Capítulo 53

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Esta es la historia de Rose y Edgar.
Todo comenzó al nacimiento de cada uno de ellos. Rose fue la primera, provenía de una familia pobre de demonios que vivían de la costura. Rose no deseaba vivir de hacer telas y vestidos para otros, ella ansiaba ser libre, ser diferente.
Como sus ojos.
Ese era su mayor potencial, sus ojos verdes llamaban la atención de quién se cruzase la mirada con ella. Un día conoció a alguien como ella, William. Tenía los ojos azules y podían pasar más desapercibido que los suyos pero eran igual de hipnóticos, igual de hermosos.
Se hicieron amigos, MEJORES amigos. Pero esta historia no habla de ellos sino de la chica y Edgar.
El incidente de Rose ocurrió a los trece años. Todavía no trabajaba puesto que era muy joven. La pequeña Rose caminaba por el mercado de la ciudad como solía hacer cada semana. Compraba comida y telas para hacer ropa en la tienda de sus padres. Aquel día vio un puesto diferente, una anciana que prometía poder predecir lo que tu quisieras.
Esta novedad le produjo curiosidad a la joven que acababa de ser prometida con un alto comerciante.
Ya había sacado el dinero cuando iba a preguntarle a esa bruja cómo sería él.
En el último momento se frenó. "Y si eso no es importante?"
La niña sonriente le entregó las monedas y preguntó:
-De quién me voy a enamorar por siempre?
Los ojos grandes y profundos de la pequeña empezaron a brillar más y más a medida que escuchaba la respuesta.
-Es un joven un año menor que tú, querida. Su pelo es dorado oscuro y sus ojos son hermosos,verdes y manchados de azul.
-Qué genial es mi prometido ,no?
Rose empezó a reírse solo de pensar en la felicidad de casarse con alguien así. Era una niña, no le hacía falta conocerlo ni saber cómo era, ya se había enamorado de su aspecto por muy superficial que sonase.
La bruja se puso seria y le acarició la cabeza a la joven, intentando que lo siguiente doliese menos.
-Él no es tu prometido, es un ángel.
A ella le daba igual, ya le amaba sin saber nada del mundo. Le amaba aunque se iba a casar con otro.
-Cómo se llama?
-Edgar.
-Edgar!! Me gusta!!
Cuando llegó a casa y le dijo a su padre que quería buscar al amor de su vida y que este era un ángel su padre la abrazó fuertemente con ternura y le explicó que eso era imposible. Rose insistió e insistió en que ella lo amaba pero... solo eran tonterías de una niña.
Cinco años después ya había olvidado a Edgar, se había convertido en una ladrona que encandilaba a sus víctimas y luego les robaba. Ese día fue a una reunión en la cuál ángeles y demonios intentaban debatir sin conflictos, siempre había conflictos.
Iba a quitarle algo a algún que otro angelito, o eso deseaba.
Se desesperó al ver que ningún alado tenía nada de valor que vender. Hecho este descubrimiento Rose dio media vuelta y empezó a irse lejos del edificio político.
Sus padres en la ruina y ella sin poder ayudarlos con un poco de dinero. Empezó a llorar sin remedio mientras seguía adelante, ni si quiera el parque que rodeaba el edificio la hacía feliz.
-Oye... Qué te ocurre?
Se da la vuelta tras oír una voz.
-Hmm?
-Que le ocurre, dama?
Ojos azules y con manchas verdes, o es al revés? De que le sonaba aquello?
-Nada, me voy.
-Eyy!! No llores, hasta que no pares no me iré.
La cogió del hombro sin dejarla desasiarse.
-Suéltame!!
-Dime porque lloras y lo haré.
-Tengo que llevar algo para venderlo y ganaralgo para mantener mi hogar... Contento?!??!
El chico la soltó, atónito al descubrir que era una ladrona.
-En ese caso te daré dos regalos.
-Qué?
Antes de que ella pudiese quejarse el desconocido se adentró en los arbustos y le trajo algo.
-Rosas?
-Cuando los caballeros regalan flores a sus damas estas sonríen.
Él sonreía y ella hizo lo mismo.
-Este es mi segundo regalo.
El chico depositaba su colgante en la palma de la chica, un zafiro en forma de estrella.
-No puedo aceptarlo.
-Lo harás, eso seguro que vale mucho.
-Sí pero...
-Bueno, la dejo damita... Espero verla pronto, tengo que ir a la reunión, llego tarde.
El chico empezó a correr hacia el edificioy ella, desde el otro rincón del jardín gritó:
-Cómo te llamas?!??
Él se dio la vuelta sonriendo y respondió:
-Edgar!!! Y tú?!?!?
-Rosee!!!!
-Espero verte de nuevo, Rose!!!
Después se fue dentro de la arquitectura.
Edgar, de qué le sonaba?

Dulces Cielos, Peores DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora