8._ ¿Estoy celosa o decepcionada?

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Emma...

Trabajo entregado por fin, esperando obtener una buena calificación y hace dos dias que he vuelto a mi trabajo sin ningún ánimo, le dije a Leti que no quería volver que ya no estaba en condiciones y que se buscara a otra chica mejor y fue entonces que me pidió que le contara el por qué de mi decisión, que por ningún motivo dejaría que yo la abandonara menos cuando era la única forma con la que más contacto teníamos.

Así que me resigné a seguir trabajando aunque en el fondo era lo que menos quería sabiendo que en algún momento Eric entraría por esa puerta y yo por algún motivo me volvería a derrumbar por dentro como cada vez que lo veía con Diana llegando a la facultad.

Aaron paso a verme un rato, conversamos, nos reimos un rato incluso le conté que estaba intentado volver con Damián y para mi sorpresa lo entendió diciendo que cuando lo necesitara, él estaría ahí, siempre disponible incluso para una recaída.

- ¿Una recaída? - Le preguntó entre risas.

- Una, dos, las que tu quieras - me sonríe con picardía.

Aaron me había enseñado mucho más de lo que Eric había llegado a hacerlo, me había hecho experimentar y alucinar cada vez que terminábamos en su cama y no tenía derecho a reclamar nada cuando me había hecho pasar los mejores momentos, pero siempre estuvimos claros en una cosa, que lo nuestro era pasajero, que cada uno podía hacer lo que quisiera sin ataduras ni títulos a nuestra relación.

- Lo tendré más que presente.

- Sabes - mira a su alrededor y luego toma mi mano por sobre el mesón, sus manos tibias me pillaron por sorpresa pero no aparte la mía - no espero que termines con Damián pero me gustaria que volviera a mi esa chicas rubia que tanto me gusta, de verdad que lo deseo - deposita un beso en el dorso de mi mano y la deja suavemente en la fría barra - Por lo demás, eres mi clienta favorita, esos sillones me han dado muy buenos recuerdos.

- Pobres sillones, las cosas que tienen que aguantar.

Al principio nos reímos de la situación pero debo reconocer que Aaron no lo hace absolutamente nada de mal, era seductor, gracioso, serio y a la vez divertido me encantaba su personalidad y me sacaba otra parte de mí que ni siquiera sabía que podía existir en mi interior ¿Lo echaría de menos? Sí, definitivamente sí.

- No he oído que se quejen - se pone de pie dando un golpe suave - Nos vemos otro día, muñequita.

- Cuidate - le digo cuando comienza a caminar hacia la salida y una vez en la puerta, voltea su cabeza en mi dirección y me guiña un ojo y entonces se va.

No tenía idea de cuánto había afectado en su vida, tampoco me lo hizo saber pero queria que fuera feliz, se lo merecía.

Que afortunada sería aquella chica, y ya no hablaba por su personalidad y es que Aaron hacia todo bien, sus manos fuertes, había dejado una huella en mí.

- ¿En qué piensas? - se me acerca Leti interrumpiendo mis pensamientos.

- En Aaron - me encojo de hombros dándole el menos interés posible.

- Parece que te quedo gustando.

- Es lindo y sinceramente sabe hacer todo bien, y cuando digo todo... mierda - volteo a ver a Leti.

- ¿Te acostaste con Aaron? - me pregunta sorprendida pero sin borrar su sonrisa de la boca - Eres la perra con más suerte de este puto mundo.

- No te imaginas cuanto - le digo trayendo recuerdos de nosotros a mi memoria - Pero estoy intentando volver con Damián.

La oportunidad de Damián #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora