Capitulo 30: El regalo perfecto

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24 de diciembre 7:30 hrs

Noche buena, Mansión Uchiha

El sonido del despertador resonó fuertemente a su lado haciéndola gruñir con desesperación. Estiró la mano tanteando el borde de su mesa de noche para poder encontrar el bendito aparato que la torturaba con su chillido infernal pero sin éxito alguno. Se incorporó a regañadientes para mirar en dirección de aquel sonido. El despertador se encontraba detrás de su lámpara de noche dando fuertes tiritones al momento en que las campanillas sonaban...claro, ella lo había dejado allí para obligarse así a incorporarse y despertar.

Se estiró con pereza para luego coger el reloj y apagar la alarma observándolo con infinito odio...detestaba tener que levantarse a esa hora, pero tenía muchas cosas por hacer aquel día y por ende quería terminar antes de que fuese demasiado tarde, además aún debía recoger y pagar los regalos que había dejado encargados. Dio un bostezo cansado mientras se levantaba para caminar hasta su armario y sacar un atuendo simple...unos pantalones de cotele rosa y su fiel chaleco rojo de invierno. Una vez hecho caminó hasta el baño para darse una ducha rápida. Solo quince minutos fueron necesarios para estar completamente despierta y lista.

Caminó hasta la puerta del Uchiha y quitó el seguro a pesar de que sabía que el no se levantaría...no por la hora, sino porque la había estado evitando desde aquel día del baile...casi nunca pasaba en la casa y las pocas veces que se veían, la ignoraba y se marchaba dejándola con las palabras en la boca...y lo peor del caso es que estaba sola, ya que Naruto y Kakashi habían sido encomendados a una misión- pero les había hecho prometer que regresarían antes de las diez de aquella noche- por lo que ella ya había preparado gran parte de las cosas, incluso había comprado el árbol el cual había pedido fuesen a dejarlo esa mañana.

Dejó escapar un suspiro mientras se dirigía hasta el espejo y se amarraba el cabello con una cola rápida. Ahora tenía muchas cosas que hacer, por lo que no iba a distraerse por culpa del idiota de Uchiha...a pesar de que aquello la estuviese matando.

"ahora lo mejor es que hagamos lo que tenemos que hacer...y cuando sea el momento hablaremos con el..."

Sakura asintió más que nada por inercia, no tenía tiempo ni ánimos de discutir ese tema con su inner. Salió del baño con rapidez para dirigirse hasta la cocina y comenzar con la limpieza.

No tardó más de una hora en limpiar toda la planta baja del lugar. Miró el reloj que descansaba en la cocina mientras se estiraba para destensar sus músculos. Marcaba las ocho y media en punto. Cogió el balde con agua que estaba utilizando para trapear y subió hasta la otra planta dirigiéndose principalmente al cuarto del ojinegro. Ya estas alturas debía estar despierto y quizás podría pedirle ayuda.

"sabes que no es por eso que quieres ir primero a su cuarto..."

La ignoró completamente para concentrase en tocar la puerta, pero a penas sus nudillos rozaron la madera esta se abrió mostrando la imponente imagen del Uchiha menor quien la miró con frialdad. La kunoichi se cohibió ligeramente ante aquello pero se compuso casi de inmediato; esbozó una ligera sonrisa mientras le enseñaba el balde a lo que el le dio el paso para que ingresase para luego disponerse a salir.

-Sasuke...-el aludido se detuvo a medio camino-...este...yo...

-...iré a entrenar...-masculló para finalmente marcharse de allí dejándola con las palabras en la boca...otra vez...

Se mantuvo mirando el lugar en donde minutos antes se encontraba el ojinegro para luego dejar escapar un bufido... ¿Qué mierda le había pasado? ¿Por qué la evitaba? ¿Por qué huía así? ¿Y por que justo ahora que ella había decidido volver a...? Se pasó la mano por los cabellos para luego gruñir...lo mejor era que dejara de torturarse con esas preguntas y comenzara a organizar todo para esa noche. Solo faltaba adornar y buscar los obsequios, ya que la cena ya la había adelantado bastante la noche anterior, por lo que solo tendría que darle los toques finales.

Tres Hombres Y Una KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora