Toy

2.5K 246 39
                                    

Estaba tan sorprendido como seguramente lo estaría cualquier otro si le contaba aquello. Ahora mismo Jungkook dormía a su espalda, sus brazos rodeaban la cintura de Jimin de manera ceñida atrayéndolo a su cuerpo a pesar de haber estado dormido desde hace un par de horas. El pelinegro no podía conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en que seguramente ya estaba durmiendo y por esa precisa razón no quería cerrar los ojos, no por el miedo de que al despertar el chico de cabellos castaños desapareciera y sus brazos no siguieran rodeándolo de esa manera. Después de lo que había pasado entre ellos Jungkook se había preocupado por su estado y lo había llevado a la cama para evitar que caminara, eso lo había descolocado, ya que el Jungkook que él conocía era todo menos amable y sobre todo, nunca se preocuparía por el bienestar de Jimin, pero ahora parecía que era una persona completamente diferente, no lo entendía, se quebraba la cabeza intentando comprender sólo un poco de todo aquello. 

Después de todo, no sentía como si hubiera perdido en aquél juego y no sabía si eso lo volvía más estúpido por sentir que había ganado algo cuando con Jungkook nada era seguro, con Jungkook nunca se ganaba.

Tal vez debería fingir que sentía que había perdido y entonces el castaño se sentiría feliz con eso y no buscaría otra forma de vengarse.

Ahora mismo se había dado el tiempo de pensar en muchas cosas. La primera de ellas fue como Jungkook sabía que sus padres estaban despiertos, y esa fue la menos complicada de todas ya que seguramente había tenido que encontrar una manera de entrar al hogar de Jimin para llevar a cabo lo que tenía planeado hacer. 

La segunda era igual de fácil: la manera en que había entrado lo había descubierto después de comerse la cabeza por un rato, ya que su mala memoria no le había permitido recordar que había dejado la maldita ventana semi abierta por su estúpida claustrofobia.

La tercera que era un poco, por no decir muy, complicada, debido a que se tenía que entender la mente de Jungkook y como esta maquinaba en el interior de su cabeza para poder llegar a una conclusión que Jimin aún no tenía. ¿Por que razón Jungkook había decidido llegar a su casa a esas horas de la madrugada para castigarlo?  Cuando podría esperar al otro día y hacer lo que siempre hacía. Eso lo llevó a pensar en lo que había sucedido esa mañana en el aula abandonada en la cuál lo había marcado de manera tan exagerada diciendo que era suyo. Si supuestamente a Jungkook no le iban los hombres, que alguien le diera una maldita explicación de por qué ahora mismo estaba compartiendo su cama desnudo y se aferraba a su menudo cuerpo con todas sus fuerzas. 

¿Eres estúpido?
Date cuenta que solo eres un maldito juguete, Park.

En esos momentos maldecía a su consciencia por ser tan realista, y en cierta parte estaba equivocada, él no era un juguete, era un perro callejero mojado por la lluvia a vista de jungkook,  le tenía compasión así que solo le daba un poco de cariño como un pasatiempo, lo desecharía una vez mas ya que se aburriese, pero si los dos disfrutaban ¿qué mas daba?

El mayor tenia algo claro,  esa noche no dormiría, si es que no estaba en ese preciso momento en un maldito y majestuoso sueño, ya que el menor comenzó a moverse en su lugar pero ahora colocando su rostro muy cerca del cuello de Jimin, ante lo cual éste se estremeció al sentir su cálido aliento chocar contra su cuello,  hizo que todos sus pensamientos se fueran a la mierda solo al sentir su calidez, lo que hizo lugar a miles de dudas mas. ¿Qué pasaría si se daba la vuelta?¿Con qué se encontraría?¿Como seria volver a ver un Jungkook pacífico?¿éste realmente era verdad y no estaba en una especie de realidad alterna en la que había un chico tan perfecto como él?¿Era lo correcto voltear?
En el momento que respondió mentalmente todas sus lógicas preguntas decidió voltear y mirarlo,  no quería olvidar por nada el rostro de Jungkook esa noche así que dio una vuelta entre sus brazos de manera exageradamente lenta para intentar no perturbar el sueño del castaño quien hizo retroceder su cabeza aun entre sueños apoyándola nuevamente sobre la almohada. Una vez logrado aquello miro su rostro
¿Cómo podía a existir algo tan perfecto en este mundo?

I'll play your game [Kookmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora