Capítulo 58

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Gabriel
Hoy es el día que tengo que aclarar las cosas con la amiga de Clare.
Estoy esperando sentado mientras me atiende un hombre adulto.
-Hola joven, es tu primera vez por este sitio no?
-Sí, encantado, soy Gabriel.
-Igualmente, soy Steve?
Sonrío de forma angelical ( buen chiste para mi caso) mientras se aleja a la barra.
Espero sentado hasta que Emma llega. Me levanto del sitio a sabiendas de que no conoce mi rostro.
-Soy Gabriel, el que te dijo de hablar sobre Clare.
La chica se mete el pelo detrás de la oreja cuando vamos a sentarnos a la mesa.
-Bueno, ya sabrás que yo soy Emma.
-Sí, la mejor amiga de Clare.
-No lo parece, mira como me ha abandonado sin decirme nada.
-NOS ha abandonado a todos.
El cabello corto de Emma da un vuelco tras escuchar mis palabras.
-Está bien?
-Si, no te preocupes. Está...-no podía contarle la verdad, no podía hablarle de criaturas sobrehumanas a una adolescente común y corriente.- castigada.
Frunce el ceño y yo adorno la mentira detalladamente.
-Sus padres la mandaron a un internado para que sacase mejores notas, últimamente no iba muy bien en los estudios y por eso q~
-Pero si Clare siempre sacaba notazas.
-Últimamente no. Su familia ha intentado averiguar el por qué de su cambio pero no han averiguado nada. Por eso la han enviado lejos, para que reflexione.
La veo reflexionar, mi mentira ha colado. He mentido... el cielo me podría exiliar por esto pero lo asumiré. Lo haré por Clare.
-Y como te lo ha contado a ti y no a mí?
Siento un leve sudor en la frente, esta chica es más pesada de lo que creía que sería.
-La vi con unas maletas y no le quedó más remedio.
-Y por qué tienes su teléfono?
Chica lista, algo tan extraño y que no haya pensado nada que pueda colar...
-Ehmm... necesitaba un teléfono y me dijo que como ya no lo iba a usar... que me lo quedase.
Me mira insegura pero al final se lo traga. Exhalo aliviado.
Siento todos mis músculos relajarse.
-Qué idiota Clare.
-Sí que lo es.
-Me ha dejado en el insti sola, y encima con el pesado de Sam que no deja de perseguirme.
-Cómo?
Da un sorbo a su refresco y continúa.
-Ha visto que como no ha podido con Clare a lo mejor me consigue conquistar a mí.
-Pero no es así verdad?
-No me van los chulitos.
-Entonces tendrás que buscar a algún nerd no?
Soltamos una carcajada a la vez, demasiado simultáneo para que parezca casual.
-Tampoco es eso, solo quiero a un morenazo cachas que me lleve de aventuras.
-Te gusta leer, verdad?
Su sonrisa se ilumina y me clava la mirada.
-Sí, es lo mejor, verdad?
-Sí... comics o libros?
-Libros por su puesto. Los comics son un poco...
Decido picarla, los comics eran mi pasatiempo y mi gozo en los tiempos libres, esto no iba a quedar así.
-Infantiles.
-Perdona? Infantiles? Algunos comics hacen llorar a ancianos, otros son más gore que cualquier película de vampiros, otros hacen que mueras de miedo en cinco segundos y te siguen parec~
Las palabras mueren en el aire cuando la veo contener la risa, sus pecas suben y bajan mientras respira y su pelo se mueve en cortas ondas rozando su cara.
-Está bien está bien, me rindo. Los comics están bien.
-Genial, querrás decir. Los libros son demasiado tediosos de leer.
-Prefiero los libros.
Nos quedamos mirándonos unos segundos cara a cara hasta que unas hondas a mi cerebro eclipsan el contacto visual, me llaman de arriba.
-Me tengo que ir, hasta otra.
Me levanto y me voy alejando, quizás ha sonado cortante... "pues claro que ha sonado así, idiota" pienso. Cuando estoy ya fuera me doy la vuelta pero la veo a mi lado hablando por última vez.
-La próxima vez te traeré un libro y vas a flipar.
-Sí, hasta otra friqui odia comics.
Le sonrío y recuerdo a Clare, a ella le sonreía de la misma forma, no por mi naturaleza si no por lo que sentía.
Antes de marcharme me recuerdo que no debería de volver a verla, eso sería incorrecto.
Luego recuerdo su cabello cuando la he visto por última vez a la luz. Creaba reflejos claros y brillantes.
Como el Sol.
Como las alas de un ángel..

Emma
No es moreno.
No es demasiado atlético aunque tiene algo de músculos.
Entonces... por qué su mirada me ha hecho temblar de... de qué?

Rose
Me separo tras haber estado un buen rato abrazados. Sin decir nada, solo sintiendo nuestros cuerpos tocarse, sintiendo que estamos juntos.
La paz termina cuando escucho la voz del asesino de mis padres.
-Hijo, qué narices haces?
-Padre...
El hombre más odiado de mi mundo y padre del amor de mi vida me mira a los ojos como hizo hace años.
-Tú! Quita tus zarpas de Edgar.
-Zarpas?- ahora soy un animal al parecer.
Cuando me dispongo a hacerle frente Edgar se coloca como escudo humano delante mía.
-Se llama Rose, padre. Ella es...- vuelve la cabeza hacia mi dirección y me toma de la mano- mi prometida.
No me da tiempo a darme cuenta del rubor que sube hasta mis mejillas, estoy al rojo vivo. Su prometida?! Eso es demasiado... perfecto.
-Tú ya tienes una prometida y se llama Clare, la traeré a rastras si hace falta para que se case contigo. Y esa mujer puede largarse, que dé gracias, hoy no tengo ganas de matarla.
-Clare está fuera de tu alcance, fuera del de todos nosotros.- mi pequeña mentira es creíble y observo como Eloy sube una ceja.
-Ah si? Donde entonces?
-Es un secreto.
-Si me lo dices a lo mejor me replanteo lo de matarte, chica.
Iba a volver a hablar, a llorar, a gritar como hacía cada noche mirando por la ventana pero Edgar era más rápido, siempre adelantándose a mis pensamientos.
-Ella es mi futura esposa, no Clare. Me da igual si lo asumes o no, nos amamos.
-Te ha hechizado, hijo. Te ha embrujado.
Estoy flipando y sin palabras para expresar mi rabia.
-Lo siento, Eloy.
Edgar da la espalda a Eloy que se situaba a unos pasos de nosotros y me planta cara. Toma mis manos con más fuerza y empieza a entonar unas palabras.
Nos transportamos en menos que un suspiro. Aparecemos en una cabaña, parece estar en unas montañas.
No hay ruido, ni gente, ni pena, solo él y yo.
-Siento lo de antes... si no quieres ser mi prometida lo comprendo, es muy pronto.
-Llevo esperando toda mi vida para ser algo tuyo.
Me agarra el rostro suavemente y acerca el suyo. Nuestras narices se rozan.
-Yo llevo toda la vida pensando en la boda perfecta, con una mujer morena y de ojos verdes como la magia, contigo.
Nuestros labios se rozan.
Siempre ha sido mi esperanza.

Dulces Cielos, Peores DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora