Capitulo 33: Ojos Azules

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Ambos salieron a la entrada de la inminente mansión. La pelinegra bajó la mirada ruborizada mientras que el rubio sonreía de manera nerviosa y torpe. Un silencio se posó entre ellos, el cual ninguno se atrevía a romper...no les resultaba incómodo, más bien era ese silencio el cual los mantenía juntos en esos instantes.

-este...g-gracias por recibirme en tu casa Hinata-chan...

La de ojos perla asintió levemente-...n-no tienes...que agradecer...Naruto-kun...

Uzumaki se balanceó distraídamente en su lugar mientras Hinata observaba el suelo cubierto de nieve como si eso fuese lo más interesante del mundo. Finalmente el kitsune carraspeó captando su atención.

-bue-bueno debo irme...g-gracias por tu obsequio...e-en verdad...

La kunoichi se sonrojó fuertemente-...t-también t-te agradezco...e-el obsequio que me diste...

Naruto tragó con dificultad mientras daba un par de pasos para acortar la distancia entre los dos. Hinata se sintió estremecer al sentir el calor de su cuerpo; con lentitud alzó su sonrojado rostro encontrándose con los mares del kitsune el cual la miró embelesado. Se mantuvieron así por eternos segundos que para ellos fueron horas, hasta que el shinobi comenzó a acercarse con lentitud. La kunoichi cerró los ojos casi al instante, temblando de emoción, sintiendo que su corazón latía a una velocidad desconocida para ella pero que no le resultaba en lo absoluto desagradable. Sintió el leve roce de su aliento sobre sus labios provocando que su piel se erizara bajo su grueso abrigo tan usual en ella...estaban a solo un par de milímetros de distancia.

Ambos corazones latiendo a mil por hora; ambos ansiosos por sentir el tibio contacto del otro; uno que caía de lleno a la fría nieva ante los pies de la chica...esperen un segundo... ¿cayendo? ¿Por qué se había caído? ¿Y qué era esa presión que sentía sobre su cabeza?

La de ojos perla miró tímidamente al ojinegro el cual de un salto de alejo quitando su peso de la cabeza del rubio, el cual mantenía su cara pegada a piso. Naruto una vez que se vio libre alzó histéricamente la cabeza mientras escupía la nieve que aquel idiota le había hecho tragar. Miró colérico a su atacante a la vez que se levantaba de un salto para encararlo con furia...

-¡ ¿Qué demonios te pasa teme como interrumpes de esa manera mi beso con Hinata?!-la aludida pegó un brinco para luego comenzar a jugar con su pulgares nerviosa

-no tengo tiempo para tus tonterías Naruto...-el aludido arqueó una ceja. Notó su semblante lleno de preocupación y al pequeño siberiano que gemía afligido como si algo lo tuviese preocupado

-¿Qué haces con Gin-chan?

-de eso vengo hablarte...-el rubio se tensó

-¡¿le ocurrió algo a Sakura-chan?!

-¡te explico en el camino ahora deja de perder el tiempo!-Con rapidez el Uchiha caminó hasta la ojiperla para entregarle al cachorro-...cuídalo, si algo le pasa Sakura no me lo perdonaría...

Hinata asintió levemente-...n-no te preocupes...y-yo cuidaré de él...

-¡vamos Naruto!

Uzumaki asintió al instante para luego entregarle una leve mirada a la Hyuga la cual sonrió para tranquilizarlo. Los dos shinobis desaparecieron del lugar para comenzar a saltar entre los tejados con rapidez. El ojiazul le entregó una mirada interrogante en el camino, la cual no pasó desapercibida por el vengador.

-hoy fuimos al cementerio...

-¿al cementerio? ¿Fueron a ver a tus padres?

Sasuke entrecerró los ojos-...sí pero...también fuimos a ver a su madre...

Tres Hombres Y Una KunoichiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora