Capitulo 32: La verdad detrás de los jades

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El sueño se le hacía más y más difícil de conciliar. Aún podía sentir miles de mariposillas revoloteando en su vientre provocándole un incesante cosquilleo que la hacía sonreír como tonta. Aún no podía creer que lo hubiese besado...era algo que nunca llegó a pensar que podría suceder... ¡ella! ¡Ella la molesta besó al mismísimo Sasuke Uchiha! Eso era algo que no se veía todos los días...

Sus mejillas se tornaron carmesí al recordar el preciso instante en que sus labios se juntaron...había sido algo brusco al principio, impetuoso, incluso posesivo, aunque esperable en el vengador. Colocó una mano rozando tímidamente su labio inferior dejando escapar una leve risa risueña. Cualquiera que la hubiese escuchado pensaría que estaba loca... ¡pero qué importancia tenía eso si había besado al chico al que amaba desde que tenía diez años! Y tenía que admitir que había sido tal cual como había imaginado, es más, estaba segura que besaba mil veces mejor que Yusei.

Rodó sobre la cama mientras sus ojos jades se posaban en el techo de su habitación...recordar al castaño le había quitado todo el ánimo y la alegría que sentía por verse realizada. Le dolía recordar aquella noche en que...

Se incorporó de golpe mientras negaba con ahínco...no iba a recordar eso, no, no, no, no y no...ambos sabían que esa relación era algo pasajero, que ella hubiese querido convencerse de lo contrario era otra cosa... lo mejor era olvidar, además habían quedado en claro que solo serían compañeros shinobis, puesto que él le pidió que se alejaran.

Culpa, culpa era lo que sentía cada vez que recordaba eso y le quitaba el sabor dulce de su boca para convertirlo en algo amargo...se sentía culpable porque a pesar de todo, a pesar de que estaba clara de que nunca podría olvidar a Sasuke, igual utilizó a aquel jounnin para tratar de sacárselo de la cabeza..."un clavo saca a otro" dicen por allí...puede que para algunos eso se cumpla, pero para ella no...Jamás pudo quitarse aquel sentimiento, jamás pudo dejar de sentir ese amor tan grande por el menor de los Uchiha. No entendía realmente el porqué...pero era algo mucho más fuerte que ella...algo que la hacía sentir en las nubes cada vez que él la miraba con aquellos ojos tan profundos y oscuros, algo tan fuerte que la dejaba sin aliento y sus piernas flaqueaban como si se tratasen de finos alambres...

Unos tiernos gemidos la despertaron. Ladeó el rostro encontrándose con su pequeño cachorro que la miraba con impaciencia. Ella sonrió ampliamente mientras lo sujetaba en brazos y lo metía en la cama.

-¿tienes frío Gin-chan?

"como si fuera a contestarte..."

El pequeño siberiano se acurrucó en su vientre, enrollándose para finalmente posar su cabecita sobre su pata izquierda volviéndose a dormir profundamente. Sakura lo acarició con ternura hasta que el sueño comenzó a ganarle. Antes de que sus ojos se cerraran por completo miró la hora...las 03:15 AM...esa mañana se levantaría temprano para ir a visitar a su madre. Se acurrucó un poco más para finalmente dejarse vencer por el sueño pero no sin antes susurrar el nombre de quien hace momentos antes le hizo mantenerse despierta...

-Sasuke-kun...

Escuchó como su nombre escapaba de sus labios antes de quedarse profundamente dormida. Entró a la habitación con sigilo sin dejar de estar atento a cualquier movimiento que le alertase que debía marcharse. Se encaminó hasta su cama para acuclillarse y tener una mejor perspectiva de su rostro apacible...corrió unos cuantos mechones que se deslizaban por su mejilla y tapaban sus labios entreabiertos...aquellos que segundos antes había tenido el gusto de probar...

-molesta...-susurró despacio sin dejar de mirarla

La kunoichi se removió un poco pero él se mantuvo allí, además de cierta manera no le importaba que lo descubriese en aquellos momentos. Acarició con cuidado los tibios labios de la chica mientras sonreía... ¿Quién diría que iba a llegar el día en que pudiese animarse a besarla...? En aquellos instantes el orgullo y la arrogancia habían quedado atrás para simplemente dejarse llevar por sus impulsos y sus deseos...admitía que tuvo que contenerse para no mantenerla a su lado, estuvo a punto de sujetarla e impedirle que se marchara...quería seguir besando sus labios, solo quería seguir sintiéndola cerca, a su lado.

Tres Hombres Y Una KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora