Noviembre | Feliz cumpleaños, Sora

1.4K 89 30
                                    


La sonrisa de Sora se ensanchó todavía más al ver el álbum de fotos que se escondía bajo el papel de regalo de color rojo. La chica se maravilló con lo bonito que era y lo mucho que le gustaba ese tono de burdeos que tenía en la tapa de madera lacada mientras el resto bebía y comentaba al observar la sorpresa de la cumpleañera.

–Vamos, ábrelo.

Sora obedeció a la impaciente Yolei y se encontró de primeras con aquella foto que se habían hecho los primeros ocho elegidos hacía más de ocho años, la misma que Andromon se había molestado en hacer. "1 de agosto, el principio de todo.", eran las letras que la acompañaban. Con mil sensaciones recorriéndole el cuerpo como un torrente, pasó las páginas rugosas una a una, encontrándose con fotos como la de aquella vez en la que Tai había decidido que era buena idea hacer un concurso de comida en el que ganaba el más rápido; o aquella otra vez en la que Matt invitó a los mayores a su primer y de momento único concierto en Tokio, y pasaron la noche divirtiéndose por la calle. También se encontró con la excursión para ver el Momiji que habían hecho ese mismo año y la última visita de Mimi, en la que las chicas decidieron pasar una noche juntas.

De pronto, se detuvo en una imagen. La foto retrataba a Mimi con el pijama puesto y el pelo recogido en dos trenzas mientras abrazaba a la pelirroja por detrás con una enorme sonrisa y una efusividad que parecía traspasar el papel. Kari congeló con su cámara el instante exacto en el que todo el amor y la gratitud que sentía Sora se centró en sus ojos y esta miró con ellos a sus amigos. Conteniendo las lágrimas, cerró los ojos y bajó la cabeza, todavía con esa enorme sonrisa custodiando su cara y con Kari fotografiándola. Pero la mejor fotografía fue, sin duda, la que le hizo Mimi con su móvil al aparecer de pronto de entre los demás al grito de "¡Feliz cumpleaños, Sora!". La cámara de Yolei que Ken estaba utilizando para grabar, guardó en su memoria la cara de indudable sorpresa de Sora al ver a su amiga, que creía en Estados Unidos. Tras una pausa que su cerebro necesitaba para asimilar lo que estaba pasando, dejó el álbum de fotos junto al libro de costura y el resto de regalos que le habían hecho sus amigos, y se levantó para abrazar a la chica, que la recibió con los brazos abiertos.

La fiesta transcurrió con normalidad, entre los chicos contándole a Sora cómo lo habían organizado todo y Mimi contando anécdotas varias que le habían ocurrido desde el momento en el que había decidido viajar a Japón y el instante en el que se presentó ante su amiga.

Cuando empezaron a comerse la tarta de chocolate que habían preparado entre Cody, Ken y Matt, Davis se acercó a TK, que se había aislado en una esquina del sofá, y se sentó a su lado. El rubio lo miró de reojo, adivinando el motivo por el que se había movido de su sitio.

–¿Cuándo se lo piensas decir?

–Davis...

–Sé que es difícil, te quiero ayudar.

TK inspiró con profundidad.

–Creo que no debí haber dejado que esto pasara.

El repentino silencio de ambos chicos vino acompañado por unas estruendosas risas que provinieron de la mesa donde estaban sentados la cumpleañera y la mayor parte de los asistentes a la fiesta.

–¿Y qué más da? Era lo que quería ella y lo que querías tú.

–Ya, pero no está bien. Sabía que me tendría que marchar tarde o temprano.

–¿Y no se lo dijiste a ella?

–Sí.

–¿Entonces qué problema hay? Las cosas han estado claras desde el principio, ¿no? No podías hacer más.

Takari: A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora