Leyendas del pasado

93 10 0
                                    

527 A.C.
Lucy camina por el patio del reino. No es un reino cualquiera, es el reino de los cielos, donde no hay ni humanos ni demonios.
Están en plena guerra, ángeles contra demonios y Lucy acaba de hacer cien años, los necesarios para poder presentarse en batalla.
Los bendecidos o ángeles luchan por la exterminación de los corruptos, aquellos que viven en las profundidades de la Tierra.
Lucy con su melena anaranjada nunca siempre había tenido claro que su propósito en la eternidad era finalizar aquella guerra y proclamar la victoria de los cielos, lo tenía claro, o eso creía.
Primera batalla
Al bando de la derecha, los bendecidos con conjuros y agua bendita.
Al bando izquierdo, demonios con arpones y espadas.
Comienza la batalla.
Lucy no se da cuenta de cuán débil es, no por su poder si no por su corazón. Se da cuenta de que no puede matar, no puede y eso le duele con toda su alma.
Al ver que solo suponía un estorbo baja de los cielos y va a la Tierra.
Allí solo hay vegetación y a unos metros de ella ve algo.
Una presencia extraña. Se acerca hasta ver a un hombre. No sabe quién es. Llevaba ropa terrestre de la época, daba igual que Lucy estuviera ahí, él no podía verla.
-Por qué no luchas? - el humano la veía, aquello asustó tanto a la mujer que dio un traspiés y calló al suelo.-Ah... eres un ángel...-aquel hombre no era un simple humano después de todo.
-Quién es ?
-Qué mas da.
-Usted no parece un ángel
-Chica lista, no, soy un demonio-La mujer se puso en guardia- tranquila, voy desarmado, aquí en la Tierra nada puede hacerme daño, ni si quiera tú.
-Cómo?
Él la ignoró
-Solo miras lo que pasa arriba? No vas a luchar?
-Esta guerra me parece tan estúpida... Algo que se ha prolongado por tantos siglos solo provoca destrucción y muerte. Siempre con un ciclo: alguien se enfada, pelean, fallecen y vuelta a empezar...
-Tan poco valen las vidas para tí?
Él dejo de mirar a las nubes, empezó a observarla
-Exacto, para mí no valen nada los ángeles
Ella no se sobresaltó, iba desarmado. Aquel hombre continuó su relato
-Los bendecidos me robaron todo. Corrompieron a mi familia con mentiras y se los llevaron, mataron a mis amigos... ahora qué me queda? Unos soldados que vengan una deuda que ni siquiera pedí vengar. Pelean con causas que cambian tras el paso de los años.
Lucy sintió pena por él, una pena tan honda que ablandó su corazón. Se acerca a él.
-Yo también estoy sola. Ahora más que nunca pues me he dado cuenta de que no puedo matar, mis manos se detienen y no me dejan hacer nada.
Sus miradas se fundieron en una sola. Los ojos verdes de ella con los negros de él.
La chica sonrió.
-Me llamo Lucy
El caballero, sorprendido, la miró más intensamente.
-Yo...
-Dilo
-Temo que me odies al escucharlo
-Prometo que jamás te odiaré
-Haga lo que haga?
-Jamás
El hombre tomó su rostro con las manos y con voz estrangulada a unos centímetros de su rostro dijo:
-Soy Bael, señor y rey de los Infiernos. Estarías conmigo para siempre?
Su enemigos supremo estaba allí, a unos segundos de su rostro y podía matarlo si quería. Si lo asesinaba, acabaría la guerra. Su alma en ese instante le dictaba otra cosa, algo más profundo que cualquier sentimiento, algo que la hechizó más que cualquier conjuro o persona que había conocido en los cielos.
Se había enamorado.
Tras apartarse un poco y ver como Bael soltó su rostro se fijó más en él.
Su cuerpo era corpulento, lleno de cicatrices, no era demasiado hermoso a simple vista pero a ella le pareció una luz en su camino, alguien que lo cambiaría todo.
Ahora Lucy le tomó el rostro con sus ojos mirándola. Ella solo fue capaz de decir:
-Para siempre
Sus labios se rozaron levemente, aquello estaba prohibido pero, una pasión extraña nació en ambos.
Aquel amor prohibido, ese flechazo que sintieron creó una niña.
Aquello fue una sorpresa nada grata. Si Dios lo descubría se adueñaría de la pequeña y le prohibiría al demonio volver a verla. Si Bael se la llevaba en cambio, al poco sería asesinada por sus compañeros al sentir una presencia divina.
Decidieron encerrarla en una cápsula entre el cielo y el infierno. Un lugar donde el tiempo no pasaba, donde el bebé sería así hasta el fin de los tiempos.
-Cuando la guerra termine, llevaremos a la niña a un lugar seguro donde crezca y sea feliz, verdad Bael?
-Sí, mi amor.
Pasaron los siglos y la guerra continuaba. Lucy se empezaba a hartar de todo aquello.
-Bael, tengo una idea. Le pediré a Dios que me convierta en humana y me llevaré a Clare conmigo~
-Clare?
-No te gusta?
-Me encanta
-Bueno... -Lucy contenía las lágrimas- llevaré a Clare a la Tierra, donde vivirá una vida feliz y normal como humana, crecerá y tendrá amigos....
-Y nosotros? Si te conviertes en humana perderás todos los recuerdos que tienes de mí
-Cuando Clare descubra todo me lo contará y te recordaré
-Y si no descubre todo? Y si no te lo cuenta aunque lo haga?
-Confío en ella. Si la descubren los ángeles la protegerán, si son los demonios la matarán. Quiero verla crecer.
-Clare entonces nacerá en el siglo XXI?
-Sí
-Entonces Lucy, esto es el adiós... al final me vas a dejar solo?
Ya no podía más, alejarse de su amado era tan duro...
-Volveré, te lo prometo
-Me encantaría encerrarte y atarte para que estuvieses siempre conmigo
-Eres demasiado bueno para hacer eso
-Quién lo iba a decir eh? Que yo, el dueño de los infiernos haya tenido un romance en secreto con un ángel durante tantos siglos...
-Bael, te lo juro, por ella, por lo nuestro, por mi existencia. Volveré igual, ya sabes que no envejeceré aunque me convierta en humana.
-Y si te enamoras?
-Tanto cómo a ti te amo es imposible
-Entonces ve, te observaré desde aquí
Bael le dio un beso fugaz a la mujer y ella comenzó su nuevo camino en la Tierra.
Se "enamoró" e hizo una familia con su hija, la cuál pertenecía a otro padre
Hasta hoy
-Entonces, si mi madre es un ángel y todo era secreto, quién descubrió todo y lo narró?
-Dios lo ve todo y a todos Clare, él solo quería que ella fuera feliz- Gabriel parecía enternecido tras haber contado la historia de amor
Y así Clare se fue corriendo a la cocina a la mañana siguiente, a contarle todo a su madre.

Dulces Cielos, Peores DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora