Festival

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Narra (T/N)

(T/N) no sabía como es que Teru había terminado por convencerla, pero no había pasado más de una semana y ya se estaba arrepintiendo de su decisión.

Su prometido había pasado días rogándole que renunciara a su puesto en la prefectura y se dedicara a estar en casa, como una buena esposa. Al principio se había ofendido, a ella le gustaba trabajar, además, no había estudiado casi dos décadas de su vida para terminar aburrida y desolada entre las cuatro paredes de su casa. Sin embargo, tras que el asunto se convirtiera en tema de discusión siempre que se veían (lo cual era todo el tiempo, pues vivían y trabajaban juntos), decidió ceder tratando de evitar una confrontación más violenta; después de todo, estaba con Mikami por querer huir de eso.

Así que ahora Rokujo pasaba su tiempo sentada en la cama viendo revistas nupciales y leyendo libros sobre la crianza de hijos, porque claro, el ser "la esposa perfecta" incluía tener descendencia tan pronto como contrajera matrimonio.

Le daban ganas de azotarse contra la pared ante el panorama de su vida, esa imagen que tanto criticaba de adolescente ahora se estaba volviendo su realidad. Sentía que le había fallado a alguien, para ser específicos a la joven de ojos brillantes y esperanza en la vida que era antes de la Death Note. Ella solía ser tiradora con arco, la mejor de su clase, en el cuadro de honor y con boleto casi asegurado a las Olimpiadas. Sí, había renunciado a todo eso cuando decidió seguir a Light en su decadencia a la locura de ser Dios; pero no estaba todo perdido. Por aquel entonces, ella era amiga y confidente del mejor detective del mundo, pertenecía a la investigación más importante de toda la historia y manipulaba a la policía y el mundo entero a su gusto y placer.

No le guastaba el pensamiento, porque era darle la razón a Yagami, pero hace no mucho, el nombre (T/N) Rokujo equivalía a ser una diosa, nada más ni nada menos que La Diosa del Nuevo Mundo.

Ahora, parada frente al espejo del baño, se sentía derrotada y afligida. Se había convertido en nada más que un bonito accesorio el cual presumir en reuniones de trabajo y ocasiones oficiales. A sus ojos, era una desgracia, pues bien podía dejar todo atrás y comenzar una nueva vida, algo que ella quisiera y le hiciera feliz. Pero eso no lo iba a hacer nunca, porque a lo largo de los años, se había vuelto codependiente de Light y ahora, sustituto por Teru, no cree que pueda andar sola por la vida.

(T/N) suspira con cansancio y vuelve a la sala, donde Aika la espera sentada en el sillón con Nyoko posicionada entre sus pies, en el suelo, viendo la televisión encantada. Sarah cepilla el cabello de Sayu en el asiento contiguo, la pequeña Yagami viendo con una leve sonrisa a la niña. Se había recuperado del trauma y había comenzado a tomar terapia para corregir su parálisis, pero aún permanecía callada la mayoría del tiempo y se negaba a separarse de la menor de las Rokujo.

(T/N) detestaba verla, le recordaba a Light y todo los límites que había cruzado por permanecer con su maldita libreta.

-"Este ha sido un año de cambios para mí y sé que para ustedes también. Y que mejor forma de culminar el año que con el Festival de Música Pop "Este-Oeste."

Tratando de mantenerse lo más alejada posible de Sayu, (T/N) se sienta del otro lado de la habitación, con los ojos fijos en su anillo de compromiso y desviando la mirada de vez en cuando para ver a la mujer en la televisión.

-"Soy Kiyomi Takada, su anfitriona esta noche. Disfruten el espectáculo."

Le daba lastima la torpe inocencia en sus ojos, la inconfundible chispa del enamoramiento presente en ellos. ¿Qué tanto planeaba quedarse Light con ella? ¿Meses? ¿Años? ¿O quizá dejaría a Misa por Takada, como le hizo a ella con Amane?

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora