Damián...
- ¿Por que le vas a decir la verdad?
Lo primero que me dice Emma hoy al pasar por su casa es que Eric merece saber que él es el padre y que también merece ser parte de todo este proceso en el que yo la he acompañado desde que me lo contó.
¡Y una mierda! Él no merece nada.
- Esta destruido, tiene que saberlo, y tu no ayudas mucho provocándole a cada rato, lo haces a propósito porque sabes que está sufriendo.
- Es lo que se merece por no estar ahí contigo.
- No lo sabe, por eso no está aquí - Lo defiende.
- ¿Vas a volver con él? ¿Me vas a dejar?
- No
- Tienes que decidir Emma.
- Me pones entre la espada y la pared Damián, no es justo.
Lo primero que pienso cuando me dice que va a dicirle la verdad es que van a volver a estar juntos y van a ser una familia feliz, dejándome a un lado por segunda vez.
- Emma... No me hagas esto de nuevo, es lo único que te pido. Esta vez quiero que seas sincera cuando ya no quieras estar conmigo, no quiero enterarme por terceras personas, quiero saberlo por ti.
- No lo haré otra vez ¿de acuerdo?
- El se folla a la ciudad entera y sin embargo insistes en darle una oportunidad, realmente no lo entiendo.
- Esto es por sus hijos, no es por nosotros.
- Vale - Le respondo sin ánimo.
Conduzco en silencio resignado a que siempre estará él en el medio, siempre estará él antes que yo, siempre será él.
- ¿Desayunaste?
- No, y tengo un antojo de chocolate caliente - me sonríe con ternura.
- Vamos por un chocolate entonces - Le devuelvo la sonrisa.
Últimamente le ha dado por los chocolates calientes y aquí estoy yo para cumplir todos sus antojos cuando ella lo necesite.
Llevamos nuestra relación como si Eric no existiera o eso pensaba hasta que veo la posibilidad de que vaya a saberlo.
Obviamente lo usará a su favor para estar más cerca de ella y así hacer sus malditos trucos para volver a quitarme su cariño otra vez.
- Lo entiendo... tiene más derechos que yo sobre ti - le digo de la nada - pero que sepas que no voy a dejar que Eric se burle de mí otra vez - digo sin despegar la mirada del frente
- ¿Sabes? Ya estoy cansada de esa rivalidad entre ustedes por mí como si yo fuera un juguete que se estuvieran peleando... yo no soy de la propiedad de ninguno y eso te incluye a ti... ya en serio basta con todo, ¡no soy un objeto en disputa entre ustedes dos!
- No es por ti esta disputa, es por nosotros. Nos llevamos mal y punto... Fuiste tú quien me engañó con Eric y aunque trato de no pensar en ello, otra vez se está repitiendo la misma historia y tengo miedo... No nos llevamos, su arrogancia me cae mal y su seguridad también, eso es todo.
- ¿Eso es todo?
- Eso es todo.
- Déjame en la facultad ahora, tengo clases - me dice molesta.
No está ayudando mi actitud, haré que se vaya enojada y no quiero eso.
- Lo lamento ¿si?
- Puedes llevarme a la facultad o tomo un puto bus, lo he hecho mil veces y ya no es nada nuevo para mí.
- Como quieras - Le digo resignado
- Y que sepas que Eric no habla de ti, siempre eres tú quien lo saca a relucir, te engañe ¡Ya lo sé!, te mentí respecto a él y tu decidiste perdonarme, y cuando decidiste aquello también significaba que no lo echarías en cara, perdonarme significa que te olvidarías de todo o por lo menos lo intentarías. Ahora para el auto que me quiero bajar.
- Perdonar es una cosa, olvidar es algo muy distinto Emma, ¿Cómo se olvida algo? Dime tú como se hace porque a no ser que me de amnesia no creo que pueda.
- ¡Para el auto ahora!
Detengo el auto y sin esperar tiempo, Emma se baja echando humo por la nariz. Y camina hacia la parada más cercana y se cruza de brazos ignorandome por completo.
¿ Qué diablos hago ahora? No la puedo dejar aquí e irme como si nada. Golpeó el volante con fuerza tratando de descargar un poco de la rabia que siento en este momento.
Me bajo y me pongo frente a ella a una distancia prudente para que no se sienta ahogada o que invado su espacio personal.
- ¡Lo siento! - le grito, llamando la atención de las pocas personas que esperan el bus a su lado, un chico de casi la misma edad que la mía se queda mirando pensando que le voy a hacer algo - súbete Emma, no pienso dejarte aquí. Prometo no hablarte sólo súbete porque no pienses que te dejaré aquí sola mientras yo me voy en mi auto con la conciencia de que te puede pasar algo.
- Estoy cansada de ti, de Eric, ¡de todo!
- Yo estoy cansado de Eric, de ti y no te mando a la fregada por eso, te amo, te cuido, pero tu siempre estas haciendo un enorme problema de algo tan pequeño.
- ¿Pequeño? Voy a tener dos bebés, ¡tu quisiste estar conmigo!
- ¡Si! ¡Contigo! ¡No contigo y el bastardo!
No me dice nada y tampoco se mueve un centímetro de su posición. ¡Malditas hormonas de las mujeres! estoy harto de arrastrarme como una maldita cucaracha pero aun así lo hago una y otra vez.
- Por favor - Le ruego - sólo subete al auto y te dejaré en la Facultad, no lo hagas más difícil ¿Si? No voy a hablarte, no voy a mirarte sólo subete ¡maldición! - le sonrió falsamente a una abuela que me observa desde la banca.
Lentamente avanza hacia el auto y una vez adentro, con el ceño fruncido se pone a mirar hacia afuera haciéndo como que no existo y tal como le he dicho, no le pienso hablar.
Si, es su culpa que yo sea así de inseguro, si, es su culpa que piense en Eric y esa oportunidad que tendrá para acercarse a ella, pero creo que debería mejorar mi filtro ahora que está embarazada porque una mujer con el doble de hormonas dando vueltas por su cuerpo es incluso aún peor. No quiero ser víctima de una mujer embarazada de dos bebés, ¡definitivamente no!
Agota mi paciencia estar siempre en el limbo, no se puede vivir pensado constantemente que te pueden dejar en cualquier momento, no tengo paz interior en esta relación, vivo pensando que cada día vivido puede ser el último como pareja.
Soy un hombre, no una nena que no es capaz de aguantar que lo dejen, y viéndola desde aquí, de reojo sin que se de cuenta como un verdadero idiota, me doy cuenta que definitivamente soy yo quien sobra en este triángulo.
- Lo siento, no quería decir eso.
Emma no me dice nada, se voltea aún más casi dándome la espalda ¿Donde quedó esa Emma que ponía sus pies en mis piernas sólo para tener una mejor vista de mi?¿Qué pasó con esa Emma que no era capaz de hacerme daño? Se fue, ya no existe y no se si está nueva Emma me gusta tanto.
- ¡Lo siento maldita sea! No eres un juguete lo sé pero no sabes lo que siento en este momento el saber que tú, la persona que mas he amado va a tener hijos con otro, porque duele y no vas a entenderlo nunca porque tu puedes tener a cualquiera a tus pies, de verdad que ya no se que pasa con nosotros, es más creo que ya ni siquiera existe un nosotros.
ESTÁS LEYENDO
La oportunidad de Damián #2
Teen FictionEmma ha decidido vivir la vida loca junto a Aaron hasta que considera la posibilidad de volver con Damian dandole la oportunidad que tanto tiempo ha estado esperando desde del regreso de Eric. Esta es la oportunidad de Damián para retomar su relació...