Capítulo 39

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Clare, jueves
Que traiga de vuelta a William...
Cómo?
Tengo que sacarlo del entuerto en el que está metido y me da igual si el precio a pagar es no poder besarlo nunca.
Nunca, que palabra más horrible.
Me encuentro en el karaoke con Rose, la supuesta demonio, no he podido hablar con ella desde el desastroso día en aquel bar con Gab.
-Rose... podemos hablar un segundo?
-Claro ! Ya he atendido a todos así que no hay problema!
Entramos al cuartito de privado y empiezo a fijarme más en sus ojos.
-Rose... Eres humana?
-Qué iba a ser si no?
Sus ojos se han contraído un segundo, recuerdo las palabras de Steve.
-Mentira.
-Mentira? Por qué dices eso?
-Lo veo en tu mirada, en la forma en que contraes tus ojos.
-Yo no contraigo ni dejo de contraer nada.
-Rose...
-Pensaba que venía a charlar, no a ser acusada por mi compañera.
Cuando empieza a abrir la puerta para marcharse yo doy un portazo forzando a que se quede.
-Que narices te pasa, Clare?
-Si eres un demonio, dilo, no sabes l~
-Que no lo soy!!
Me acaba de interrumpir y me mira con odio. Yo sigo con lo que iba a decir.
-No sabes lo que estoy sufriendo con el tema de que todos a mi alrededor sean criaturas que supuestamente nunca han existido. Por favor, Rose.
Necesito que sea un demonio, que me ayude a hacer mi plan, que...
-Está bien, lo admito.
Empiezo a llorar como una tonta al saber que tengo una realidad a la que atenerme, Rose.
-Genial! Tienes que ayudarme!!
-A qué?
-Mi amigo William, él está haciendo algo innecesario en el inframundo, necesito que le hagas volver aquí, a casa.
Me mira asombrada, al poco se empieza a reír.
-Hacía mucho que no oía decir a alguien tantas tonterías en una frase, querida.

La observo, consternada.
-William nunca hace cosas innecesarias, él si está haciendo algo es por un bien común. Segundo, esto, por decirlo de alguna forma, no es SU casa.
Tras haberle dado el gusto de ridiculizarme arremeto con mi nueva idea.
-Cómo sabes quién es él?
Me mira, a cuadros.
-No te conviene hacerte la lista conmigo, humana.
-Ni a ti hacerme perder el tiempo, demonio.
Vuelve a intentar salir pero le vuelvo a cortar el paso con un portazo.
-Quieres dejarme salir, Clare?!?!?
-Sería muy fácil para ti herirme e irte.
-Claro claro... Pero no puedo. No puedo hacerlo.
-Por qué?
Rendida, confiesa la verdad de sus ojos.
-Porque yo soy una enviada de William para... vigilarte y verte segura.
Respiro segura y emocionada, William se preocupa mucho por mi...
-Dile que estoy bien, que no necesito ayuda.
-Es muy terco, no me hará caso aunque se lo implore.
-Claro.. En ese caso dile...
-El qué?
-Dile que todavía hay muchas canciones que cantar juntos, por favor.
Ella asiente y se dispone a irse. Ya no la detengo.
-Clare... Yo no te iba a matar, no solo porque sea tu vigilante sino, también porque... Soy tu amiga.
Me lanza una mirada de soslayo, como si dudase de sus palabras y yo asiento.
-Sí, somos amigas.
Se va y yo ya no la interrogo.
Vuelvo a casa y no veo a Gabriel, "natural, después de lo que pasó..."
Me tumbo en la cama con el diario en mis brazos.
Escribo
Bael, mañana es mi último día de curso. Todos harán una gran fiesta pero yo no la necesito... Me gustaría ir pero siento que quiero cosas más importantes... Tengo que hablarle de algo, mañana podría verlo?
Después duermo.
No sueño nada.
Al día siguiente, viernes, me levanto y consulto la respuesta de mi padre.
Querida, hoy disfruta de la fiesta, no puedo ir, lo siento. Sin embargo, podemos quedar para dentro de un mes, qué te parece? Sería el mismo viernes a la hora a la que leas este mensaje.
Miro el reloj y cuando vuelvo a alzar la vista al libro veo palabras escribirse, más bien números.
A las 7:00 de la mañana?
Cojo el boli y aprieto mi colgante de flor con la otra mano mientras escribo.
Perfecto

Me recuerdo mentalmente que he de decirle a mi padre en cuanto lo vea que ahora ya no me gusta el rosa tanto como antes.
Que ahora prefiero el azul de sus ojos.

Dulces Cielos, Peores DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora