Ruptura

7.3K 733 573
                                    

Tú (P.O.V)

Light y yo caminamos el camino de vuelta a su casa en absoluto silencio, solo perturbado una que otra vez por risas emitidas por parte de Ryuk.

Al llegar a la morada Yagami, ambos subimos las escaleras con paso lento y, después de saludar a Sachiko, nos internamos en su cuarto con el pasador puesto. Dejo mi bolsa y chaqueta en el suelo, a un lado de la puerta, antes de caminar hacia mi novio y ponerle una mano sobre el hombro.

Light se deja caer sobre la silla frente a su escritorio al mismo tiempo que yo comienzo a masajear con suavidad su espalda. Estaba tenso, más de lo que había estado en lo últimos días, y eso me hacía temer por su salud.

-¡Mierda!- grita enrabiado de repente, golpeando la mesa con los puños y provocando que me alejara un poco de él, sobresaltada-. ¡Estaba jugando conmigo!

-¿Ju...Jugaba con...contigo?- pregunto entre tartamudeo gracias al miedo.

-¡Maldito L!- vuelve a golpear la mesa-. ¡En mi vida me habían humillado tanto!

-Puedes hacer el trato por los ojos de Shinigami y matarlo...- argumenta Ryuk provocando que le lance una mirada llena de pánico y odio.

-¿Y SI TODO ESTO ES UNA TRAMPA?- vocifera Light, aún más enojado, volteando a vernos-. ¡Si lo mato, y él no es L, sería como confesarle al verdadero L que yo soy Kira!

-Disculpa...- se excusa Ryuk, algo sorprendido por la actitud de Yagami.

-Un Shinigami que mata a un humano no es lo mismo que un humano matando a otro humano. Quiero matarlo a toda costa, pero si lo hago lo llevaría a mí- explica él-. La Death Note solo puede matar a aquellos cuyo nombre sea escrito, no puedo manipular a otros para que lo maten. ¡La Death Note es tan inconveniente!

-No deberías exaltarte de esta manera, puedes enfermar...- Light me interrumpe tajantemente.

-¡CÁLLATE! Lo único que has hecho hasta ahora es causarme más problemas... ¡Deberías haberte quedado en la escuela de enfermería auxiliar!- se gira sobre la silla, y ve hacía la pared-. Creí que solo necesitaba conseguir su nombre para así poder matarlo con un accidente o hacer que se suicide. Pero, a manos que no esté totalmente seguro de que es el verdadero L, no tiene sentido... No, aunque fuera el verdadero L, el hecho de que me lo haya revelado puede significar que ya es muy tarde; sin importar como muere, la policía sospecharía. ¡Lo he subestimado!

Sé que es una tontería, pero aun así mis ganas de llorar se incrementan con cada palabra que sale de sus labios. ¿Sería verdad que yo estaba arruinando sus planes? ¿Y si yo hacía una estupidez que terminara por delatarnos a ambos?

-Nunca hubiera imaginado que él se presentaría junto a mí- prosigue Yagami-. Pudo haberse presentado a todos los sospechosos de ser Kira, aunque no sea el verdadero L, solo tiene que presentarse como L. Es una manera muy efectiva de defenderse de Kira y también una forma de ataque... Me tiene, fue una excelente movida.

-De una manera y otra, tratara de acercarse a ti en la universidad y buscara manipularte- comento, con la voz temblando.

Light no contesta y, en vez de eso, empieza a reír desenfrenadamente, haciéndome sentir incomoda y esparciendo miedo dentro de mí. Ryuk se sorprende a mi lado ante tan repentino cambio de humor.

-Esto es bueno, no hay razón para alterarse; esto significa que L no tiene ninguna evidencia. Ahora es una competencia directa de engaño e ingenio- mi novio me voltea a ver, haciendo que retroceda un poco-. Para los demás, pareceremos buenos amigos, pero en realidad, ambos intentaremos descubrir si el otro es "L" o "Kira"... Interesante, nunca hubiera imaginado que vendrías y me ofrecerías tu amistad, Ryuuga. Aceptaré tu amistad con humildad, haré que creas en mí, haré que me reveles toda tu información, y entonces te mataré. No fallaré.

-Será mejor que me vaya...- me dirijo con rapidez a la puerta y me dispongo a salir cuando la voz de Light me detiene.

-Espera un momento- doy media vuelta sobre la punta de los pies y me paro frente a él cabizbaja-. Mírame.

Levanto la cabeza de inmediato, sintiendo una punzada en el estómago.

-Debido a tu gran idea de inscribirte a la misma universidad que yo, no es conveniente que nos vean juntos a todas horas.

-Está bien, ¿Qué horarios tendremos para vernos?- cuestiono, mordiéndome el labio para no llorar.

-Se me olvida que eres de lento aprendizaje... Te lo diré de una manera más explícita: es mejor que ya no nos veamos en un tiempo.

En ese instante oigo que se quiebra algo en mi interior, por un instante pienso que es mi corazón, pero no, el corazón no se rompe... Después entiendo que se me había roto la esperanza y estaba saliendo por mis ojos, tibia y salada.

-Estás... ¿Estás rom...rompiendo conmi... migo?- pregunto, entre sollozos.

-Exacto- responde con tanta frialdad que parece que es un robot el que me está contestando en vez de un humano.

-¿Nos volveremos a ver?- interrogo, temiendo la respuesta.

-No... Por lo menos hasta que deje de estar bajo sospecha- contesta, sentándose en su cama y sacando un libro de su mochila-. Ahora puedes irte y asegúrate de llevarte todas tus cosas... No quiero verte vagando por aquí.

-Sí, Light- siseo, mientras tomo mi mochila y chaqueta-. Adiós.

-Cierra la puerta con pasador cuando salgas- comentó sin siquiera voltear a verme.

No me molesto en contestar, pues sé que si separaba los labios, no iba a poder más y me derrumbaría ahí mismo, frente a él.

Salgo de la casa con las piernas temblando y la cabeza dándome vueltas. Camino unas cuadras, sin dirección alguna, procesando todo lo que había pasado. No sé si me he cansado de llorar o ya no me quedan lágrimas, pero me es imposible derramar una sola gota más a pesar de estar más triste que nunca en mi vida.

Llego a la parte nocturna de la ciudad, donde hay varios restaurantes, discotecas y hoteles concentrados en tan solo tres calles. Me paro frente a una cafetería con la intención de tomar té o algo caliente, cuando diviso a Touta Matsuda, el ayudante del padre de Light, del otro lado de la calle, dentro del restaurante más concurrido de la zona. Se encuentra recostado sobre la mesa, vestido de traje, y con la vista de todos sobre él. Supongo que alguna de sus citas lo había dejado plantado... Otra vez. A él le solían ocurrir mucho ese tipo de situaciones, pero parecía que en esa ocasión, ambos necesitábamos algo de apoyo.

Me miró en el vidrio de la cafetería y arreglo lo mejor que puedo mi cabello. Aún traigo puesto el vestido de la ceremonia, por lo que no me veo tan desalineada. Respiro hondo y entro al restaurante segundos antes de que Matsuda se disponga a levantarse.

-¡Perdón por llegar tan tarde! El tráfico es infernal a estas horas- exclamo, sentándome delante de él y dedicándole mi mejor sonrisa. Todos en el restaurante centran su atención en nosotros-. Debí haberte llamado, pero mi celular se quedó en mi casa por salir a las prisas... ¿Crees poder perdonarme?

Matsuda me ve por un momento sin entender nada, pero después agarra el hilo a la situación y se sienta de nuevo, aliviado y con una sonrisa de agradecimiento.

-No te preocupes, te entiendo... ¿Quieres ordenar?- me ofrece, llamando al mesero.

-¡Por supuesto! Y gracias por esperarme- continúo con la farsa.

Después de ordenar la comida y asegurarse de que nadie nos mira más, Matsuda se acerca un poco a mí y me susurra al oído:

-Gracias.

Le sonrío y comienzo a platica con él acerca de trabajo y estudios, en un intento forzado de olvidarme de las crudas palabras de Yagami.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora