14._ Saliendo de todas la dudas

883 84 6
                                    

Leti...

Temprano en la mañana incluso antes de que Emma despierte he decidido ir a la farmacia por un test de embarazo y salir de todas las malditas dudas.

No esperaba que algo así sucediera y es que conozco a Emma desde hace tanto tiempo que no se me pasó por la mente que algo tan importante se le haya pasado por alto. No tuvo una mamá que le diera la típica charla, ni un papá que hablará con su chico para mantener sus pelotas dentro de su pantalón, pero ¡joder! es el siglo veintiuno, una sociedad llena de información, llena de advertencias incluso a la vuelta de la esquina, pero a ella se le ocurrió ignorarla todas.

- Hola, necesito un... - miro hacia ambos lados cerciorandome de que nadie me este escuchando - un test de embarazo.

El farmacéutico me mira con algo de gracia y luego da media vuelta para ir hacia uno de los estantes que están al otro lado del mostrador y cuando vuelve, trae consigo una cajita blanca con rosado en su mano.

- Sólo dime como usarlo y evita todo lo demás - le doy una mirada de advertencia, no quería escuchar cosas innecesarias.

- Tienes que hacerlo con la primera orina del día, esperas tres minutos y luego lo miras, dos rayas es positivo, una raya negativo - me dice sonriendo amablemente.

Cuando termino todo el maldito trámite vuelvo al bar, era necesario salir de las dudas y no pensaba esperar un solo dia más.

Emma está sentada en una de las mesas, vestida de pijama y una de mis batas favoritas bebiendo una taza de café.

Bill llegaría en un par de horas más a poner todo en orden así que podía romper, quebrar y llorar todo lo necesario en caso de que el resultado no fuera el que quería.

Pongo la caja sobre la mesa cuando Emma me observa en silencio, aferrada a su taza con unas ojeras que a esta altura, ni el maquillaje puede corregir.

- No quiero hacerlo.

- No seas niña, mueve tu trasero al baño, orinas sobre esta porquería y luego lo traes de vuelta y esperamos el resultado juntas.

- Tengo miedo.

- Miedo y una mierda, mueve tu trasero ahora - Le ordeno con el tono que uso para mandar en el trabajo.

Deja la taza con fuerza y toma la caja con rabia desapareciendo por la puerta del baño dando un fuerte portazo.

Claro, comon si fuera mi maldita culpa de que ella no se haya cuidado como debía.

En menos de cinco minutos, vuelve a salir del baño con el test en su mano y aunque lo pone sobre la mesa tratando de no darle tanta importancia, no le saca la vista de encima.

- ¡Bien!... ahora sólo hay que esperar.

Me acomodo en la silla apoyada en el respaldo cruzada de brazos.

- Estoy nerviosa.

- Yo también - Le reconozco - Sólo hay que esperar tres minutos y saldremos de todas las dudas.

Sube los pies a la silla y se abraza las piernas tratando de aferrarse a si misma.

- No puedo con esto, me va a dar un infarto.

- A mí igual.

Y no le miento en absoluto porque sinceramente este es un momento que puede marcar un antes y un después en la vida de Emma y si a ella le está a punto de dar un infarto entonces a mi también.

Estos son los tres minutos más largos de mi vida y me imagino que para ella esto debe sentirse incluso peor, aguantando las ganas de ver lo que dice esa maldita cosa.

Mira el techo, se levanta de la silla dando un par de vueltas y luego se vuelve a sentar mirando el techo, cierra los ojos con fuerza, los vuelve a abrir, se vuelve a poner de pie.

No deja de dar vueltas por el lugar, se había amarrado el cabello por lo que podía notar la vena de su cuello que se asomaba por la tensión.

- Yo creo que ya pasaron los minutos necesarios - rompo el silencio atormentado.

- No quiero verlo.

- Yo lo hago - le digo levantando el test.

Cuando lo giro para ver cuál ha sido el resultado, Emma me lo arrebata de las manos antes de verlo y lo mira ella primero.

Su rostro se contrae y se vuelve frío mientras lo observa por largos minutos y pienso que ha entrado en un shock, y básicamente me está dando el resultado aún sin mirarlo.

Chasqueo los dedos frente a su nariz y no hace nada asi que sencillamente se lo quito de las manos y puedo ver las dos rayas en el cuadrado pequeño que tiene justo en el medio.

- Positivo - digo con resignación y sólo entonces levanta la vista para volver a mirarme.

- No hay nada que hacer... sólo... no se lo digas a nadie - dice también resignada cerrando sus ojos con fuerza y aunque trata de disimular, por dentro debe estar destrozada.

Si soy sincera y lo vemos con la cabeza fría es una bonita noticia si ignoramos todo lo demás por supuesto.

Quizás no quiera que Eric se entere y quiera ocultárselo por siempre, cosa que es imposible, pero si yo estuviera en su situación estaría de lo mas feliz, lo que no es el sentimiento de ella en este momento.

Es un bebé, una pequeña criatura que será su prioridad ante todo, pensará constantemente si estará preparada para algo asi e incluso creerá que no es lo suficientemente buena, pensará si estará haciendo lo correcto en cada cosa que haga y así avanzará su embarazo hasta que llegue el final y lo tenga en sus brazos.

Quizás si le digo esto se preguntará como es que yo lo sé... bueno... también he estado en esa situación pero a diferencia de ella, yo no tuve un final feliz como probablemente lo tenga ella.

También pase por el nerviosismo de saber el resultado, y cuando lo supe estuve feliz y agradecida pero las circunstancias de la vida y el abandono me hicieron una mala jugada y sin previo aviso, sólo lo perdí.

- No es el fin del mundo, ya te dije que es solo el comienzo de algo maravilloso.

Se levanta de la mesa con brusquedad arrastrando la silla y se va no sin antes darme un último vistazo.

- No diré nada - Le digo antes que me lo haga prometer - tu secreto es mi secreto, pero no podrás ocultarlo por mucho tiempo, los meses avanzaran y tu panza comenzará a crecer, piensa bien lo que vas a hacer.

Sin decir una sola palabra desaparece por la puerta, y lo único que ruego en este momento es que no vaya a hacer algo realmente estupido de lo que pueda arrepentirse luego.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora