La oportunidad de Damián #2

18._ sinceridad

Damián...

Estos días han sido uno de los mejores de mi vida y tienen un sólo motivo que tiene por nombre Emma.

Conduzco hasta su casa sin sacar la vista del frente pero aún así siento la mirada de Emma sobre mi.

Estaba extraña desde que salimos hoy en la mañana y quería saber por qué y ojalá antes de llegar a la universidad.

- ¿Qué pasa Emma? - la miro esperando una respuesta.

- Damián, necesito decirte algo... - veo el nerviosismo en su rostro y se que está buscando las palabras adecuadas para decirme algo que estoy seguro no me va a gustar.

- ¿Quieres terminar? - Le pregunto porque es lo primero que se me viene a la mente - ¿Por qué? si estamos tan bien.

- ¡No! No es eso... pero temo que después que te diga lo que tengo que decirte vas a decirlo tu no yo.

- ¡Me estas asustando! Y dices la palabra decir muchas veces ¿Qué pasa Emma?

- Me pediste sinceridad y eso es lo que voy a hacer y de verdad me han gustado todos estos días que llevamos juntos otra vez, y todo lo que hemos vuelto a hacer desde hace meses cuando fui a tu departamento y no querias saber nada de mi porque te habia mentido y entonces me diste una oportunidad o en realidad yo te la di a ti, eso no es lo importante, me siento como al principio cuando jamás teníamos discusiones y éramos el uno para...

- ¡Emma deja los rodeos y dime de una vez! - la detengo cuando veo que habla y habla y no piensa detenerse.

- Estoy embarazada - me dice con apenas un poco de voz que hasta creo que escuche mal.

- ¿Qué?

- Estoy esperando un bebé.

Freno el auto sin previo aviso haciendo que Emma se tenga que sujetar de la guantera del auto.

Escucho las bocinas de los autos que vienen atrás pero no me importa porque estoy seguro de haber escuchado que Emma está embarazada.

- ¿Qué has dicho?

- ¡Damián! ¡Estoy embarazada! no me hagas repetirlo...

- Es una broma ¿cierto? Hemos estado juntos sólo dos veces y sólo han pasado unos días, un embarazo no se sabe tan rápido, tiene que ser una broma.

Si, quería hijos con ella pero no tan luego, me había pillado de sorpresa la noticia.

- ¡¿Me vez cara de querer estar bromeando?!

Me tomo un tiempo para respirar y relajarme porque si lo piensas, no es tan mala noticia, a no ser que... ¡claro! No es mío.

- ¿De quién?

- No te voy a decir.

- Es de Eric - le digo porque es algo evidente, por algo tiene esa cara, por eso le preocupaba mi opinión, porque tenía miedo que fuera a dejarla por eso.

No me responde nada pero sus ojos se llenan de lágrimas al escuchar su maldito nombre y los míos también.

¿Por qué si todo nos estaba saliendo tan bien?¿Por qué me pasan todas estas cosas a mi?¿Por qué, por qué, por qué maldita sea? Golpeó el volante con la palma de las manos tratando de buscar una puta explicación a todas mis malditas desgracias.

He visto a Eric en cada rincón de esta puta ciudad, follando con todas las chicas que caminan frente a él y ni siquiera es capaz de preocuparse por el estado de Emma, ¿Qué tipo de persona es, que la deja sola en momentos como éste?