IIX

4.6K 486 101
                                    

Día 3

Tomé una manzana y el ejemplar de mamá de "Orgullo y Prejuicio". Me senté en el sofá, abrí el libro en el tercer capítulo. Mordí la manzana y comencé a leer...

«-¡Oh, mi querido señor Benett! ¡no sabe lo bien que nos ha ido en el baile, el señor Bingley estaba encantado por la dulzura de nuestra bella Jane...-»

-Te amo.

Sonreí ampliamente pensando en el señor Darcy y Elizabeth.

-Yo también señor Darcy...-entonces caí en cuenta, me di la vuelta encontrándome con el rostro de Teo, una hermosa sonrisa se posaba en sus labios y sus ojos celestes estaban en mi.

-¿Debo estár celoso por el personaje de un libro?

Sin más-al ver mi atontamiento por las palabras que me declaró-le dio un mordisco a mi manzana, se dio la vuelta y se perdió por las puertas de la cocina.

-Em...

~|•|~

Día 4

Me levanté de mal humor en una cama fría y solitaria ya que Teo no estaba a mi lado abrazándome como era de costumbre. Pasé por al lado del espejo y por mi vista periférica vi el desastre que era mi cabello y pensé..."me chupa". Bajé las escaleras
entré en la cocina, saqué el cartón de leche resando por no quedar electrocutada por estár descalza tocando electrodomésticos.
La caja estaba abierta.

-Deberíamos tener hijos...sería lindo, más si empezamos a tratar en unos días.

La caja completa resbaló de mis manos y se estrelló contra el suelo mojando mis pies.

-Tal vez dentro de unas horas...sí, puede ser.

Me di la vuelta con lentitud, salí de la cocina y subí las escaleras con toda la paz del mundo.

~|•|~

Día 5

Ya harta entré al baño y abrí el grifo de la bañera.
Me sumergí en ella y, aun que estuviera helada, metí mi cabeza para tratar de ver si me moría. No se alteren, no quiero suicidarme ni nada por el estilo, no afirmo ni niego que lo pensé cuando la palabra «hijos» fue nombrada.
Cerré los ojos, mis pulmones estaban llenos de aire.
La tortuga apareció en mi cabeza...

«-June, no te desvíes de tu camino.»

Abrí los ojos confuncida y ni bien lo hice me arrepentí. Turbulentamente pude ver al payaso, me sonreía de forma macabra y antes de que pudiera reaccionar hundió sus gigantescas manos en el agua y las aferró en mi cuello. Comenzó a estrangularme, todo se volvía nubloso, debía encontrar la forma de salir de allí, de librarme de su agarre y así poder llamar a Teo para que este fenómeno horrible desareciera.
Su risa desquiciada resonaba en mis oídos. Sentía que me iba a desmayar hasta que vi como el cráneo del payaso se partía al medio contra el borde de la bañera. Su cráneo abierto en dos y podía distinguir claramente su sonrisa.
Me senté en la bañera totalmente asustada y temblorosa tratando de recuperar el aire, mi pecho subía y bajaba alterado.
Trozos de cerebro se introducían en la tina desde la cabeza del payaso, el agua se tiñó de rojo escarlata y de un momento a otro los ojos azules y cubiertos en muerte de aquel monstruos se posaron en mí con un color amarillo pardo.

-¿Te gusta el color rojo, June?-extendió un globo frente a mí-A mi me encanta, me hace recordar al amor...

El globo estalló salpicando mis mejillas y mentón. Abrí la boca espantada y el aire se introdujo en mis pulmones dispuesto a salir en forma de un estruendoso grito. Mi mirada se posó en el agua, ahora estaba llena de larvas, moscas, escarabajos, gusanos y toda clase de bichos asquerosos. Me alejé como pude...«no voy a gritar, no lo haré, eso es lo que él quiere».
Una de sus manos me tomó por el mentón y me hizo mirarlo. Quedé perpleja al hacerlo.

-Vamos Lizzie, llama al señor Darcy.

Su voz era aterradora, horripilante. Tanto que mi alma fue la que grito, no yo...

-¡Ahh!

La estruendosa risa de Pennywise se ejerció por toda la plenitud del baño mientras que los acelerados pasos de Teo subían las escaleras.
Al abrirse la puerta el payaso desapareció. Wyne contempló la escena con asombro por un par de segundos y luego se acercó a mi rápidamente, ni bien se arrodilló a un lado mío lo abracé. Me sujetó fuertemente.

-Te amo, Teo-susurré con la voz aún temblorosa.

«Teo esbozó una sonrisa, no le gustaba asustarla de ese modo, pero June no podía volver a dudar. Ella tenía la obligación de quererlo...no, de amarlo como a nadie»

Se separó de mi con cuidado, se quitó la camiseta y me la colocó con cuidado, luego me alzó en sus brazos y me llevó a la cama. Nunca me había sentido tan vulnerable y cansada.

Pretty [Pennywise/Bill Skarsgård] [Español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora