La oportunidad de Damián #2

27._ ¿Te pueden dejar dos veces?

Emma...

He escuchado todo lo que me ha dicho aunque mire por la ventana y finja no ponerle atención.

Cada palabra suya es como si sintiera que todo lo hago mal, que por más que trató de hacer lo correcto, jamás sucede eso, nunca.

Estaciona el auto para volver a clases y se baja esperando afuera, apoyando sus codos en el techo a que yo me baje del auto también y así ponerle seguro.

Me he aguantado las lágrimas por lo que estoy pensando en decir en este momento pero siento que ya no doy más, ya no damos para más.

Es como un elástico, así es nuestra relación que con cada pelea que tenemos se va estirando un poquito más y gastando de la misma forma, muy lento, que ya está a punto de romperse sin vuelta atrás.

- Tenemos que hablar - Le digo ya resignada a todo esto.

- Ya se que vas a decirme Emma y me he estado preparando para esto.

Pensaba ser yo la que hablará primero quizás buscando una manera sutil para decirle lo que ya he estado pensando hace un par de días, pero debí suponer que ya se imaginaba para donde iba la conversación.

- No lo entiendes... No quiero hacerte daño y siento que esto no está funcionando.

- Ya lo sé, también me doy cuenta, creo que todo el mundo se da cuenta que estas enamorada de Eric y no hay nada que se pueda hacer con eso... escuchas su nombre y sonríes de pura felicidad...- me mira un segundo - ¡como ahora!

Me doy cuenta que estoy sonriendo al escuchar su nombre y esto realmente no está funcionando.

- No hay nada entre nosotros, ni siquiera nos dirigimos una sola palabra.

- Pero tú aún lo amas, puedes decirle a todos que no es cierto pero en el fondo sabes que si, yo se que sí.

- No quiero estar contigo - le suelto de repente y al segundo después me arrepiento de haber abierto la boca cuando su cara se desintegra en un abrir y cerrar de ojos.

- ¿No quieres? - me dice triste casi en un susurro - Esta bien, lo entiendo no necesitas explicarme más,

Hace el intento de girar su cuerpo para irse pero yo se lo impido agarrando su brazo porque no puedo dejar que se vaya así.

Estaba sufriendo y si su corazón fuera de vidrio estaría escuchando como se quiebra en mil pedazos al escuchar mis palabras que por muy dolorosas que estas sean son las que siento y ya no puedo callar. Afortunadamente el corazón es de carne y por lo tanto no lo puedo escuchar, el tampoco pero a diferencia de mi él si puede sentirlo, lo lleva dentro de su pecho y debe doler como una patada en sus pelotas si es que no mas.

- Damián... te quiero, de verdad que lo hago, pero no de la manera en que tú te mereces y no quiero seguir jugando contigo...

- ¿No te has vuelto a besar con él?

- No, y no pienso hacerlo, no puedo amarte de la forma que tu quieres, de verdad lo he intentado pero no puedo.

Una lágrima cae por su mejilla pero no hace gesto alguno, es como si inconscientemente su interior estuviera llorando y el aún no se ha dado por enterado.

- Me la he jugado por ti todo este tiempo y creo que lo he hecho bien, pero no puedo obligarte a estar conmigo si no lo sientes.

- Lo lamento Damián.

- Me gusta estar contigo, quizás no tengo la experiencia que tenía Eric cuando estuviste con él pero hiciste que todo este tiempo de verdad valiera la pena. Fui feliz, me has dado los mejores momentos.

- Trate de corresponderte, trate de amarte como tu lo hacías conmigo pero no es suficiente, las ganas no me bastan cuando mi corazón entero esta en otro lado. Eres mi compañero, mi amigo y más que eso Damián, me has ayudado tanto. Quizás no estábamos destinados, no lo sé, no me gustan estas cursilerías - me doy un segundo para respirar - no me hagas decir estupideces como el destino, el hilo rojo y todas esas mentiras que la gente se inventa para no ser sincero con la otra persona solo porque no eres capaz de decirle que no lo amas.

- No lo amas - repite despacio

Okey Emma, mejor cierra tu boca porque cada vez que dices algo lo estas empeorando.

- Me diste la oportunidad que quería y la supe aprovechar muy bien. Pero lo acepto, no eres para mí, eres para alguien más - lo dice por Eric pero no pienso hacer nada para buscarlo, me rehúso a sentir algo por él - me enseñaste todo, ya sabes a lo que me refiero - me dice mirando hacia otro lado - siempre serás la mujer que amo, pueden pasar muchas mujeres después de ti, lo que no quiere decir que habrán muchas, quizás ni siquiera haya otras pero nunca serán como tú. Si quieres que seamos amigos también lo aceptaré pero que sepas que siempre estaré enamorado de ti y aquí voy a estar aunque hayan pasado años y años, no lo olvides.

Desde que le di aquella oportunidad que tanto me pidió aquel día cuando debía haberme odiado por todo lo que le había hecho, sabía que era la persona más humana que había conocido, con el corazón más puro y sano capaz de sacrificarse por cualquiera, sobre todo por mí.

Sabía que no estaba enamorada de él pero sin embargo lo quería para mí, porque sabía que era la persona más perfecta que había conocido en todo el maldito planeta y no lo quise compartir con nadie.

Acostumbramos a enamorarnos de quien no nos corresponde y dejamos ir a quienes son capaces de entregar todo por ti y después nos quejamos de porque tenemos tanta mala suerte en el amor.

Ojala pudiera darle un martillazo en el cerebro a cada mujer que dice eso cuando a su lado hay alguien que solo esta esperando que gires la cabeza y lo mires de la misma manera que lo hacen ellos, nos gusta lo complicado, nos gusta lo que es mas difícil de conseguir.

Lo quería para mi, fui egoísta, lo quería para que nadie más pudiera aprovecharlo como lo hacia yo. Me hacia sentir bien, me gustaba enseñarle cosas que otro me había enseñado a mí y quise dejar mi huella no sólo en su corazón también en su cuerpo.

Sabía que había sido su primera vez y quería que me recordara por siempre, que cuando alguien le preguntara de broma si se acordaba de su primera vez, ahí iba a estar yo, cuando le tocará enseñarle a otra mujer también iba a estar ahí, porque todo se lo había enseñado yo, había sido su maestra y me sentía feliz por eso pero ya era tiempo de terminar con mi egoísmo y su sufrimiento porque como dijo Adam, él no se va a matar porque yo lo deje nadie hace eso.

Simplemente se buscan a otra y de a poco te empiezan a olvidar.