Capítulo 23: Conectados.

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ADVERTENCIA: ESTE ES CAPÍTULO ES EL MAS LARGO QUE HE ESCRITO, ASÍ QUE PACIENCIA PORQUE TIENE DEMASIADA INFORMACIÓN.

CAPÍTULO 23: CONECTADOS.

CAT GRANT

16 de mayo del 2017.

No lo amaba.

—Se que quieres una explicación de lo que sucedió. Pero enserio espero que entiendas que este no es el escenario que imaginaba. Tampoco te gusta ver cadáveres en el suelo, ni sangre por todos lados. Puedo decir que me he portado bien, quizás no a la altura pero...es difícil—suspiraba mientras le contaba aquello como si fuera la única verdad existente—te traje esto, están arruinadas—bajaba la mirada tendiéndole con los dedos temblorosos y ensangrentados aquel ramo de rosas blancas que estaban marchitas y manchadas con la sangre de sus enemigos. Cat lo había encontrado apoyado contra la puerta de la entrada de su apartamento. Al principio su piel se estremecía al mirar la gran línea de sangre esparcida en el suelo o la huellas de una mano color carmín en las paredes. Pero ahí estaba él, tocándose las costillas sin poder evitar que todos los orificios en su pecho dejaran de sangrar. Le había sonreído con la mirada, porque la sangre que salía de su boca no le dejaba respirar.

Cat odiaba el líquido rojo que se estaba esparciendo por la superficie y su puerta blanca. No querría ensuciarse con aquello, no quería tocarle porque le repugnaba por completo. Se repetía en la mente una y otra vez que no le amaba, ni siquiera un gramo de cocaína. Tuvo que tomar una decisión, darse la vuelta e irse o quedarse como él nunca lo hacía. Ni siquiera cuando llego a sentir algo mas allá. Aquel sentimiento arraigado en su pecho le hizo entender que él nunca se quedaría aun que fuera un poco más y ella no se lo pediría, porque ella era alguien que no pedía, no suplicaba por un mísero consuelo. Pero verlo ahí, tosiendo sangre, con los dedos tembloroso tocando el tallo de las rosas, la sangre por todos lados, ver sus ojos atreves de la suciedad y el rostro magullado. Se agachó para estar más cerca, aun manchando sus zapatos de marca que habían costado más que todo su departamento lujoso. Paso sus delgados dedos atreves del rostro de aquel hombre de cabellos rubios pegajosos en su cabeza. Le contemplo en silencio antes de intentar levantarlo para llevarlo dentro, tomando las rosas marchitas cubiertas por el rojo que tanto detesto. Mirando aquellos ojos que le decían tantas confesiones que en voz alta nunca serían reveladas, como si fueran secretos de confesión.

—Vamos dentro—le decía Cat mientras el apoyaba su brazo alrededor del cuello de ella, mientras esta pasaba el suyo por su cintura, presionando suavemente. Miraba como temblaba del dolor mientras abría la puerta, poniendo la llave en la cerradura y quitando el seguro que les impedía estar dentro de un lugar donde poder refugiarse— Creo podemos pasar un rato ameno, tengo ginebra y limones dentro— le sobaba la espalda mientras este reprimía el dolor mordiendo su labio inferior.

—Eso suena estupendo...—logró articular antes de callar. Cat lo guio hacía el costoso sofá blanco de piel sintética traído de Italia. Al parecer no importaba arruinar algo que costaba millones profanando con la sangre de un hombre que estaba resintiendo todas aquellas balas dentro de él. Lo dejó sentarse con todo el cuidado, aun cuando él pesaba más que ella. Cuando logró estar sentado Nick dejo escapar un quejido palpitante de su boca.

—Dime que vas a estar bien, que te vas a regenerar—dijo sentándose a su lado mientras pasaba sus dedos por los pequeños orificios cuales sangraban. Cat se quedó ahí con el por un momento, mientras este se removía de dolor. Nick le miró con aquellos ojos que suplicaban silenciosos que no se moviera. Ella tomo una de sus manos entre las suyas, Nick apretó con fuerza mientras se retorcía.

Secrets and Family (Supercorp y Sanvers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora