Woman || h.s. (Completa/En Edición).

12.

—Pero estoy aquí mi amor... Contigo —susurró a mi oído. Cerré mis ojos sintiéndolo cerca; su aliento contra mi piel y el calor de su cuerpo.

—Éstas aquí —susurré palpando su brazos a mi alrededor.

—Estoy aquí —aseguró.

Harry depositó un pequeño beso en mi hombro y me continuó abrazando.

—Lo siento tanto. Emma, quiero que sepas que tú no estás sola. Estoy aquí y no pienso irme, no otra vez.

Se apegó más a mí como si eso fuese posible. Cerré mis ojos por un momento; memorias del pasado vinieron a mi mente, desde el primer día hasta el último junto a Harry y los que pasaron sín él. Abrí mis ojos de golpe y sacudí mí cabeza.

—¿Harry? —llamé su atención; él manejó verme a la cara sín soltarme de su agarre. Mi respiración era rápida—. Parece que dejó de llover —asintió—. Creo que el chocolate se volvió a enfriar... —me safe de su agarre el cual él impuso de nuevo volteandome hacia él.

—¿Nos podemos olvidar del chocolate un momento? —gruño por lo bajo.

Helada bajo el esmeralda de sus ojos que me observaban con intensidad en silencio le ví inclinar su rostro hacia un lado y sonreír de medio lado para luego tomar mi cara entre las palmas de sus manos y darme un beso en los labios, su beso me tomo por sorpresa y sín saber porque, no lo detuve, lo que es más, al pasar unos segundos de sorpresa le corespondí; algo que me sorprendió tanto a mí como a Harry qué abrió sus ojos al sentirme besarle de vuelta y sonrió bajo mis labios.

Harry soltó mí rostro y me tomó por la cintura para apegarme más a él. Mis manos rodearon su cuello mientras nos hundiamos en un lento beso.

—Te amo Emma —dijo en medio de nuestro beso. Aquello no hizo más que arruinarlo todo.

Me separé de Harry digeriendo lo que había pasado segundos atrás.

—¿Emma?

—No —dije inmediatamente—. No digas nada. Es tarde, debemos descansar —Me dí la vuelta dispuesta a huir hacia mí habitación y así lo hice.

Entre las sábanas de mi cama bajo la luz de la luna que alumbraba por mí ventana repetí una y otra vez lo sucedido. Frustrada y confundida; no podía creer cómo no pude evitarlo o en qué momento me pareció buena idea corresponderle.

El sonido de la puerta de mi habitación abriéndose me sacó de mis pensamientos.

—¿Estás despierta? —la voz de Harry llenó mi habitación en medio de la oscuridad—. ¡Vamos! Se que lo estás —suspiré hondo. No sé rendía.

—Si no estaba despierta, ahora lo estoy —gruñí. Harry soltó una risa que sonaba a que estaba algo incómodo.

—Sobre lo que paso... —parecia darle vueltas a lo que quería decir—. Lo siento yo...

—Olvidalo Harry —esperé no continuara con el mismo tema. Me volteé en mi cama hacia él. Harry estaba mirada al piso pensando. Levantó su rostro hacia mí y sus ojos parecieron iluminarse con una idea. Lo conocía, siempre tenía esa mirada al ocurrirsele algo.