Celos

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Tú (P.O.V)
Había pasado ya una semana desde la muerte de Raye Penber y mi primer beso. En aquel pequeño lapso de tiempo, Light y yo estábamos más unidos que nunca antes; salíamos todo el tiempo y me la vivía en su casa con la excusa de estar estudiando. 
-¿Me estás diciendo que tu vida depende de una cosa tan sencilla como que averigüen que puedes matar de diferentes maneras?- le pregunto a Yagami, después de haberlo escuchado hablar por horas acerca de los riegos que corríamos, desde el celular.
­-Debí haber pensado mejor lo del autobus- responde, después de suspirar.
-Bueno, considerando que solo había dos alternativas para descubrir su nombre, creo que hiciste, en lo que se puede decir, lo más sabio- trato de reconfortarlo, a pesar de saber que no lo necesita.
-No importa... Tengo que ir a dejarle a mi papá ropa limpia a su oficina, ¿me acompañas?
-Sí, te espero en la esquina de tu casa en diez minutos.
Cuelgo el teléfono en su lugar y me apresuro en ponerme unas botas y mi abrigo. El invierno había comenzado, lo que significaba que mis prácticas de tiro se cancelaban por tres semanas debido a la nieve, cosa que me permitía pasarme con Light por todo Kanto.
Llego al punto de encuentro, donde mi amigo me está esperando con una bolsa llena de ropa. Emprendemos camino hacía la central de policías, uno a lado del otro y con Ryuk volando encima de nuestras cabezas.
-¿Podrías llamar a mi papá, por favor? No quiero esperarlo mucho tiempo- me pide Light, tendiéndome su teléfono.
Marco el número del señor Yagami, con las manos temblando, y me lo llevo al oído. Cuando se me redirige a buzón, frunzo el ceño.
-Qué raro, tu papá no suele tener el teléfono apagado- comento, devolviéndole el celular.
-Quizá este en alguna junta de importancia- le resta importancia al hecho.
Seguimos caminando y en algún punto, cuadras antes de llegar al edificio, Light se detiene y me agarra de la mano para despues seguir andando. Había agarrado esa costumbre de entrelazar nuestros dedos en los momentos menos esperados, y no es necesario decir que me encantaba aquel gesto.
Llegamos ante las puertas de nuestro destino, donde nos encontramos con una mujer pidiendo a gritos una reunión con la Unidad de Investigaciones. Aprieto con fuerza la mano de Light, teniendo un mal presentimiento sobre aquella mujer.
-Ya le he dicho, señorita, que nadie se encuentra aquí por ahora- responde el recepcionista, provocando que Yagami torciera la boca.
-Es muy importante; es sobre la investigación de Kira- comenta la mujer, desesperada.
-¡Light!- susurro en su odio, algo preocupada.
-Mantente al margen- sisea, adelantándose, aun sosteniéndome de la mano.
-Bueno, trataré de llamarlos de nuevo...
-Soy hijo del Jefe Soichiro Yagami, Light- me situó a las espaldas de mi amigo, cruzando mis brazos alrededor de su cintura, en lo que él habla-. Le traje ropa limpia, pero al parecer no está aquí, ¿podría dejársela a usted?
-¡Ah! Joven Light, qué bueno verte de nuevo- exclama el recepcionista.
-Lo siento, pero yo...- noto que Light no tiene ni la menor idea de quién es el hombre parado frente a él.
-Yo trabajaba aquí cuando ayudaste a resolver el caso de asesinato por fraude al seguro el año pasado.
-Ah, lamento no haberlo recordado. ¿Pongo mi nombre aquí?- Yagami se inclina para poder formar una hoja, provocando que lo suelte.
Examinó a la mujer a lado mío: cabello negro, lacio y largo en combinación con unos ojos grandes y negruzcos por igual. Usa ropa negra y puedo ver pequeños rastros de lágrimas secas en sus mejillas. Mi desconfianza en ella aumenta en cuestión de segundos.
-¿Y quién es ella?- pregunta el recepcionista, girando la cabeza hacía mí.  Le sonrío con amabilidad fingida.
-Ella es (T/N) Rokujo, mi novia- aquellas dos palabras hacen que me sobresalte y voltee a ver a Light enfurecida.
Yo no era su novia, lo había dejado demasiado claro dos días antes y él era demasiado astuto como para no darse cuenta de que aquel hecho me dolía.
-Disculpa- me saca de mis pensamientos su voz. Vuelvo a prestar atención a mi entorno y noto que le está hablando a la chica de cabello negro-. Mi padre está a cargo de la investigación de Kira. Si gustas, puedo tratar de comunicarme con él. Pero no podrá ser por el momento, su móvil está apagado. Después de la muerte de los agentes del FBI, muchos policías renunciaron por el temor a Kira. Deben de estar muy ocupados por ahora.
-Joven Light, no deberías revelar ese tipo de cosas- le reprende el administrador.
-De todos modos, la gente ya está hablando de eso.
<Eres un vil mentiroso, Yagami. Nadie en todo el bendito Japón externo a la policía sabe sobre las investigaciones del FBI.>
-Además ella es confiable. Lo veo en sus ojos. Es una persona inteligente y prudente. Por lo que pasó al FBI, sabes que hay problemas dentro de la policía, por eso quieres hablar directamente con los investigadores. ¿No es así?
Salimos del edificio con la mujer siguiéndonos, provocando un extraño sentimiento en mi pecho, algo que nunca antes había sentido.
-Supongo que eventualmente mi padre encenderá su teléfono y verá que traté de comunicarme con él. Si no te molesta esperar, podrás hablar directamente con él.
-¿Seguro que está bien?- pregunta ella, viendo a Light directamente a los ojos. El sentimiento en mi pecho se intensifica.
-Si. Claro, no puedo darte el número de mi padre, pero podrás usar mi móvil para hablar con él. De todos modos, no tendrá mucha importancia a menos que decidas confiar en mí o en mi padre.
Light después sonríe de una manera en la que no lo había visto hacer desde que la Death Note llego a su vida.
-¿Por qué tan sonriente?- cuestiona Ryuk, extrañado.
-Gracias- dice ella, haciendo una leve inclinación.
-¡Parece que la has engañado, Light!- exclama Ryuk, posado a un lado mío.
Era obvio que Yagami no había conseguido nada con su pequeño discurso, simplemente nos estaba dando tiempo para sacar de ella la verdadera información.
Volteo a ver a Light, quien está sonriendo más ampliamente hacía ella, sin dejar de observarla. Algo dentro de mi explota en ese momento y provoca que de dos pasos hacia atrás.
-Me tengo que ir- comento, sintiendo una completa nueva sensación en el estómago.
-¿Adonde?- pregunta Light, con verdadera impresión.
-Tengo práctica en una hora- miento, dando media vuelta y dándoles la espalda.
-Pero, tu...
-Adiós- lo interrumpo, comenzando a caminar hacía mi casa.
Me alejo de ellos unos metros y me giro a hecha un último vistazo, solo para ver que él seguía en su plática, importándole poco que me fuera.
-Ustedes dos ya deberían estar casados- mascullo entre dientes, sintiendo las mejillas rojas de furia.
-Parece que alguien esta celosa- oigo decir a Ryuk segundos antes de desparecer entre la neblina invernal.
¿Celosa? Pero si esa mujer... Era imposible que me rebajara a tal nivel de... ¿Era real ese sentimiento, siquiera? Aquellas dudas hicieron que siguiera a la pareja en todo su camino.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora