par de clases transcurrieron, para dar lugar al descanso, El estomago de Jimin suplicaba por un trozo de pan. Lo necesitaba con urgencia y desesperación. Así que caminó al lado de Tae en dirección al comedor para comprar cualquier cosa que lo alimentara lo suficiente para no desfallecer. 

—Sé discreto, Yang Mi se acerca desde tu izquierda— advirtió Tae, Jimin como alma que lleva el diablo se apresuró entre la gente dando codazos y empujones, siendo lo más discreto que pudo. Lo cual lo ayudó a comprar mucho más rápido su comida y la de su amigo. Se acercó a este y maldijo por lo bajo al ver que Yang Mi ahora estaba con él. 

Que se vaya. Que se vaya. Que se vaya. Suplicó como un mantra en su mente.

Era muy tarde, ella lo vio con todas esas cosas en sus manos. Jimin fingió una sonrisa y terminó su recorrido hacia ellos. 

—¡Chimchim! Te estaba buscando —Tae falló al ocultar su risa que sonó más como un estornudo, Jimin lo fulminó con la mirada y Yang Mi alternó su mirada entre los rostros de los chicos— ¡Wow! Esa ropa te queda muy bien, te hace ver muy varonil— al recibir aquel cumplido, Jimin no quiso pensar en lo que verse muy varonil quería decir a comparación de la ropa que usaba normalmente. 

—Tú puedes llamarme Park Jimin —Soltó como una orden detrás de una sugerencia, manteniendo una sonrisa amistosa.

—Prefiero Chimchim— ella se encogió de hombros y él supo con esa simple acción que había descartado su advertencia así de fácil. Jimin, con su nula paciencia, sintió su cuerpo arder en ira y su rostro pareció reflejarlo ya que tanto Tae como Yang Mi deshicieron sus sonrisas. 

—Yo no, no voy a repetirlo —advirtió una vez más, Tae se interpuso entre ellos y tiró levemente del brazo de su amigo para calmarlo. 

—Él realmente odia esos sobrenombres. También tiene hambre y se pone de muy mal humor —acotó, con una sonrisa en su rostro para aligerar el ambiente. Yang Mi sonrió también y Jimin hizo lo posible por fingir su mejor sonrisa calmando el fuego en su interior a un ritmo lento. 

—¿Puedo comer con ustedes? —Jimin rodó los ojos mentalmente. Tenía que estar bromeando. Tenía que estar de puta broma. Un músculo en su rostro se tensó y no tenía idea de en que momento esta chica había empezado a ser tan insoportable para él, no sabía cómo había pasado de ser la chica amistosa a que ahora la viera como una rata apestosa que sentía la necesidad de envenenar. 

—¿Van a comer de pie o van a acompañarnos en la mesa?— Al escuchar aquella voz Jimin sintió que las brazas de la ira desaparecieron haciendo su cuerpo derretir, giró la cabeza en su dirección actuando lo mejor que pudo para parecer imperturbable pero su postura reflejaba como su temperamento se había calmado en seguida— Yang Mi... hola.  —Y la odió, la odió por hacerlo titubear con esa sonrisa tan encantadora. Se odió a sí mismo por estar tan perdido en tan poco tiempo y no poder controlar sus sensaciones y sus sentimientos. La odió por prestarle tan poca atención cuando JungKook le brindaba toda la suya. 

I'll play your game [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora