Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)

Juntos o no del todo

Dedicado a Bekky06

Narra Light

No quería abrir los ojos, no podía. Había sentido el peso de su cuerpo caer sobre el mío segundo antes de que escuchara el balazo, dándome poco tiempo para procesar la situación y hacer algo.

El coche estaba en completo silencio, inclusive los jadeos de Misa habían parado. Estaba asustado, no por mí, sino por (T/N); no quería levantar los parpados y ver su cadáver en mi regazo. Si lo hacía, me volvería loco y sería yo quien tomaría el arma de mi padre y dispararía directo sobre lado izquierdo de mi pecho.

-¿Light?- escucho su voz, en un susurro, e inmediatamente abro los ojos-. ¿Estás bien?

-¡Eso no importa!- exclamo, luchando contra las esposas-. ¿Estás herida?

-No...

Volteo a ver a mi padre, que ha dejado caer la pistola en el asiento del copiloto y se encuentra con la cabeza recargada sobre el volante. La furia me embarga, pero me controlo.

-¿Usaste una salva?- pregunto, rechinando los dientes.

-Gracias a Dios- suspira él.

-¿Qué está pasando?- interroga Misa, alterada-. No entiendo nada.

-Por favor, discúlpenme- se escusa mi padre-. Sé que fue difícil, pero era la única forma de sacarlos de prisión. Deben entender... Acepté hacer esto porque creo en su inocencia. ¿Lo viste, Ryuzaki? Hice lo que me dijiste y, como ves, sigo vivo.

Mi padre voltea a ver el espejo que está delante de él con cansancio y Misa y yo dirigimos la mirada hacia ese punto, mientras Rokujo entierra su cabeza en mi cuello.

-Si, fue una actuación convincente- se escucha una voz distorsionada desde el visor-. Si Amane o (T/N)-chan fueran la segunda Kira, quien solo necesita ver el rostro de alguien para matarlo, no hay duda de que lo habrían matado antes de que lograra disparar. Por otra parte, si Light fuera Kira, no dudaría de matar a su propio padre para salvarse. Su ambición es más fuerte que el amor. Es posible que Light en algún momento se hubiera dado cuenta de que todo era un engaño, sin embargo, terminaré su confinamiento inmediatamente.

Me distraigo de lo que Ryuzaki está diciendo cuando empiezo a oír sollozos provenientes desde mi pecho, donde está Rokujo. Trato de agarrarla, pero las esposas no me dejan, por lo que interrumpo el discurso de L para exigirle a mi papá que me quite las esposas.

-¡Quítamelas! No hare nada, solo necesito que me las quites- ruego, casi al borde de las lágrimas.

Mi padre no me cuestiona y se baja del coche para luego abrir la parte trasera y dejarme en libertas, para luego hacer lo mismo con mi amiga y Misa. En cuanto mis manos recuperan su movilidad, me abalanzo a abrazar y pegar a mi pecho a (T/N), pasando mis manos por su cabello en manera de consuelo. Ella a su vez pasa un brazo por mi cuello y posa su mano libre sobre mi mejilla para acariciarla.

-¡Oye!- empieza a quejarse Misa, pero la volteo a ver suplicándole con la mirada que nos deje en paz. Ella me obedece al comprender la situación.

-Como decía- sigue Ryuzaki-. Amane y (T/N) estarán bajo vigilancia hasta que atrapemos a Kira.

-¡Oigan! ¿Todavía sospechan de mí?- grita mi novia, moviéndose inquieta en el asiento.

-Si fuera tú, no me quejaría- comenta mi padre-. Regresarás a tu vida normal. Si eres inocente, la vigilancia no será un problema. Considérala protección policiaca gratuita.

-Entiendo- se tranquiliza-. Ya que no soy la segunda Kira, será como tener mis propios guardaespaldas.

-Como parte del acuerdo, Light- vuelve a hablar L-. Tú y yo estaremos juntos todo el tiempo, u así será hasta que Kira sea atrapado.

Me sorprendo ante las noticia y no hablo durante unos segundos, pero después de procesarlo, sonrió y asiento con la cabeza.

-Muy bien. Atraparemos a Kira. Juntos.

-Sí, ansío trabajar contigo.

Después de esas palabras, mi padre enciende el coche y nos conduce hasta un edifico con varios pisos y completamente iluminado. Misa y mi padre se bajan del automóvil mientras yo me detengo a cargar a mi amiga con delicadeza, pues la veía muy pálida y dudaba que pusiera caminar después del shock sufrido hace unos momentos.

-Todo está bien, vamos a estar bien, ambos- susurro sobre su oído, para luego depositar un beso sobre su frente. Siento como ella se acurruca más a mi pecho y se aferra a camiseta con fuerza, cerrando su frágil puño alrededor de la tela.

Subimos en un ascensor y los primeros en recibirnos son Matsuda y Aizawa, quienes nos indican el camino hacía nuestras respectivas habitaciones, para que tomemos un baño y nos cambiemos de ropa.

Meto a Rokujo en su pieza, sentándola sobre la cama para luego secar algunas lágrimas que seguían cayendo por sus mejillas. Me agacho a su altura y tomo sus manos entre las mías para besarlas, observando que las esposas han dejado moretones y cortadas sobre sus muñecas al forcejear contra ellas.

-Pensé que te perdía- habla con voz ronca-. Fue horrible, casi como volver al día en que mi mamá...

-Pero no pasó nada, sigo aquí y no podrás deshacerte de mí en mucho tiempo- trato de bromear con ella, tocándole juguetonamente la nariz. Ella sonríe y pasa un mechón de cabello tras mi oreja.

-Voy a tomar un baño- anuncia, dispuesta a pararse.

-Claro, te veo en un rato- me levanto y me dirijo a la puerta, cuando escuchó un golpe detrás de mí. Volteo rápidamente para encontrarme con mi amiga tirada en el suelo, con ambas manos en la cabeza. Me alerto y me acerco rápidamente.

-¿Estás bien?- pregunto, agarrándola de la cintura.

-Si... Solo estoy mareada- de repente, un leve tono rosa cubre sus mejillas y voltea a ver el suelo-. Light... ¿Crees que puedas... ayudarme? No siento las muñecas y siento que en cualquier momento me desmayare.

-Si, por supuesto- contesto, también sonrojado-. ¿Segura? No quiero invadir tu privacidad...

-Segura, no creo que a Misa le moleste si no se entera...

-De acuerdo.

La ayuda a pararse del suelo, pasando mi mano por uno de sus hombros y dirigiéndola al baño. Ya dentro, me detengo a cerrar la puerta en caso de que alguien intentara entrar y prendo la llave para llenar la tina. Trato de no mirar mientras (T/N) se despoja de sus prendas y queda completamente desnuda frente a mí, pero la curiosidad me gana y termino por observar fijamente sus senos.

-Light...- jadea ella, en vergüenza.

-¡Perdón!- me disculpo, desviando la vista con la cara roja-. Ya puedes entrar en la bañera.

Ella obedece y sumerge todo su cuerpo en el agua, solo dejando su cabeza sobre ella. Me siento detrás de la tina y agarro un pequeño pomo para verter agua sobre su cabello, para aplicar el jabón.

-Estamos en esto juntos, ¿verdad?- me cuestiona ella mientras yo talló su cabello-. Vamos a mostrar que somos inocentes, ¿no?

-Ya te lo había dicho una vez- respondo, abrazándola por detrás-. "Juntos o no del todo."