Cinco Años Después

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Narra (T/N)

Era una tortura tener que ir de mi trabajo al apartamento de Light y luego otra vez a mi labor todos los días, sin excepción. Pero a decir verdad, no tenía mucha opción, era eso o no ver a Yagami del todo.

Mi relación con Light a lo largo de los últimos cuatro años no había mejorado en nada. Después de que recuperará mis memorias sobre la Death Note tuvimos que idearnos un sistema para poder frecuentándonos sin que Misa sospechara que la engañaba. A decir verdad, creí que Yagami se desharía de ella en cuanto todo el tumulto que ocasionó la muerte de Ryuzaki se calmase, pero en vez de ello, tomó la decisión de mudarse con ella a un apartamento sin más.

Entro en mi oficina justo al mismo tiempo que mi jefe va saliendo de la misma. Me sonrojo al notar la hora, dándome cuenta de que la visita al apartamento de Yagami duró más de lo que esperaba y me había retrasado unos minutos.

-¡Mikami-san!- le detengo la puerta en lo que él sale-. Lamento la tardanza.

-Es la segunda vez en tres semanas, Rokujo-chan.

-Soy muy distraída, no mido el tiempo... Prometo no que no volverá a ocurrir.

-Eso espero. Tengo que ir a una junta, pero volveré dentro de dos horas. Termina de revisar el caso Onodera, quiero tus anotaciones en mi escritorio cuando regrese- el hombre avanza hacía la salida con serenidad, pero antes de siquiera darme la oportunidad de moverme, él se gira a verme-. Y... te dejé algo de té verde en tu escritorio, sé que es tu favorito y quizá te ayude a pensar mejor.

-Gracias, Mikami-san.

Y con eso dicho, ambos seguimos nuestros caminos. Llevaba casi un año trabajando para Teru, siendo su aprendiz en el campo de las leyes dentro de la oficina y su amiga fuera de ella. Simpatizar con él no había sido difícil, especialmente porque él creía y apoyaba a Kira en su totalidad. Su sentido de la justicia era parecido o igual al de Light, lo que cual por momentos me causaba miedo, considerando lo sanguinario que el primer había llegado a ser en tan solo cinco años.

Me siento frente a mi escritorio y tomo un sorbo del té que Teru había dejado para mí. No había forma, esta era mi vida y al final me había acostumbrado a ella.

*Horas después*

-En el cuchillo que los forenses encontraron enterrado en el jardín trasero de la casa se encontró ADN de la víctima, pero no había indicios de que alguna otra persona lo hubiese tocado.

-Aun así que se encontrará en su residencia es suficiente prueba como para incriminarlo por lo menos.

-Pero...- mi argumento se ve interrumpido cuando Sora, la asistente de Teru, entra apresurada a la oficina, con teléfono en mano.

-Rokujo-san, le busca el jefe de policía, dice que es importante- ella me extiende el teléfono en lo que yo me giro a ver a mi jefe apenada.

-Yagami-san, ¿qué ocurre?

-Lamento interrumpirte, (T/N). Sé que estás trabajando, pero esto es muy importante. ¿Crees poder venir a la estación de policía?

-Por supuesto, estaré ahí en unos minutos.

-Gracias.

Le devuelvo el aparato a Sora y con la cara ardiendo en vergüenza me excuso con Mikami para ir a la comisaria. Era raro que Soichiro me llamara, por lo que la situación tenía que ser realmente grave.

Llegando a la estación, todo mundo parece estar sometido en un caos total. Había gente corriendo de un lado al otro, papeles con información sin sentido tirados en el suelo y los teléfonos sonando sin nadie que los atendiera.

Entre todo el ruido y movimiento no escuchó que alguien grita mi nombre sobre el bullicio hasta que me jalan del brazo.

-¿Dónde estabas? Llevo esperando más de una hora- me recrimina Light, presionando fuerte en mi muñeca.

-Lo lamento, pero mi oficina no está en la esquina, ¿sabes?- me suelto de su agarre y dirijo mi vista atrás de él, donde Yagami-san habla desesperado por el teléfono- ¿Qué está pasando?

-Hubo un secuestro- Light se da media vuelta y me guía hasta la oficina general de la investigación de Kira, que era donde él trabajaba.

-¿Secuestro? ¿De quién?

-El director Takimura de la A.P.N.

-Light, no soy policía ni detective. No veo mi utilidad aquí, estoy segura que tu padre y tú pueden resolver esto sin ningún conflicto.

-Te equivocas- Yagami me pasa unos papeles-. Recibimos una llamada a las 06:12, hace hora y media. Mientras tanto, confirmamos que la llamada se hizo con el celular del director.

-¿Dieron alguna condición para el rescate?- pregunto, aún sin entender porque me necesitaban.

-Quieren un intercambio- la voz de mi amante tiene cierto tono de enojo-. El director por la Death Note.

Por un momento pienso haber oído mal. ¿La Death Note? Esa maldita libreta llevaba años sin darnos problemas a mí y a Light, ¿por qué ahora volvía a causar conflicto? Además, ¿quién sabía de la libreta? Era un secreto entre la policía japonesa y la única persona que pudo haber develado información llevaba muerta ya mucho tiempo.

-Tu endemoniado vicio no debería estarnos causando problemas a estas alturas de la vida, Light. El que mataras a Elle fue con ese propósito- la garganta se me cierra al mencionar a mi difunto amigo-. ¿Quién podría saber sobre la Death Note que no sea la policía o Misa?

-El FBI ya se involucró.

-¿Los norteamericanos?- con cada palabra que dice Light me confundo más-. ¿Qué demonios?

-Dicen querer colaborar con el rescate del director de A.P.N y la captura de los secuestradores, pero con la condición de que entreguemos la libreta a Estados Unidos.

-Tienes un plan, ¿cierto?

-Creo que he cometido un error.

-¿Tú? ¿Admitiendo que te has equivocado?- levanto una ceja con ironía, para que Light admitiera que había hecho algo mal tenía que ser una cosa muy grave.

-Mate al director Takimura con la Death Note.

-¡Pero serás imbécil!- me levanto de la silla y azoto la mano contra una mesa-. No sabemos las intenciones de estos secuestradores, podrían estar tras algo más que la Death Note y tal parece que te esfuerzas en dárselo en charola de plata.

-¿Quién te ha dado el derecho a hablarme así?-Light me arrincona contra la pared, entre sus brazos.

-Ya basta, no voy a tolerar tu maldito carácter estólido. Ya no tengo 18 años, Light, no vas a hacer de mi lo que tu regalada gana te dicte.

-Recuérdame porque sigues viva- me pregunta Yagami acercando más su cara a la mía.

-Porque no puedes matarme- entorno los ojos con malicia-. Y tu sirvienta rubia no te complace lo suficiente.

Empujo a Light lejos de mí y comienzo a leer los papeles que están sobre su escritorio, sin prestarle más atención a nuestra pequeña disputa.

-Ven y ayúdame a resolver lo que has hecho.

Yagami se me acerca por detrás y planta un beso en mi cachete con malicia antes de sentarse delante de mí. 

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora