Dulces Cielos, Peores Demonios

Capítulo 36

Ahora quiero ser alguien de provecho para los demás. Quiero saber más cosas de mi padre biológico y quiero ser lo suficientemente buena como para ser la pareja de William.
Hoy es lunes.
-Rose!! Dos cafés !!
Estoy en el karaoke como siempre con Rose. Ya me he disculpado con ella por mi actitud hace un día.
Termina la jornada y tras cerrar el local, nos disponemos a separarnos.
-Clare, espera.
-Qué pasa? Mañana no faltaré, no te preocupes.
Me examina con sus ojos verdes brillantes y yo retrocedo sin saber muy bien porque.
-Ayer te pasaba algo y ahora...mírate: sonriente y positiva... eres tú, Clare? No te han clonado?
-Noup. Soy yo y supongo que hoy me he levantado al cien por cien de energía.
-Entonces vamos a tomar algo!!
Me coge del brazo y tira de este con una hermosa sonrisa.
-Pero... has visto la hora que es?
-Me debes una. Te recuerdo que ayer tuve que hacerlo TODO sola...
-Es muy tarde, Rose, mejor otro día...
-Está bien, mañana entonces?
Suspiro
-Está bien
Las noches estaban preparadas para Gabriel y para mí. No se desde cuando estar con él hasta caer rendida al sueño se había vuelto costumbre. Me lo pasaba tan bien con él...
Llego a casa, a mi solitario hogar que ahora no estaba tan solitario.
-Gab?
-Te ha dado fuerte por los motes, Clare.
-Hoy a qué vamos a jugar?
-Te veo muy animada a estas hiras de la noche
Salto al sofa y le doy un golpe en el hombro.
-La noche es joven! Solo son las doce.
Suelta una risa seca y la luz irradia al cuarto con su posterior sonrisa.
Jugamos a las cartas, al parchis, a la consola... Hasta que me acuerdo de lo que he de decirle.
-Gabriel...mañana he quedado mañana por la noche... por eso... querrías venirte?

Gabriel
Sus ojos brillaban como perlas a la luz de la luna.
"Si solo pudiese tocarla"
...
Tras decirme eso un mundo de dudas inunda mi mente. Mi amada me acaba de invitar a ir a tomar algo mañana. Pero no es una cita, vendrá alguien más, no, no es una cita.
"Si solo me acercase un poco, solo un poco, podría sentir sus labios posarse en los míos"
Estamos tan cerca... estamos pegados sentados en este sofá. Su cabeza está apoyada en mi hombro y mi corazón lleva perdido en el aire de esta sala desde que entró.
-Si. Por qué no? Un día de fiesta no me matará.
-No es una fiesta, Gab. Solo una quedada entre amigos.
Me da un codazo..
-Auch!
-Qué sensible es el angelito.
Se empieza a reír y yo me pongo a hacerle cosquillas como venganza.
-Ey!! Para! Para!!
Empieza a intentar taparse y a revolverse en el sofá.
Queda tumbada bocarriba y yo ataco. Le doy cosquillas en el cuello, en las axilas. Alza una mano para detenerme y yo apoyo mi palma contra la suya y la llevo al asiento del sofá. Hago lo mismo con la otra y nos reímos.
Al segundo me doy cuenta de que estoy encima suya y de que he inmovilizado sus muñecas. Siento su aliento acariciar mi cara.
Ella no parece sentir la vergüenza que yo siento. Me da un pequeño empujón y me da otro codazo.
-Eres malo, Gab
Está llorando, llora por mí.
Es tan bonito verla así de feliz...

Clare
Gabriel ya se ha ido y yo estaba durmiendo.
Me he despertado sin saber muy bien el motivo.
Me acerco a mi escritorio y cojo mi diario. Escribo:
Padre, hoy he decidido ser caprichosa. Voy a tener todas las cosas que desee. El amor de William, la amistad de un ángel, mi vida cotidiana y un padre y una madre. Bael... lo último es posible? Sería usted un padre ? Estaría conmigo?

A la mañana siguiente busco en mi diario la respuesta de mi padre. Emocionada, veo su caligrafía fina y delicada en el libro.
Querida Clare... Yo siempre he sido tu padre, desde el día en que naciste. Algún día llegará el encuentro. Algún día nos veremos y podré darte un abrazo que dure siglos.

William
Esta vez no moriré. Enfrentaré a mi padre y volveré con Clare a nuestra rutina.
Miro mi calendario humano.
-Solo quedan seis días para el sábado.
Seis días hasta que vea de nuevo su sonrisa.
Seis días hasta que le pueda coger la mano.
Seis malditos días para volver a recordarme a mí mismo que no podré probar sus labios hasta que esa batalla termine.

Chloe... Me perdonarás por abandonarte?
El viento susurra palabras en mi lengua natal.
-Sálvame... William...
Siento un nudo en la garganta y me imagino a Chloe en la negrura de la nada.
Después decido pensar en Clare, en su melena morena.
Todos mis miedos desaparecen.