Dulces Cielos, Peores Demonios

Capítulo 81

Hola a todos! Siento no haber publicado últimamente pero no he encontrad huecos en estas vacaciones. Como podéis comprobr el formato por así decirlo es diferente, todo está más separado. De esta nueva forma mi trabajo es más simple ya que sino tengo que hacer el borrador y después conectarme en mi otra fuente para editarlo y que no quede tan espaciado para colgarlo, da mucha pereza al final... Por eso creo que voy a empezar a hacerlo con este espaciado, espero que no os importe.

Siento ser tan pesada XD Estosd días publicaré bastantes caps!!! Feli

Emma

Él era un angel, no me importaba.

Él me había dejado en este lugar por... por salvarla.

Y no iba a volver.

Edgar se me quedó mirando extrañado hasta que una sombra cruzó su rostro, acababa de entender lo que sucedía.

-Yo... no tendría que haber dicho eso, lo siento mucho.

Estaba en shock, Clare ya no estaba, ni ella ni Gabriel.

-Vamos, suficientes noticias por hoy, no crees?

Empezó a caminar, supongo que sería para llevarme a casa, o para tranquilizarme. No lo consiguió.

-Venga, es tarde y me tengo que ir, vam~

Me tiré a sus brazos y le di un fuerte abrazo, sencilllamente para que no me viese llorar, para que no me viese humillada ante la ignorancia en la que me había sumergido. Empecé a llorar en su hombro como una niña pequeña y él me dio palmaditas en el hombro.

- Por qué ??? Le amo pero él...se ha ido por ella, y Clare tampoco....!!!

No podía terminar una frase, ni dejar de lanzar gotas al suelo, no podía parar de querer refugiarme en aquel hombre.

Así nos quedamos un rato hasta que nos fuimos cada unos por su camino. Sentía que a la mañana siguiente sentiría que todo aquello solo había sido un sueño, una pesadilla mejor dicho.

Clare

A parte del pelo canoso no había nada diferente en mí.

William se había ido con Chloe y me había dejado aquí en su mansión, no quería que se fuese pero decía que iba a ser un inconveniente si Chloe nos descubría, que ya arreglaríamos eso.

Esa mañana le pedí que no se fuese, tenía miedo de su partida, de que aquella mujer le hiciese algo.

-Nunca más me iré de tu corazón, entendido?

Como iba a enfadarme con aquellas palabras?

Pasan las horas, me aburro. William dice que no vea a la bruja peliplata pero no ha dicho que no pueda ir al inframundo, verdad?

Río por lo bajo y creo el portal, me transporto a esa gran tierra.

La capa que llevo puesta me oculta y si algo pasa puedo usar a...

No tengo la espada, él se la ha llevado sin que me haya dado cuenta, espero que no pase nada.

La mañana se me pasa volando, todo sigue igual de medieval y hermoso, rozo la fuente con los dedos y siento la fría brisa de los deseos de la gente que lanza monedas a sus aguas, es una sensación extraña, nunca antes había sentido aquello. Ahora que ,o pensaba hace poco que también hab'çia sido capaz de crear lluvia, de hacer truenos, que me estaba pasando?

Un sonido lejano me desvela de mis pensamientos, alzo el rostro y agudizo, alguien grita. Sigo la dirección hasta que veo a unos niños que conozco muy bien ser amenazados por unos extraños. Ellos eran Becky y Ben, los hermanitos que me había ayudado cuando vine aquí por primera vez, me salvaron si bien recurerdo.

-Dejadnos en paz!!! No llevamos nada encima, vámonos hermano!!

-Si osais huir no queráis saber lo que os pasará.

-Vámonos de aquí Becky.

-Seguros?

El que dijo esas palabras le dio una patada en el vientre al niño e hizo que se estremeciese en el suelo.

-Deteneos!!!- Digo avanzando en su dirección, aquí no había nadie, era un rincón oscuro y perdido de todo lo demás.

Los niños me miran de hito en hito, me reconocen, los ladrones se aproximan a mi lado y empiezan a acorralarme hasta juntarme a los pequeños, parecen hienas rodeando a su presa.

-Dejadnos ir y no os haré daño.

-Eres muy linda, lo sabías? Es una pena que te escondas tras esa capa...

Suspiro y me adelanto, doy una patada al hombre del comentario, este coge mi pierna antes del impacto y consigue tirarme al suelo con un doloroso ruido.

-Cuidado que la humana tiene garras chicos.

Empiezan a soltar carcajadas pero yo me levanto de nuevo.

Empiezo a oír el murmuro de rayos en la lejanía.