19._ Bomba de tiempo

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Emma...

Lo único que se me ocurre en este momento de mi vida es darme un balazo entre medio de mis cejas y terminar con toda está maldita pesadilla.
¿Dos bebés? ¿Por qué a mi? ¿Por qué no Julieta? ¡o Jenn!

Si ya me había pillado por sorpresa mi embarazo, lo del embarazo doble me ha dejado sin palabras, totalmente perdida y sin ganas de continuar con todo esto.

Damián por su parte se ha preocupado de mi más de lo que yo misma lo he hecho, y se que aunque esos bebés no son suyos de igual manera querrá seguir conmigo a pesar de todo, aunque cada vez que los viera le recordara a Eric y no quería obligarlo a ser parte de esto.

Mis clases pasan con normalidad y ahora puedo decir que mi rutina también ha regresado.

- ¡Hola Em! - me saluda Jenn mientras camina a mi lado agarrando mi brazo.

- ¿Que hay de nuevo?

- Estoy saliendo con Josh.

- ¡Guau! ¿Y?

No puedo preguntarle más porque sé que en un par de días llegará diciéndome lo mismo pero con otro chico.

- Es serio - me reconoce - Creo que me estoy enamorando.

- ¿Serio? ¿osea que es para más que un par de días?

- Si Em, es distinto ahora.

- ¿Qué lo hace distinto? - le pregunto de pura envidia de que ella sea feliz y yo no, que ella pudiera tener a quien amaba y yo no.

- No lo sé, sólo es distinto.

- Te felicito.

- ¿Gracias? ¿Por qué siento que no estas alegre?

- Porque no lo estoy - me mira aturdida.

- ¿ Qué tienes? Últimamente tu mala onda es lo único que se comenta en los pasillos.

- Nada, pero digamos que ver a Eric follando en cada esquina no ayuda a reponerme.

- Ayer estaba con una de tus compañeras de trabajo.

- Ya lo sé, y bien por ella... te envidio Jenn, quiero ser así de feliz como tú ¿es mucho pedir?

- Deberias hablar con él, si te quisiera fuera de su vida ni siquiera iría al bar donde trabajas tú.

- No lo quiero en mi vida, no así, es... doloroso - Le reconozco.

- Yo creo que sí pero no quieres aceptarlo.

Se detiene para doblar en el pasillo y se que tengo que caminar sola lo que me queda de camino.

- Tengo que irme, nos vemos en la cafetería en un rato.

- Ahí estaré - me despido con la mano mientras la veo alejarse.

La clase es un mero trámite cuando no pongo la más mínima atención y a este paso mis notas comenzarán a bajar si no me pongo las pilas de una vez por todas.

Ya no hay nadie en el salón y ni siquiera sé hace cuanto tiempo que estoy sola que si no fuera porque Damián se aclara la garganta justo en la entrada, ni cuenta me hubiera dado de que tengo que abandonar el salón.

- Necesito decirles a mis amigas sobre esto.

- ¿Que vas a decirles? ¿Todo? - me pregunta curioso poniéndome en la disyuntiva de si reconocería que eran de Eric o les mentiría que eran de Damián.

- Que son tuyos... si me das permiso por supuesto.

- Hazlo, dije que iba a ayudarte.

- Te lo agradezco Damián, no merezco tanto de ti.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora