Mentiras

2.5K 248 138
                                    

Narra (T/N)

-Son sus malditos hijos- es lo primero que dice Light cuando abro la puerta de mi apartamento.

Sin pedir permiso o esperar a que lo invite, él me hace a un lado con el codo y pasa hasta la sala, donde se deja caer en el sillón.

Me siento mal por él, se veía demacrado a más no poder. Había volado devuelta a Japón y estaba segura de que debía estar abrumado y cansado, probablemente no había dormido.

Me acerco a él y posiciono mis manos sobre sus hombros, tratando de tranquilizarlo, pero él me empuja en cuanto siente mi tacto.

-Debiste haberme dicho que tenía niños... Habría sido más sencillo eliminarlos entonces- me reclama, llevándose las manos a la cara.

-No creí que fuera importante.

-¿Cuántos son?

-Tres.

-¿Te dijo sus nombres?

-No, pero N suena como algo lógico si fuera uno de ellos.

Me muerdo el labio, algo incomodada por el silencio tenso que se había formado entre nosotros. Me carcomía la culpa, él había pasado por tanto mientras yo estaba en una cita con otro hombre.

-Es tu culpa- Light me ve directamente a los ojos.

-¿Disculpa?

-Es tu culpa, debiste haber estado ahí... Siempre soy yo el que hace todo.

-No podía ir, lo sabes... Además, ¿de qué manera habría cambiado el resultado final mi presencia?- su actitud narcisista comenzaba a enojarme.

-¿Por qué no contestabas?

-Estaba trabajando.

-¿Estabas trabajando?- Yagami se levanta y se acerca a mí-. ¿¡En sábado, a las 10 de la noche!?

-Tenía muchas cosas que hacer- miento-. Mikami-san necesitaba unos documentos urgentes y tuve que quedarme hasta tarde.

Light me arrincona contra la pared y pasa una de sus manos por mi mejilla, provocando que me estremezca. Está furioso, lo sé, se le nota en las facciones. No me cree.

-¿Por qué mientes?

-Es la verdad.

Yagami me toma de la barbilla y me besa, apenas rozando nuestros labios.

-Eres peor que Misa- dice a unos centímetros de mi boca-. Ni siquiera puedes cumplir con lo que te ordeno.

-No me compares con ella- la sola mención del nombre de la rubia me vuelve loca, no soportaba saber que ella tenía el privilegio de tener a Light por las noches y no yo.

Yagami vuelve a besarme, pero esta vez con más intensidad, con ese toque violento al que estaba tan acostumbrada. Paso una de mis piernas por su cadera y él mete una de sus manos por debajo de mi blusa.

-Te extrañe- jadeo al sentir su fría piel chocar con la mía.

-Y yo a ti.

No nos molestamos en ir a la habitación, simplemente me guía hasta el sillón y caigo sobre él.

Le desabotono la camisa y beso su cuello, mordiendo las partes sensibles que había descubierto a lo largo de los años.

-(T/N)- gime, echando la cabeza hacia atrás para darme más acceso.

Muevo mis caderas para rozar mi feminidad con su erección, provocando que la cara se le ponga roja de excitación.

Él me quita la blusa, dejando expuestos mis senos y como siempre, se detiene un rato a jugar con ellos.

Me deslizo hasta el suelo, quedando de rodillas frente a él y le quito el cinturón lentamente, molestándolo. Tomo mi tiempo en tomarlo en mi boca y hacer con mi lengua todo aquello que sabía que le encantaba; los sonidos obscenos que hacía provocaban en mi sensaciones maravillosas, dejándome inclusive sin aire.

-Ven aquí- Light me jala del brazo, indicándome que vuelva a mi posición inicial.

-¡Light!- jadeo al sentirlo penetrándome.

Me muevo sobre él, pasando mis manos por su torso con la lujuria plasmada en los ojos.

-Te amo, te amo, te amo- gimo mientras él me agarra de las caderas y aumenta la velocidad-. Light...

Yagami me sostiene con brusquedad los lados de la cara y hace contacto visual conmigo, pequeño detalle que él sabía me llevaba al borde.

-No cierres los ojos- me advierte viendo que mis parpados seden ante el placer-. Veme, necesito que me veas.

No sé cuántas veces me hace llegar al límite, pero para cuando su cuerpo sede mi cabeza da vueltas y no recuerdo mi nombre.

Light me toma por la cintura y se acuesta sobre el sofá conmigo en brazos y entrelazo mis piernas con las de él.

-La mayoría de los miembros de la SPK fueron asesinados con la libreta- habla de repente, mientras traza figuras sobre mi piel.

-¿Qué?

-N lo reportó poco tiempo después de perder la ubicación de la libreta. También dijo que quién había planeado todo era alguien llamado Mello; mencionó que se crio en un orfanato, así que supongo que es su hermano adoptivo.

-¿Quieres que lo investigue?

-No, mandé a Matsuda y a Aizawa a Winchester, Inglaterra... El orfanato se llama "La casa de Wammy", no está muy lejos del cementerio donde enterraron a Ryuzaki.

-¿Crees que encuentren algo?

-No lo sé, pero cualquier pista puede servir.

Me acurruco sobre su pecho buscando su calor y nos quedamos en silencio, escuchando el ruido de la ciudad y viendo las luces de la misma por la ventana.

-No pudiste matarla- menciono-. A Sayu, no pudiste asesinarla.

-Es mi hermana. Además, no me dejaste opción alguna.

-Lo que dijiste por teléfono... ¿Era por la presión, verdad? En realidad tu no me matarías, ¿O sí?

-Por supuesto que no- Yagami deposita un beso sobre mi frente-. ¿Qué sentido tendría mi vida sin ti en ella?

Suspiro y le doy vueltas a lo que dice en mi cabeza. Siempre decía cosas tan lindas cuando le convenía o en momentos sin sentido, pero... ¿En realidad lo sentía o solo era una más de sus actuaciones?

A este punto, ya no cuál de sus palabras es real o mentira.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora