Capitulo 6: Celos

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Observó nuevamente a la pareja que se encontraba desayunando frente a él. Ya había pasado una semana aproximadamente, y aún no podía olvidar aquella escena que tanto lo había desconcertado. Aunque no entendía el porque de tal desconcierto. Miró a la pelirosa, la cual reía-quizás por algún comentario estúpido de parte del ojiazul, eso lo irritó.

-menudos idiotas...-gruñó mientras tomaba un sorbo de su café-...ahora se la pasan hablando y riendo por todo y nada...

Cerró los ojos con pesadez intentando ignorar las constantes rizotas de sus compañeros. No pasaron más de cinco minutos cuando él ya se había levantado y había salido de la mansión dando un fuerte portazo, estremeciendo a quienes minutos antes, estaban histéricos de risa.

-¿Qué le sucede a Sasuke? Hace días que lo noto muy extraño...-exclamó la chica intentando parecer indiferente

-no lo se... quizás ya se enteró de a cuenta del cine...-un escalofría recorrió su espalda al imaginar el rostro de Uchiha al ver la cantidad de dinero que tendría que desembolsar

-no, no lo creo...de ser así no estarías ileso Naru-baka...-rió la kunoichi mientras terminaba su café ante la irritada mirada del shinobi

-ese apodo no me gusta gatita...-gruñó enfatizando lo último

-al igual que a mí no me gusta ese apodo...-gruñó también-...Naru-baka...

El chico se cruzó de brazos e hizo una mueca de disgusto, sacándole una leve carcajada a la pelirosa. La chicha suspiró y miró el reloj que estaba en la pared. Marcaba las diez en punto, debía ir al hospital. Bufó molesta mientras tomaba su mochila, caminó hasta el rubio y revolvió su cabello.

-Nos vemos en la tarde Naru-baka...-escuchó los alegatos del chico y rió por lo bajo-... aún le falta madurar...

"¡sha! ¡Es un bebé Shannaro!"

Salió de la casa, mientras posaba una mano por encima de su rostro al sentir tan potentes los rayos del sol. Aquella mañana era cálida, típica mañana de verano. Estiró sus brazos y aspiró profundamente el aroma de la brisa. Aquello la animaba cada mañana, era algo que le daba fuerzas para poder ir a trabajar. Caminó un tanto y volteó a ver al joven que yacía apoyado en un árbol que adornaba aquel amplio jardín. Sonrió traviesamente al ver su semblante tan frío y distante, le causaba gracia ver que alguien pudiese estar con esa cara más de un día y no soltar siquiera una carcajada...le demostraba que era un amargado.

"¡se ve tan lindo cuando está pensativo!"

-no seas tonta Shannaro... no es lindo ver a un amargado...

"¡Sasuke-kun no es un amargado!"

-ya...-caminó hasta él y se detuvo a un par de metros, cubriéndose por completo con la sombra del frondoso árbol-... ¿oye Sasuke?-el ojinegro ni la miró-¿Estas molesto?-insistió ella, al verse ignorada. El simplemente cerró los ojos con cansancio y suspiró levemente.

-hmp...-fue todo lo que contestó

La chica hizo una leve mueca y desvió la mirada. Pasaron unos pocos segundos en silencio, incómodos para ella. Suspiró derrotada para luego retomar el camino hasta el hospital. Aquel día ni ella ni Sasuke estaban de ánimos para discutir.

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La observó irse un tanto irritada. No era que le importase, pero tampoco le agradaba saber que por su conversación-si es que podía llamarla así- ella haya terminado ofuscada.

-molesta...-pensó sin dejar de mirar la reja por donde segundos antes su compañera había salido

Alzó su mirada centrándose en el movimiento de las hojas que danzaban con el compás de la brisa. El sonido que provocaban cada vez que se rozaban era algo que le trasmitía paz y lo calmaba con rapidez...era por eso que en ese último tiempo, cada vez que esa extraña ira se apoderaba de su pecho al ver al rubio y a la ojijade tan juntos, salía y se apoyaba en el tronco de ese antiguo árbol, inhalando el aroma del verano y escuchando el susurro de las hojas.

Tres Hombres Y Una KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora