Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)

Mi vida en tus manos

Dedicado a ToruTaka

Narra (T/N)

En el bosque hacia frio, pero no pensaba quejarme, ya era suficiente con que Light me hubiera presentado ante Rem.

Los Shinigamis, Light y yo nos encontrábamos en el corazón de un extensa y nebulosa foresta, con ambas Death Notes en manos de mi novio. Estaba ansiosa y preocupada por el elaborado plan que Yagami había hecho en tan solo unas cuantas horas... ¿Y si algo salía mal?

-Renuncio a la propiedad de este Death Note- las palabras de Light me sacan de mis pensamientos y me hacen ver que ya ha entregado a Rem la Death Note de Amane-, para entregársela a (T/N) Rokujo.

Siento un escalofrió en todo el cuerpo en cuanto Yagami pronuncia esas palabras, siento el peso del mundo caer sobre mis hombros y el alma caerse a mis pies. Esto era real, era dueña de una Death Note y de mi dependía la seguridad del hombre al que amo. ¿Por qué mejor no me había matado?

-Cuida de Misa- le advierte Rem a Light, viéndome con odio-. Lo prometiste.

Yagami no contesta, pero en vez, observa directamente a los ojos de la Shinigami; le dirige una mirada que deja claro sus intenciones: Salvar a Misa. Aunque no me pareciera, por más que deseare que Amane se pudriese en una celda de contención, mi novio aun la necesitaba para matar a L. Esa era otra de mis razones para querer evitar que la rescatara, en cuanto esa rubia estuviera libre sería el fin de Ryuzaki... Y no podía permitir eso.

Unos segundos de tensión bastan para que Rem desvié la vista y se posicione detrás de mí. ¡Genial! Ahora estaba condenada a ser observada por ella tanto día como noche.

-Como lo pensé- comenta de repente él-. Mientras tenga la libreta de Ryuk, a pesar de haber renunciado a la de Rem, todavía puedo acordarme de ella.

-¿En verdad quieres esto, Light?- le pregunto a mi novio sintiendo un nudo en el estómago.

-Eres la púnica persona en la que confió, (T/N), siempre lo he podido hacer y no creo que esta sea la excepción- Yagami solo provoca más ansiedad en mí. ¿Y si fallaba?-. Ahora, solo recuerda el plan B, en caso de que el primero falle.

-Nunca imaginé que el Death Note que te di terminaría enterrado y abandonado- comenta Ryuk viendo al suelo, disgustado.

-Escucha, Ryuk, por ahora, solo lo he ocultado, pero sigue siendo mío, hasta que me escuches decir las palabras: "olvidarme de él". Cuando lo diga, sin importar el contexto, asume que renuncio a la propiedad del Death Note.

-Entiendo- confirma el Shinigami, con una sonrisa malévola que provoca en mí, arcadas. La presencia de Rem, callada e invisible, me perfora la garganta y siento que en cualquier momento mis jugos gástricos se van a esparcir por el suelo.

Narra Light

-Hola, ¿Ryuzaki?- hablo por el teléfono-. Tengo que decirte algo urgentemente, ¿crees que pueda ir con ustedes?

-Sí, entiendo- responde al otro lado de la línea-. Te esperamos en la habitación K-2801 del Hotel Shibuya.

-Voy en camino.

Cuelgo y guardo mi celular en el bolsillo de mi chamarra, para luego voltear a ver a Rokujo, que está sentada en el asiento de copiloto del carro de su padre.

-¿Vas a hacerlo bien, verdad? No quieres que nada malo me pase.

-Por supuesto que no, haré lo mejor que pueda.