29._ Merecía saberlo

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Emma...

Veinte semanas y mi panza ya comienza a asomarse debido a mi delgadez, y vamos aumentando.

He visto a Eric observarme desde lejos mi figura y cuando se da cuenta que lo he visto desaparece sin dejar rastro alguno.

Cada vez lo veo menos y siento que estoy haciendo mal al no decirle la verdad pero no puedo hacerlo, no tengo el suficiente valor, no me atrevo.

Adam viene llegando en su auto y estaciona casi frente a mi nariz y se baja dando un portazo que me hace alterar un poco la calma que tenía hasta hace un rato.

- Emma, tenemos que hablar - me dice arrastrándome hasta su auto y obligándome a subir en el asiento del copiloto y me cierra la puerta por si se me ocurre escapar, de todos modos no pensaba hacerlo.

Rodea el auto por delante y sube echando chispas por los ojos, está molesto por algo y es obvio que yo tengo que ver en todo esto, para variar.

- ¿Qué pasa Adam? - Le preguntó una vez adentro.

- ¡Tienes que hablar con Eric ahora!

- No quiero hacerlo.

- No se trata de si quieres, tienes que hacerlo y punto...

- Aún no, Adam - No puedo, no puedo, no puedo - dame un poco más de tiempo ¿Si?

- No hay tiempo, Emma - hablaba tan en serio que no queria llevarle la contraria - ha llegado en estado de ebriedad al entrenamiento desde hace un par de semanas hasta que ya dejó de venir y es sólo cuestión de tiempo para que los profesores y el entrenador se den cuenta.

- Se está acostumbrando a la noticia.

- Emma, no tienes ni pirámides de lo.que estas provocando con tus mentiras.

- Es fuerte, Adam, no lo veas como alguien que no va a sobreponerse.

- Emma... - se ve agobiado con está situación y es totalmente culpa mía, lo he puesto en esta situación a la fuerza y está mal.

Cierra sus ojos con fuerza apuntando su rostro hacía el techo.

- No me atrevo - le digo antes que continúe hablando.

- Hoy llegó a clases caminando hacia los lados que me lo tuve que llevar y apuesto a que está en su departamento buscando una forma de emborracharse otra vez mientras planea largarse a vivir con su padre otra vez.

¿Irse?¿Por qué haría algo así? Su mayor anhelo era tapar la boca de su padre y ahora quiere volver a su lado sin ningún éxito bajo el brazo. No puede irse, tampoco quiero que se vaya.

- ¿Qué quieres que haga?

Por algún motivo me siento segura a su lado y si tengo que decirle algo prefiero que sea con Adam en el medio, solo él puede calmarlo si algo sale mal.

- Vamos a ir a su departamento ahora, antes que vaya por más alcohol, si es que ya no lo ha hecho.

- No lo haré si tu no estás presente.

- No va a hacerte nada Emma, sabes que jamás lo haría.

- ¡Entonces no lo haré!

- ¡Esta bien! - rueda los ojos dando un fuerte bufido - ¡Pero tú hablaras no yo, es tu responsabilidad no la mía! - me dice algo molesto.

Pone su auto en marcha y conduce sobrepasando la velocidad con la que acostumbra a hacerlo que en sólo un rato estamos frente a su puerta y a mi prácticamente ya no me quedan uñas del nerviosismo por lo que está a punto de ocurrir.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora