Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)

Malicia

Takada caminaba tranquilamente hacía las instalaciones de su trabajo, los flashes de las cámaras y gente gritando fuera del edificio de alguna manera haciéndola sentir superior a todos ellos. Era una celebridad, la elegida de Kira, estaba claro que algo debía poseer que la hacía mejor al resto de la humanidad.

Con una sonrisa altanera, está casi por entrar al edificio, cuando un coche rojo derrapa cerca de la acera y un muchacho castaño avienta una bomba de humo. El pánico invade el ambiente y todo el publico y prensa comienza a esparcirse a lo largo de la calle, mientras la seguridad trata de proteger a la reportera.

-Takada-san, ¿se encuentra bien?- le pregunta su guardaespaldas, Lidner, tomándola de los brazos para guiarla dentro de las oficinas y tapándose la boca con la manga de su saco.

-Sí.

El auto se aleja a toda velocidad, la seguridad de Takada siguiéndola de inmediato.

-Takada-sama, entre rápidamente al edificio.

En lo que Halle trata de llevar a Takada a las instalaciones de NHN, viendo a todos lados con resentimiento, una motocicleta se detiene detrás de ella.

-¡No lo hagas! Mire a su alrededor. Ella no está a salvo. Ni siquiera adentro- reconoce al hombre en la moto de inmediato, la peculiar cicatriz en la mitad de la cara era inconfundible: Mello-. Será mejor alejarla de aquí ahora mismo. Takada-sama, suba.

Lidne no sabe si confiar en Mello sea buena idea, la última vez que lo había visto había casi amenazado a Near de muerte. Pero, ¿qué más podía hacer?

-Hágalo, Takada-sama. Estará a salvo con él. Debe irse ahora.

-De acuerdo.

Tambaleando y algo atarantada por la falta de aire, Kiyomi logra subirse al vehículo, y Mello arranca casi tan rápido como se asegura ella no va a caerse.

-Equipo A y equipo B, sigan a esa motocicleta y no la pierdan de vista- ordena Halle a través de su radio-. Los demás, encuentren al atacante.

Por las calles de Tokyo, Mello conduce a toda velocidad con Takada aferrada a su cintura y dos coches negros siguiéndole.

-Takada-sama está a salvo- informa un agente dentro del coche más cercano-. Que suba al auto siete.

Inesperadamente, Mello da vuelta en un callejón que a principio no era distinguible por su poca iluminación y los coches frenan abruptamente.

-¿Qué demonio? ¡Se la ha llevado! ¡Maldición!

Varios hombres salen corriendo de los autos y corren detrás de la motocicleta, pero está muy lejos. Uno de los más jóvenes saca su pistola y apunta a Mello dispuesto a matarlo, pero su compañero se interpone.

-¡Detente, idiota! No lo hagas, podrías herirla.

Mello, sin mirar atrás, sigue conduciendo aún más rápido, esquivando transeúntes de vez en cuando. Tanteando en el bolsillo de su chamarra, saca unas esposas y le pone una a Kiyomi.

-¿Qué...? ¿Qué estas haciendo?

Mello no responde y en vez de ello, le sonríe con malicia.

Narra Light

-"...Uno de los atacantes está armado. En este momento, la escolta de Takada-sama y la policía siguen el rastro de los sospechosos."

-Cielos, eso es terrible- Matsuda está afligido y es el más preocupado de todos nosotros-. ¿Será Near otra vez?

Near, prometiste que nos encontraríamos en tres días. ¿Qué sentido tendría hacer algo así? No, eso no es tu estilo. Parece ser el de...

-¡Es Near!- Aizawa contesta la llamada.