34._ ¿Niño o niña?

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Eric...

Si me preguntan por preferencia por el sexo de mis bebes sin duda yo quiero niños para que pueda enseñarles a jugar a al fútbol y sean incluso mejores que yo, pero... a la mierda, lo que sea me importa un huevo porque los amo igual, sean lo que sean.

Emma esta enojada otra vez, y no me quiere cerca de ella y es algo que no esconde con nadie asi que he decidido venir a su casa ya que no responde su celular.

No veía a Rosita desde hace cinco años, no esperaba que se emocionada al verme tampoco pero tenía que hacer algo con Emma y que las cosas otra vez comenzaran a empeorar, es por eso que sólo me bajo del auto para llamar a su puerta.

Golpeo un par de veces.

Rosita abre la puerta y su rostro se desencaja completamente al verme para ahí.

- ¿Eric? ¿Qué haces aquí?

La última vez que la vi tenía diecisiete años, un día antes del accidente de los padres de Emma, recuerdo que me había preparado un sándwich de queso derretido y me había hecho un jugo natural de naranja en la juguera que tanto odiabamos con Emma por el ruido infernal que hacía al usarla.

- Hola.

- ¿Qué haces aquí? - me pregunta nuevamente sin ninguna gentileza de su parte.

- Vengo a buscar a Emma.

- Emma no está - me responde molesta.

A mi parecer, creo que Emma aún no le ha contado absolutamente nada de nosotros y su forma de referirse a mi me molesta un poco.

- Si está... dígale que baje.

- No creo que quiera verte, ¿Quieres que te refresque la memoria?

- Se las cosas que he hecho no necesito que me las aclare usted - todo vuelve a mi mente como dk hubiera pasado ayer, senti por un segjndo que Emma me odiaba, habia vuelto a estar en el pasado con las palabras de Rosita, ya me sentia fatal - Ella me está esperando.

- ¿Te está esperando? - Sus ojos demostraban sorpresa y enfado al mismo tiempo.

- Si - le digo de forma cortante.

Ya no es esa señora encantadora que me ofrecía de todo lo que había en el refrigerador apenas entraba por la puerta, ya no tenía esa mirada de cariño hacía mi.

Abre un poco más la puerta dándome el espacio para que entre y me dirige hasta el living donde hay unos sillones de color negro y en el centro de este una mesa de cristal donde hay una foto de sus padres junto a ella de cuando era más pequeña.

- No toques nada - dice siguiendo mi mirada a la foto que no puedo dejar de mirar - vuelvo en seguida.

¿Qué no toque nada? ¿Acaso cree que le voy a robar o qué? No podía dejar de ver aquella fotografía, sentía nostálgia, la había tomado yo cuando iba pasando por fuera y me obligaron a entrar para que los ayudase. Recuerdo que Emma ardía en vergüenza.

La escucho subir la escalera y me pongo a observar a mi alrededor. Me sorprende que no haya nada más de sus padres a excepción de aquella foto.

Emma baja las escaleras seguida por Rosita quien no deja de mirarme con él ceño fruncido.

- Eric ¿Qué haces aquí?

- ¿Quieres que llame a la policía para que lo saquen de aquí? - se mete Rosita a la conversación.

- No es necesario - Esta completamente calmada cuando voltea para responderle tocando su hombro con cariño.

- Pero Emma, ¿acaso te olvidas de quien es?

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora