Acosador

2.1K 195 97
                                    

Narra Light

Realizar que (T/N) sí se iba a casar, ocupa mi mente por más que intento quitar el pensamiento de mi mente. ¡No era importante! ¡Yo podía tener a quien quisiera! No la necesitaba.

La pantalla principal cambia del noticiero al fondo blanco con una letra negra a la mitad, seguido de una alarma que indica una llamada entrante. Contesto con pereza, listo para prender el micrófono, pero la voz de Near hablar antes de que siquiera lo agarre.

-L, si Aizawa-san está ahí, ¿podría hablar con él?

Shuichi corre al micrófono antes de que siquiera lo piense y lo prende tan rápido que apenas capto su movimiento. Estaba algo anonado, ¡tenía que quitarme la imagen de Rokujo de la cabeza de una vez por todas! 

-¡Near! Habla Aizawa, ¿qué pasa?

-Cuando L se encuentra con Takada, ¿hay cámaras y micrófonos para grabar sus conversaciones?

-No... Por ahora, solo micrófonos- Aizawa me voltea a ver de mala manera, poniendo de mal humor, más de lo que ya estaba.

-Ya veo. Solo utilizan micrófonos. Muchas gracias.

¡Lo que me faltaba! Si Rokujo hubiera estado aquí, se le hubiera ocurrido un plan mejor que irme a una habitación de hotel con Takada sin cámaras.

Era una imbécil por irse.

Narra (T/N)

Me estaba quedando dormida y además hacía mucho calor, pero no podía quitarme la mascada o los chupetones que Teru había dejado en mi cuello se verían y eso no era decente.

-¿Por qué tenemos que probar cada pastel?- me quejo, tomando una cucharada de otra prueba-. ¿No podríamos comprar cualquiera?

-Los expertos dicen que, aunque pueda parecer banal y sin importancia, este tipo de actividades son las que hacen que una pareja se una más.

-Pero...

-Pero nada- mi prometido me besa la nariz entre risas-. Ahora, sigue comiendo.

-Ya acabe- me pasó el último bocado de pastel-. Este era el último.

-¿Y cuál de gusto más?

-El de chocolate con fresas.

-Entonces llevaremos ese.

Suspiro aliviada de que la tortura al fin acabará, y me recargo sobre la pared en lo que Teru va a hablar con la pastelera, observando la larga mesa llena de pasteles de todo tipo. Cierro los ojos y me concentro en mi respiración, tratando de relajarme.

El día había sido de lo peor, nos la habíamos pasado probando vinos, viendo arreglos florales, decoración, colores, el menú del banquete y los malditos pasteles... ¡Ya no podía!

Abro los ojos de repente al sentir a alguien observándome y me encuentro con un par de ojos azules viéndome fijamente. Frunzo el ceño y el desconocido desvía la mirada, caminando hacia otro lado del local.

Ese hombre no me daba buena pinta, nos había estado siguiendo todo el día. Al principio, lo había visto en la licorería donde probamos los vinos y después en la florería; como la tienda estaba a unas cuadras de la antes mencionada, pensé que había sido pura casualidad, pero conforme avanzaba el día, él parecía estar en todas partes.

Trate de hacerlo pasar por paranoia, a pesar de que mi instinto me gritaba que había algo mal. Ahora, era innegable, ese hombre nos estaba siguiendo a Teru y a mí... ¿Por qué?

-Ya podemos irnos- Teru me toma del brazo y salimos del lugar, para después caminar hacía el coche.

Quien quiera que fuera no era muy bueno haciendo su trabajo, pues casi nos iba pisando los talones. Volteo a ver a Teru en busca de algún indicio de que él también se hubiera dado cuenta, pero parece complemente ajeno a la situación

Nos subimos al coche y amarro mi cinturón, algo ansiosa por ese hombre. Teru prende el coche y arranca con tranquilidad, poniendo una mano sobre la mía.

-¿No notaste algo extraño?- abro la ventana un poco y asomo la cabeza para confirmar que había un auto siguiéndonos.

-¿Cómo qué, linda?

-Nos están siguiendo- comento sin más, cerrando la ventana.

Teru me voltea a ver entre divertido y nervioso.

-¿Quién?

-El auto de atrás... El hombre que viene adentro nos viene siguiendo desde la licorería.

Teru se queda callada, adoptando una expresión seria que me da un escalofrío, y detiene el coche frente a un banco. Nos quedamos dentro del coche unos minutos antes de que me apriete la mano y salga del carro.

-Quédate aquí.

Veo el espejo retrovisor, para no ser tan obvio, y noto que el otro auto se ha detenido a unos metros de nosotros. Mi prometido entra en un cajero automático y saca algo de dinero, para después volver y meterse en el coche.

Sin decir nada, vuelve a arrancar y ya estando de nuevo en movimiento, sin voltearme a ver, habla lentamente y con tranquilidad:

-Tienes razón, nos está siguiendo. No sé para qué, pensé que quizá querría asaltarnos, pero lo habría hecho apenas salí del cajero automático.

-Llamaré a la policía- saco mi celular, dispuesta a marcar el número de Touta, pero Teru me detiene.

-No, a la policía no, espera un poco.

Su mano se posa en mi pierna y se concentra en el camino, probablemente pensando en que hacer en esta situación. No lo cuestiono, pensando que quizá la situación tendría que ver con la Death Note.

Llegamos a la casa, donde Teru se baja casi corriendo del coche y abre mi puerta, extendiéndome una mano para salir. La tomo y me tomo fuertemente del brazo en lo que caminamos a la entrada.

Aquel hombre va tras de nosotros y, antes de que podamos alcanzar la puerta principal, Teru me suelta y camina al hombre, agarrándole del cuello y aplastándolo contra un coche cercano.

-¿Qué quieres? ¿Por qué nos sigues?

-Teru...- trato de acercarme a él, para calmarlo, pero él me señala e indica que me aleje.

-¿¡Quién eres!?

-¡Mi nombre es Dane West!- el extraño parece aterrado, ni siquiera quiere moverse-. ¡Vengo siguiendo a (T/N) desde hace semanas! Ella... Ella... Ella es muy linda y no pude evitarlo...

Las facciones de mi novio se tranquilizan después de esas palabras, pero aún está enojado, se le nota en los ojos.

-Qué asco me das, extranjero desgraciado- Teru lo suelta y camina hasta donde yo estoy, donde me toma de la cintura y me pega a él-. No te sorprendas de ver tu nombre escrito en una página pro-Kira, mira que acosar jóvenes mujeres no es muy decente que digamos.

-¡No! ¡Por favor!- el hombre se quiere acercar, pero Teru lo voltea a ver de mala manera, deteniéndolo-. No lo volveré a hacer, ¡es la primera y última vez!

-Eso dicen todos.

Entramos a nuestra casa aun escuchando al extraño rogar por preservar su nombre detrás de nosotros. No me creía esa historia, el apenas nos había comenzado a seguir hoy, si hubiera pasado semanas siguiéndome me habría dado cuenta, estoy segura.

-Todo estará bien amor, no volverá a molestarnos- Mikami me da un beso y camina hacía su estudio. Sé lo que va a hacer-. Tengo algo de trabajo, tú ve a dormir, te ves cansada.

Le doy la mejor sonrisa que puedo y subo las escaleras hacía la habitación. Ese hombre no era mi acosador, era casi obvio... ¿Quién lo había mandado? ¿Near? ¿Light? Algo muy malo se estaba formando alrededor de mí, pero no podía dar con qué.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora