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P L A Y L I S T: Slip Away (Multimedia)

Narra June

—June, debes comer algo...—trató de convencerme mamá.

—No tengo hambre—contesté en un susurré, mientras desparramaba la ensalada con el tenedor.

...

Llegué a la escuela, debía ir, se lo había prometido a Vic. Ni bien di un paso dentro comencé a marearme y sentirme mal. Entré al baño de mujeres y me sostubé del lavamanos.
Mi cabeza daba vueltas, me miré en el espejo, me veía horrible. De un momento a otro ya no era yo...sino Georgie.

—¿Por qué estás triste Junie? Estoy seguro de que si vienes y flotas conmigo ya no volverás a sufrir—me sonrió.

—No...—murmuré.

Aquella espantosa risa de payaso comenzó a escucharse de nuevo. Cada vez me sentía peor, las carcajadas se hacían más y más intensas.

--¡Basta, Basta!--grité.

—¿Por qué, Junie? ¿No te alegras de verme?

El rostro de mi hermano comenzó a desfigurarse como las anteriores veces. Sin pensarlo comencé a golpear el vidrio con todas mis fuerzas.

—¡Tu no eres George, no lo eres! ¡No eres más que una ilusión estúpida!

Cada vez golpeaba más fuerte, el vidrio empezó a fragmentarse, continué, ni bien vi que un trozo de cristal cayó en el lavamanos comencé a arrancar los pedasos que quedaban con los dedos de mis manos. Sangre emanaba de mis manos y manchando el vidrio.

—¡No eres Georgie, no lo eres!

La garganta se me partía con cada grito.
De un momento a otro la puerta se abrió permitiendo ver al payaso, sin pensar tomé uno de los trozos más grandes y puntiagudos de cristal, y lo apunté al tipo.

—No es George, tú eres quién hace esto.

—No sé de qué hablas, June—él se mostraba serio.

Mi vista comenzó a nublarse.

—June, ¿estás bien?

...

Teo miraba a June preocupado.

—Él no es George...—murmuró antes de que sus ojos se cerraran y comenzara a decaer.

Teo se apresuró a atraparla. Al hacerlo vio su camiseta blanca manchada de sangre y sus manos con grandes cortes por culpa del vidrio.
Sus pómulos estaban totalmente grisaceos, sus labios estaban rotos.

—Continuas siendo preciosa, June.

La cargo en sus brazos y se dirigió a la sala de profesores, no había alumnos en el pasillo, todos estaban en clase. Él no daba clase a esa hora. Al llegar a la oficina la colocó en una silla, June comenzó a abrir sus ojos lentamente. 

— ¿Qué pasó?—preguntó en un murmullo.

—Te desmayaste—explicó.

...

Miré mis manos apenada, ahora recordaba lo que había pasado. ¿Por qué hice eso? 

—Lamento haberte tratado así el otro día—me disculpé.

—No hay problema—Me sonrió—. Estabas mal y querías estar sóla, te entiendo.

Sacó unas gasas de un botiquín y luego de desinfectar mis heridas me vendo ambas manos. Al parecer tenía muchos cortes, pero no profundos. Ya me sentía muchísimo mejor, pero no quería estar allí.

—Gracias, profesor, ¿me permite irme?—pregunté.

Teo me miró dudoso.

—Está bien—suspiró.

...

Estaba saliendo del instituto. Mi casa que daba pasando la plaza, debía atravesar el lugar para poder llegar a casa, cuando lo hice vi a Bowers golpeando a Richie Tozier, uno de los amigos de mi hermano, estaba a punto de ir a defenderlo, pero me detuve al ver que uno de los que sostenía al niño era Victor. Él estaba riendo al igual que Belch, al verme su sonrisa se desvaneció. Me acerqué rápidamente.

—¡Hey! ¡Bowers!—corrí y me puse en el medio antes de que volviera a golpearlo—Deja tranquilo al niño.

—¿O?

—Nada, simplemente te estoy pidiendo amablemente que dejes de molestar a Rich—contesté colocando ambas manos en los bolsillos traseros de mis jeans.

Henry soltó un bufido.

—Está bien, vamos—le dijo a Belch y a Victor.

Vic no dejaba de mirarme con pena, yo simplemente me dedicaba a mirar el suelo con la cabeza en alto. Ni bien se marcharon, me di la vuelta.

—Gracias, June—dijo Richie, le extendí mi mano para que se pusiera de pie.

—No hay de que, ¿ibas a mi casa?—le sonreí.

—Sí, quedé con Billy para jugar a las canicas—contestó.

Richie tenía el cabello negro azabache, ojos azules y usaba anteojos enormes. Su voz era bastante alta para su edad, tenía una amplia sonoridad.

—Yo también, ¿me acompañas?

—Claro.

...

Los niños jugaban arriba, a veces corrían por toda la casa jugando al Llanero Solitario. Tocaron la puerta, fui a abrír y me encontré con Victor.

—¿Qué quieres?—dije de mal humor.

Pretty [Pennywise/Bill Skarsgård] [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora