3._ Un monstruo

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Emma...

Cuando creo que ya he hecho todo el daño posible me doy cuenta que incluso puedo ser peor.

Damián siempre ha sido tan correcto, tan leal que preferí decirle la verdad antes de seguir engañándolo porque no se lo merece, quizás me demore, quizás debí haber sido sincera con él desde un principio cuando Julieta llego un día a casa de Jenn diciendo que su hermano estaba destrozado, quizás no debí haber tardado tanto pero tenía que decírselo en algún momento y por fin cerrar está etapa de mi vida que parecia de nunca acabar, se lo debia a él.

Lleva horas encerrado en su habitación, tampoco se oye nada al otro lado ¿Se habrá tirado por la ventana? ¡Emma, que bruta! Me golpeo la frente para eliminar mis estúpidos pensamientos.

Me acerco a la puerta y la abro lentamente hasta que puedo ver a Damián, acurrucado sobre su cama mientras abraza una almohada, estaba llorando, estaba desconsolado, se veía tan inseguro que por un momento pensé que se iba a morir de pena.

Siempre lo había querido mucho y a pesar de que era una persona pacífica y tranquila , lo había vuelto alguien inestable y débil, a veces algo violento y peor, alguien que se sentía inferior por mi culpa.

Saco la almohada que aprieta con fuerza y la tiro al suelo mientras me saco las zapatillas, tomo su mano y me acomodo bajo sus brazos usando uno como cojín y me acurruco entre su cuerpo tratando de olvidar lo mala que he sido con él.

Al principio se resiste, no quiere tener ningún contacto conmigo y lo entiendo ¿Quien querría estar cerca de la persona que lo engañó?

Cierro mis ojos abandonando la habitación por completo, perdiéndome en recuerdos bellos que hemos vivido juntos, en situaciones magicas que alguna vez sentimos en uno con el otro, las risas, los almuerzos, la habia cagado hasta el fondo, y entonces me doy cuenta en lo que de verdad habia hecho, Damián confiaba en mí, le habia fallado a tal nivel que jamas volveria a confiar en una persona, habia abierto una herida que para cualquier perdona era dificil de cerrar, ganarse la confianza de alguien era tan dificil como mantenerla,pero perderla, eso tenía una costo demasiado alto, incluso para mí.

Damián se había relajado, creo que esta dormido cuando comienzo a cerrar mis ojos, pensando en cómo arreglar esto, hasta que me duermo profundamente rodeada sólo por su cuerpo.


Cuando despierto seguimos en la misma posición, sus brazos rodeandome sin fuerza.

Me remuevo para voltearme y poder verlo a los ojos, pero al hacerlo, me doy cuenta que tiene sus mejillas llenas de lágrimas.

- Lo siento mucho - le susurro

Lo oigo sorber su nariz aguantando las ganas de llorar y lo siento dar pequeños saltos en su pecho como si se estuviera tragando su dolor pero no digo nada ¿Qué derecho tengo de decirle algo si he sido una perra con el?

No me levanto de la cama ni abandono su departamento, al contrario, me quedo aquí junto a él aunque sea yo la última persona que desea ver en estos momentos.


*********************


Son exactamente siete días los que llevamos encerrados en está habitación, donde lo he escuchado llorar cuando cree que estoy profundamente dormida, lo he acariciado sin que ponga resistencia porque en el fondo me necesita aunque no quiera reconocerlo.

Son siete días en los que no nos hemos dicho ninguna palabra, donde hemos estado en completo silencio, donde solo hay dolor en su mirar, donde somos mas que dos simples personas sufriendo por el mismo motivo pero de distinta manera, yi eea la que habia causado el dolor, el era victima de mis engaños y mentiras.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora