Epilogo: Tres hombres y una Kunoichi

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Sus ojos se iluminaron en el mismo instante en que leyó los resultados que tenían en sus manos. Tembló con levedad, debido a la excitación del momento y alzó la mirada encontrándose con los ansiosos ojos celestes de su amiga. Le extendió el papel que leyó con rapidez, al mismo tiempo que también dichos ojos se iluminaban de felicidad... ¡el momento de su amiga había llegado!

Positivo.

-¡los exámenes dieron positivo! ¡Cerda! ¡Dieron positivo!

"¡shannaro! ¡Positivo! ¡Positivo!"

-¡lo sé, lo sé frentezota!

Ambas amigas intercalaban miradas entre ellas y el papel en donde se afirmaba lo que para la pelirosa fue al principio una suposición. En sus labios se estamparon dos amplias sonrisas llenas de alegría, al mismo instante en que se abrazaban y comenzaban a dar pequeño saltos de emoción y vociferaban gritillos de júbilo. Las enfermeras que por allí pasaban no podían evitar reír y sonreír ante la alegría de su superiora...

Se veía tan radiante, tan hermosa, tan feliz... ¿y quién lo diría si su esposo era el mismísimo Sasuke Uchiha? El hombre más frío, indiferente, soberbio y arrogante de toda la aldea...si bien, muchos admitían que todo aquello había disminuido quizás en un 0,00001% que lo hacía algo más..."agradable" pero no encontraban que fuese suficiente como para que aquella muchacha se viese siempre tan alegre y con una preciosa sonrisa sobre los labios.

-¡tengo que decírselo ahora mismo!

-¡no tonta!...-Ino sonrió-...díselo hoy en la noche, recuerda que el pobre tiene mucho trabajo...

-pero...

"¡la cerda tiene razón! Sasuke-kun ha estado trabajando mucho últimamente...-suspiró-...ni siquiera sé cómo se dio el tiempo como para dejarnos en este estado...jiji..."

Sakura se sonrojó poderosamente-...bueno...el siempre tiene ánimos cuando se trata de... "eso"...

"jajaja ¡es verdad...!"

-¡mira nada más! ¡Ya pusiste esa cara de pervertida...!-rió la rubia al ver el sonrojo de su amiga, quien la fulminó con la mirada-...deja de pensar en cochinadas... ¡y anda a trabajar frentezota!

Haruno dio un brinco. Cierto, si deseaba comunicarle la gran noticia a su marido lo mejor era que terminara temprano con todas sus obligaciones. Se despidió de la ojiceleste con un gesto brusco e irritado por sus constantes burlas, para luego perderse entre los pasillos y terminar con sus deberes.

A pesar de que el trabajo fue extenuante y agotador, no hubo segundo en que aquella sonrisa desapareciese. Realizó cada tarea, cada uno de sus deberes correspondientes con alegría y disposición que dejó deslumbrado a todos sus pacientes sin excepción.

Llegada la hora de salida, se apresuró en llegar a casa. Ésta quedaba un poco más lejos de su trabajo, pero no importaba; lo fundamental ahora era estar allí lo antes posible...o al menos antes de que Sasuke regresara...

Porque sí, muchas cosas habían cambiado en esos dos años que llevaban de casados, tanto en sus vidas como en la misma villa. Habían abandonado los territorios Uchiha producto a un ataque sorpresa que afectó mayormente el centro de la aldea hacia ya un año, provocando que gran parte de aquellos dominios desaparecieran y quedasen solo escombros, dejando con suerte la mansión intacta. En base a eso, la Hokage-luego de una larga charla-los convenció de vivir más en el centro de Konoha, y admitía que le era de cierta manera un poco más cómodo. Estaba más cerca de sus amigos y compañeros...y del mercado...pero eso era tema secundario, lo fundamental era que estaba próxima de quienes amaba y apreciaba.

Tres Hombres Y Una KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora