Woman || h.s. (Completa/En Edición).

16.

Debido a el goteo de algo en mi mejilla me ví obligada a despertar. Con dificultad luego de que unos cuantos gruñidos salieran de mi boca logré abrír mis ojos avellana encontrándome con los esmeralda de Harry demaciado cerca.

—Buenos días...—la voz ronca y grave de Harry casí en susurro acarició mis oídos. Mí mirada viajó hacia su boca a pocos centímetros de la mía.

Aún confundida y desubicada por el sueño traté de alejar mi vista de él y miré a mí alrededor.

—¿Ya es otro día? —torpemente pregunté haciendo a Harry reír y sonreír con dulzura.

—Solo bromeaba. Dormiste todo el trayecto hacia casa, pero no te preocupes, ya llegamos —dijo cerrando de manera juguetona ambos ojos como si tratase de guiñar ambos a la vez.

Asentí aún en una especie de trance. Toqué mi mejilla prestando atención a el líquido en ella una vez más; una sustancia viscosa color verde era evidencia en la palma de mi mano, con una expresión de asco agite mi mano frente a mis ojos. Las risas de Harry me hicieron rodar los ojos.

—Así que quisiste empezar la despedida de soltero antes, ¿ah? —venganza borboteaba de mis palabras. Una sonrisa diabólica se formó en mis labios.

—Emma... Baja tú mano.

—¿Porqué Harry? —dije inclinándome más fuera de mi asiento hacia el rizado — ¡No temas! El color combina con tus ojos —dije burlona. Harry trataba de echarse lo más lejos posible.

—Emma, no lo hagas —lo escuché rogar.

Ignorando sus súplicas y a milímetros uno del otro llené su nariz de aquella viscosidad verdosa. La cara de asombro de Harry no tenía precio. Me miró a los ojos como si aún no pudiera creer lo que había echo con su rostro mientras en mi interior la diversión hacia una fiesta.

—¿Quieres jugar? —lo escuché decir, limpió su nariz y lo ví alzar una ceja antes de que me tomara de ambas manos y de un jalón me acercara más a él acabando con el poco espacio entre los dos.

Mis manos se apoyaron en su pecho buscando un lugar firme en el cual apoyarme. Mi respiración era lenta, casi inexistente debido a la sorpresa, me sentía mareada. Él miró a mis labios y subió su mirada hacía mis ojos; avellana y esmeralda conectados en medio del único sonido de nuestra respiración.

Harry alzó su mano hacía mi rostro y sentí sus dedos suavemente tocar mi mejilla. Cerré mis ojos por inercia ante su tacto. Limpiando los restos de su broma viscosa de sobre mi rostro, el risado volvió su mirada hacía un lado y soltó una pequeña sonrisa.

El temor de cómo habían empezado a cambiar las cosas entre los dos me estaba preocupando y, apesar de que no podía evitar sentirme cómo sí las cosas pudiesen tener un final feliz, que pudiéramos volver a empezar... Me aterraba el hecho volviese a pasar lo mismo. No me sentía preparada para ello.

—¿Harry? —llamé su atención—. ¿Recuerdas el trato que hicimos, no?.

La mirada de Harry me decía que sabía de lo que hablaba y se limitó a asentir con la cabeza.

—Creo que nos hemos tomado muy a pecho nuestro trato —dije pensando cada palabra antes de decirla, esperando entendiese mí punto.