Selección

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Narra (T/N)

No lo iba a dejar en paz, por lo menos no en un futuro próximo, el Shinigami flotando por encima de mí en la sala era prueba de ello. No sabía si era por querer molestarme o simplemente porque no se le pegaba la gana hacerlo, pero de alguna manera tenía que sacar a Light de nuestras vidas. Si él no iba a cooperar, entonces yo tendría que convencer a Teru de ceder la libreta sin que supiera que estaba al tanto de la situación.

¿Cómo lo iba a hacer? No tenía la menor idea, parecía algo imposible, pero no perdía nada con intentarlo.

"Buenas noches, estas son las noticias de las nueve. La palaba de Kira que voy a darles, se convertirá en la forma de vida del mundo entero. Además de aquellos que lastiman a las personas, aquellos que no usen sus capacidades en beneficio de la humanidad, tampoco serán perdonados."

Siento a mi prometido ponerse tenso entre mis brazos, aunque una sonrisa le surca los labios. Estábamos en su casa, que ahora también era mía, acostados en la cama mientras veíamos televisión.

-¿Te sientes bien?- le pregunto con inocencia.

-Sí, ¿por qué?

-Me pareció que te pusiste un poco tenso hace unos segundos.

-No es nada, estoy pensando en el nuevo caso.

-Oh, de acuerdo.

Lo sigo viendo fijamente, tratando de descifrar que es lo que tanto pensaba. Light nunca le habría ordenado que matará a los holgazanes, es más, ni siquiera habíamos considerado esa opción. Además, no podía comunicarse con Mikami, Aizawa nunca le quitaba la mirada de encima y Misa ya no formaba parte del plan. Teru estaba actuando por su cuenta y eso a Yagami no le gustaría... ¿Y si esa era la forma de hacer que lo dejará?

Tenía que empujarlo a hacer cosas cada vez más arriesgadas y extremistas, pero también tenía que cuidar que no llevarlo al límite y develar información que podría conllevar a la captura de Light. Sí, eso era, un perfecto balance.

Y solo así, podría por fin librarme de Light para siempre.

Narra Light

-¿Cómo está todo, Matsuda?- Mogi está moviendo una mesa para que quede entre los dos sillones que se supone Takada y yo ocuparemos.

El hotel me traía nauseas, era el mismo en el que incontables veces me había escapado con (T/N) para nuestras noches de pasión y pláticas sin sentido sobre el futuro. Hubiera preferido ir al que estaba enfrente de la estación de policía, pero los demás habían insistido en que este era la mejor opción, el gerente ya me conocía y estaba algo alejado del ruido de la ciudad.

-¡El video y sonido funcionan correctamente!- Matsuda habla por el intercomunicador. Él se había quedado en la estación-. No hay puntos ciegos. Y las noticias de las nueve ya casi terminan.

-Light-kun, ahora regreso a la central.

-Si.

Y con eso se va, dejándome solo en la habitación. No estaba acostumbrado a tanto silencio, normalmente Misa no paraba de hablar cuando estaba en casa y en el trabajo había un caos constante del que no se podía escapar tampoco.

Ahora, solitario y en un silencio sepulcral, me acerco al ventanal para ver a la calle. La ciudad estaba más viva que nunca, las noches ya no eran peligrosas y la gente se animaba a salir a divertirse... Pero por alguna razón, el paisaje que tanto orgullo me causaba antes, ahora me era aburrido, como si una pieza faltará.

Aquella molesta idea da vueltas por mi mente una y otra vez, poniéndome algo ansioso, hasta que oigo alguien tocar la puerta. Volteo a ver mi reloj impresionado, había pasado más tiempo viendo hacia afuera de lo que percibí.

Koi No Yokan (Light Yagami y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora