13._ ¿Por qué a mi?

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Emma...

Lo último que recuerdo fue que mi mente se iba a negro y a Leti gritar mi nombre.

Cuando trato de abrir mis ojos, siento una mano cálida presionar la mia y me cuesta, me cuesta abrir los ojos.

《Cuando estuviste con Eric ¿También te cuidabas, condón pastillas, algo?》

Esas son las últimas palabras que recuerdo salir de la boca de Leti.

Abro mis ojos y Eric me observa con una mezcla entre pena y alivio y ni siquiera sé porque está aquí, o si sabe algo de lo que hemos conversado con ella. La verdad es que deseo que no lo sepa, que se vaya con las putas de sus amigas y a mi me deje en paz.

- ¿Estás bien? - me ayuda a sentarme en la cama acomodando un cojín en mi espalda para mi propia comodidad.

- ¿Qué haces aquí?¿Qué hago aquí?

- Te desmayaste mientras trabajabas y Leti pidió ayuda para traerte aquí.

- Ya me siento mejor... puedes... irte - le digo tratando de sonar convincente.

- ¿Qué te ha pasado?

- ¿Ahora te preocupas por mi?¿No tienes alguna chica afuera que espere a que te la folles? Yo estoy bien, gracias.

- Sólo quería asegurarme que estés bien

- Estoy bien, muchas gracias.

Vuelvo la mirada al lado contrario de donde está imponente, rogando que abandone la habitación pero no lo hace.

- ¡Te dije que estoy bien!

Me mira por unos segundos los que para mi fueron siglos y despues se gira en dirección a la puerta y una vez la abre voltea una última vez.

- Soy yo el que debería hablarte de ese modo, soy yo el que debería estar enojado...

- Mis planes eran otros sin saber que terminariamos juntos otra vez - trato de excusarme, era primera vez que hablabamos de esto despues de verlo abandonar el estacionamiento aquel dia.

- Yo voy a hablar ahora - me interrumpe - yo deberia estar enojado, furioso, quisiera matarte...

- Entendí el punto, Eric.

- Y sin embargo no puedo verte así, no creas que porque dije que no quería saber de ti significa que quiero que te pase algo. No Emma, no es así como me gusta verte... y seguramente te estás preguntando porque yo, ¿por qué no hay otra maldita persona en está habitación? - no deja de mirarme en ningún momento - bueno... si estoy aquí es porque aunque trate de fingir que no existes, siempre estas en todos lados incluso en mis malditos pensamientos. No quiero que te acerques a mí pero tampoco quiero que te alejes.

Suelta el aire que seguramente no tenia.idea que se estaba conteniendo y sale de la habitación sin mirar atrás, haciendo un ruido sonoro con la puerta y una vez que ya no está, vuelvo a respirar con algo de dificultad recordando sus palabras que aunque no quisiera admitirlo, si me provocan una pizca de felicidad, sólo un poco.

Me había dado a entender que en el fondo, aún me quería, o al menos, eso había entendido yo.

No existe tal embarazo, es sólo mi mala alimentación y mi falta de sueño. Tal y como dijo Leti, si yo digo que no estoy embarazada es porque no lo estoy.

Observo la ventana, la cortina no había sido cerrada, podía ver el cielo negro y las ramas del árbol moverse junto al cristal, había terminado mi carrera, seguramente mi abuela vendría a buscarme h tendría que irme a vivir a España con ella y no quería, mi vida terminaba con el comienzo de otra vida.

Al rato después de que Eric se ha ido, es Leti quien entra por esa puerta y mis ojos automáticamente se llenan de lágrimas por el simple hecho de pensar que algo así no me puede estar pasando a mí. ¡No, no, no y no!

- ¿Te sientes un poco mejor? - apoya su mano en el bote de la puerta y su cabeza descansa sobre ella mientras me mira con pena y preocupación.

- ¡No! ¿Por qué lo dejaste subir?

Mis lágrimas no dejan de caer, en un segundo siento sus brazos rodearme los hombros obligándome a dejarme acariciar y como es costumbre, Leti es quien me ayuda a secarlas con sus manos mientras acaricia mi cabello.

- Fue el primero que llegó a mi lado y eso que estaba bastante lejos, estaba muy preocupado.

- No es posible Leti, no quiero nada que tenga que ver con Eric, no lo quiero en mi vida.

- Tranquila - sostiene mis manos - mañana veremos si es eso lo que te está pasando, quizás sea una bacteria estomacal o un virus... todo es posible.

- ¡No!¡¿Porque?!¿Qué hice?!

- Bueno... básicamente dejaste entrar su pene sin protección - dice tratando de hacerme reír.

- Leti... te das cuenta que mi vida se volverá un puto infierno si estoy...¡No! ¡maldita sea... no!

- No sacas nada con ponerte a llorar, ni patalear como una niña, lo hecho, hecho está y no puedes volver el tiempo. Ahora acuestate y mañana saldremos de todas las dudas.

- ¿Qué pasa si sale que sí? ¿Qué voy a hacer ahora?

- Nada, dejarás que todo avance como tiene que ser, tendremos una personita dando vueltas por ahí gritando, aparte de eso nada más.

- ¿Nada?... ¿Cómo le digo algo así a mi abuela? ¿Como le digo que se terminó mi vida?¿mi carrera?

- Detente ahí Emma... no porque este la posibilidad, porque aún no sabemos si es así, significa que tu vida se ha terminado, estoy yo aquí, si tienes que estudiar aqui estará su tía Leti para cuidar de el... o ella, no es el final Emma, es un nuevo comienzo.

- ¿Y como le digo a Damián?

Si ya me atormentaba la idea, el sólo hecho de tener que decirle a Damián la verdad se me hacia mucho más complicado.   Podía darlo en adopción y por un microsegundo se me vino a la mente la palabra aborto pero sabía que Leti jamás me lo permitiría.

Estábamos tan bien y ahora todo se iba a ir al carajo, ahora sería el quien me dejaría y no quería.

- Pobre de Damián ¿Por qué a los chicos buenos les pasan cosas tan malas? Ha estado contigo contra todo y todos, ha tenido un corazón enorme al perdonarte y ahora pasa esto...

- No puedo decirle, no puedo dejar que se entere porque va a dejarme y lo necesito.

- La última vez que no le dijiste algo importante estuvo encerrado en su habitación como dos semanas por tu culpa.

- Eric no puede saberlo.

- Debería saberlo, pero si asi lo prefieres tendré que respetar tu decisión pero si me veo en la obligación de hacerlo Emma, no esperes piedad de mi. ¡Ahora acuestate y descansa!

Se levanta de la cama y me ayuda a acomodar las frazadas sobre mi cuerpo y una vez que cierra la puerta, mi mundo completo se viene abajo.

¡Estúpida! Eres una estúpida Emma Miller! Si tenías planeado acabar con tu vida, ¡lo has hecho de maravilla!

No quiero que Eric sepa de esto por dos simples razones. Primero, porque no quiero tenerlo cerca de mi ni un solo segundo y la segunda y la mas importante, no voy a obligar a alguien a que este conmigo o cerca mío por obligación, no lo amarrare a mi por un... bebé.

Mis lágrimas no dejan de salir, no quiero pensar en las palabras de mi abuela cuando se entere. Que soy una decepción, que he arruinado mi vida por completo y lo más importante, que le he fallado a mis padres incluso en su ausencia. ¿Qué pasará cuando sepa que es de Eric? Dirá que he traicionado la memoria de mamá y papá.

Me acomodo bien escondida bajo las frazadas tratando de mantener fuera de mi todo lo que me rodea pero no puedo alejar mis pensamientos y por inercia mis manos acarician mi vientre solo pensando en la posibilidad de que haya algo escondido ahí que no tiene la culpa de lo que he hecho.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora