35._ Tregua

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Eric...

Emma comenzó a ignorarnos a ambos desde que Damián me interceptó en el estacionamiento, no me niega nada que tenga que ver con mis bebés y su embarazo pero cuando trato de indagar en otros temas simplemente da media vuelta y adiós.

Pensé que me ignoraba solamente a mi y definitivamente no nos habla a ninguno puesto que Damián me lo ha echado en cara cada vez que puede.

La he tratado de convencer para un almuerzo, una salida, un jugo y nada, no quiere nada.

Damián me echa la culpa a mí y yo le echo la culpa a él y así nos vamos todos los putos días en los entrenamientos, o cualquier lugar donde nos encontremos y sin embargo ninguno ha logrado nada de nada, Emma de verdad se aburrió de nosotros.

Lo veo sentado en la cafetería, solo como un maldito y estúpido abandonado y me acerco para hablar con él.

- ¿Qué haces aquí?- me dice apenas tomo la silla para darla vuelta y apoyar mis brazos en el respaldo - ¿Se te perdió el prostíbulo o qué?

- Ja Ja muy gracioso - le digo mientras continúa comiendo su sándwich relleno con algún tipo de mermelada - Vine porque tenemos que hablar.

- No conozco ningún prostíbulo cerca, ya te dije, no voy a esos lugares.

- Un santurron como tú ni siquiera conoce una vagina - me burló.

- Conozco una - Me muestra los dientes el muy hijo de perra.

Hago un movimiento para llegar a él y pescarlo del cuello pero a medio camino me arrepiento y me vuelvo a sentar con mi puño cerrado con fuerza en el aire, mucho más molesto y a punto de arrepentirme de esto.

- No me hagas matarte - Lo apuntó con el dedo Cuando comienza a reir, porque en el fondo le gustaba provocarme y sabía que mi poca tolerancia a él, me haría caer en la violencia.

- ¿Qué quieres?

- Emma te está ignorando

- ¿Y eso que? También lo hace contigo ¿Qué se siente que te ignore? Ui no puede soportarlo... - Se burla el muy idiota como si sólo lo hiciera conmigo cuando acabo de decirle que lo ignora a él también ¿Dónde tiene el cerebro ese pobre infeliz?

- Vengo por una tregua.

Pensé por un par de días algo que hiciera cambiar la opinión de Emma sobre nosotros y ese afán de pelear por ella y esto fue lo único que se me ocurrió. Lo malo de todo esto es que ambos tendremos las mismas oportunidades pero mi ventaja es sencilla; Emma me había confesado que sentía cosas por mi aún y le había dejado claro al imbecil que ya no había un "nosotros" entre ellos, lo había pensado muy bien antes de actuar.

- ¿Una tregua? ¿de qué tipo?

- Emma no quiere vernos porque nos peleamos por todo ¿cierto?... bueno, tengo la solución.

- Me muero por escucharla genio - dice sin nada de entusiasmo cruzandose de brazos poniéndose recto en la silla.

- Es sencilla, primero iremos donde Emma y le diremos que ya nos aburrimos de pelear.

- Se escucha muy sencillo pero no.

- ¿No quieres volver a hablar con ella? ¿o me vas a decir que no echas de menos su mal genio?

- Ya terminamos y está vez es definitivo pero me imagino que ya lo sabes así que no veo porque estás aquí, ningún trato me conviene en ningún sentido a esta altura ¿por qué debería facilitarte el trabajo?

- Porque aún así te gustaría estar cerca de ella.

Me da rabia pensarlo pero es la única cosa que se me ocurre para persuadirlo. Si no llego con Damián de la mano o abrazados como los mejores amigos, no va a volver a hablarme.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora