Woman || h.s. (Completa/En Edición).

02.

Harry y yo nos dirigimos en busca de su automóvil, una vez localizado a unos pasos nuestros Harry me señalo el auto como diciéndome que me adelantara y el me seguiría. Su auto era un convertible clásico al parecer -en realidad no era aficionada a los autos-. Era color blanco con rayas rojas en línea horizontal a los costados y al frente tres líneas verticales, parecía una mezcla entre clásico-deportivo.

Me dirigí a la puerta trasera del auto con el vestido de novia en mano, Harry quito el seguro al auto permitiéndome abrir la puerta; con cuidado acomode el vestido en el asiento trasero y a punto de tomar asiento junto a él Harry carraspeó llamando mi atención, sostuvo la puerta del copiloto abierta y me señalo que tomara asiento con un gesto de reverencia.

Fruncí el ceño ante el comportamiento de él ojos verdes y exhale. Con mi cabeza agachada casi en actitud de regañada subí al asiento delantero bajo la mirada de Harry.

Por el rabillo del ojo lo vi tomar asiento detrás del timón, bajar la capota del vehículo y abrocharse el cinturón de seguridad, por primera vez me detuve a observar sus facciones; su ceño fruncido mientras acomodaba el cinturón de seguridad en su sitio, sus ojos color esmeralda iluminados por la escasa luz del estacionamiento, el lunar en su cuello difícil a la vista ya que algunos mechones fuera de su lugar de su cabello largo lo escondían y sus labios rosa en forma de corazón formando una mueca. Seguía igual.

Hacía tanto que no veía su rostro y trate de repasar su imagen en mi mente una y otra, y otra y otra vez segura de que ninguna línea de su rostro hubiese cambiado, seguía siendo el mismo rostro del chico que una vez ame, el mismo rostro que vi por última vez aquella noche; la noche en que las promesas se habían roto entre los dos. Lo vi dedicarme una pequeña mirada haciéndome dar un pequeño salto en mi asiento y mirar hacia el frente temiendo hubiese notado, seguro pensaría que estoy loca. Echo a andar el automóvil deslizándose por las calles de Londres.

Parando bajo la luz roja de uno de los semáforos, el golpeteo de sus largos dedos sobre el timón me estaba poniendo nerviosa. De repente lo escuché suspirar profundo.

-¿Vives aún en casa de tus padres? -pregunto haciéndome dirigir mi mirada hacia él. Su mirada estaba en el semáforo.

-Sí -conteste simple.

-¿Cómo están Barbara y Will? -volteo a verme y me dió una pequeña sonrisa que me hizo estremecer. Tragué saliva.

-Ellos están bien.

Harry no muy convencido volteó a verme con el ceño fruncido pero la luz del semáforo le hizo prestar atención a el caminó y sin decir nada más continuo manejando.

Parqueándose frente a mi casa, las luces del auto se apagaron, el vecindario estaba callado como de costumbre y la luz de la entrada a casa estaba prendida.

Harry se agacho un poco en su asiento para ver mejor los alrededores por el vidrio frontal, alzó ambas cejas y curvo sus labios hacia bajo.

-Tal y como lo recordaba -murmuro ladeando la cabeza.

-Me impresionas Harry. No pensé recordarías el camino -las últimas palabras supieron mal en mi boca.

Harry formo una apretada línea con sus labios. Mi comentario le había molestado. Suspiro y dejó salir un pequeño gruñido. Lo vi salir del automóvil sin decir ni una palabra, rodeo el auto y abrió mi puerta ofreciéndome apoyo con la palma de su mano abierta. Dude más de dos veces en tomarla pero cuando al fin lo hice el calor de su mano se sintió familiar, sin pensarlo voltee a su rostro; estaba serio viendo nuestras manos unidas, se percato de mi mirada y dirigió su atención a mi rostro, esquivé su mirada y me concentre en salir del auto.